Cártel 22: Reforma Educativa a modo

Es impresionante la cerrazón del magisterio oaxaqueño, dirigido por verdaderos facciosos y extraviados de la mal llamada lucha social. Aunque no tuvieron eco en su paro de 48 horas convocado la semana anterior, para los días 20 y 21 de marzo, un grupo de mentores acudió a la Ciudad de México para bloquear los accesos al edificio legislativo de San Lázaro y presionar a los diputados (as) miembros de la Comisión de Educación y Puntos Constitucionales, que discutían la minuta de la Reforma Educativa, ofrecida por el gobierno de la llamada “Cuarta Transformación”. Cebados ya en el chantaje y la manipulación; en la presión y la “lucha” por mantener sus privilegios y prebendas, bloquearon asimismo la Cámara de Senadores para evitar que la citada minuta fuera discutida y aprobada. Pero, ¿cuál es el fondo de esta insistencia del Cártel 22 en torpedear la nueva reforma a la Ley de Educación, una vez abrogada la anterior, aprobada en 2013 por el ex presidente Enrique Peña Nieto, de la que tanto abominaban? El razonamiento es simple. Insisten en que el gremio, escindido del sindicato oficial, el SNTE, es decir, la disidencia, que se ha enquistado y empoderado en Oaxaca, siga manejando plazas, nómina, planes, programas y la cuestión laboral.

Seguirle el juego será tanto para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, como para la LXIV Legislatura Federal, un error histórico. El Estado es y debe ser, el único depositario y responsable de las tareas educativas, según lo establece el Artículo III, de nuestra Constitución. Por tanto, la propuesta enviada por el Ejecutivo Federal, abrogada la Reforma de 2013, no debe ser manipulada ni, mucho menos, pretender hacer algo a modo de un grupo de maestros beligerantes que no representan a todo el magisterio del país. Es decir, pretender hacer de una reforma constitucional un instrumento a modo, un ente faccioso con el que un segmento del magisterio pretenda seguir manipulando planes, presupuesto y otros rubros, con el propósito insano de adoctrinar o sesgar los objetivos de la educación, es sencillamente intolerable. Bajo ninguna circunstancia ni presión de una bancada legislativa que ha perdido el sentido de su responsabilidad, debe la mayoría de los miembros de la Cámara de Diputados dejarse sorprender. Hacerlo, sería entrar por la puerta trasera de la historia. Así de simple.

¿Y qué hace la bancada federal?

En una acción orquestada con mala fe y con un deplorable espíritu democrático, 19 legisladores federales que representan a Oaxaca –que no oaxaqueños- suscribieron un posicionamiento en torno a la iniciativa de Reforma Educativa, que está en análisis en el Congreso de la Unión. Qué, ¿todos forman parte de la Comisión de Educación y Puntos Constitucionales o son simples oportunistas que tratan de unir fuerzas con un desprestigiado Cártel 22, beligerante, faccioso y falso revolucionario? La ciudadanía, un tanto apática a lo que hacen o dejan de hacer sus representantes populares, sólo se pregunta si la idea de estos inútiles que nos representan es seguir como estamos hasta hoy, acotados por bloqueos, suspensiones de clase, una pésima calidad de la educación y activistas en vez de maestros. Porque nadie puede negar que el nivel que tiene la educación básica en Oaxaca ha sido generado por un magisterio irresponsable que ha cambiado el aula por la calle; el pizarrón y las enseñanza de las ciencias básicas por la consigna callejera. El pueblo oaxaqueño y nosotros somos catalizadores de esa postura, deplora de diputados (as) que en lugar de ver el beneficio de la sociedad sigan pensando como un ente faccioso y convenenciero, uniéndose a quienes han sido considerados enemigos del progreso y el desarrollo.

Vaya tropezón pues el que se ha dado nuestra flamante bancada. Es un grupo menor el que está presionando en contra de todo un sentimiento nacional. Ya no más presiones como las del magisterio en Michoacán, que generó miles de millones de pesos en pérdidas; ya no más maestros que embozados o con la máscara de revolucionarios abandonan las aulas de clases. Y eso se los dijo López Obrador en Guelatao hace un año. La Reforma Educativa no debe ser un cheque en blanco para que cada quien, en este caso la CNTE/Cártel 22, la haga rehén de sus propósitos sectarios y facciosos. La bancada oaxaqueña que, sin tener vela en el entierro en materia educativa lanzó un posicionamiento, no tenemos la menor duda que estará ya estigmatizada. No es con presiones movidas desde dentro por dos alfiles del Cártel: Azael Santiago Chepi, corrupto ex dirigente e Irán Santiago Manuel, también maestro y correligionario de la disidencia, para torcer el espíritu de una legislación que no puede hacer excepciones sino que debe tener observancia general. Señores legisladores: hagan su trabajo y dejen de estar sirviendo a intereses ajenos a la Nación.