Se hace bolas

El presidente municipal Oswaldo García Jarquín, no ha concluido siquiera el segundo mes de gobierno y ya se le hizo bolas el engrudo.

Ha empezado a pagar costos muy altos por la improvisación y la inexperiencia de su grupo cercano de colaboradores. Tan cándidos e ignaros como el edil García que han pasado tres quincenas y no han podido pagar al personal de confianza. A los mismos regidores, les adeudan dos quincenas. Hasta ayer, según me dicen, estaba latente una rebelión, sin precedentes, al interior del Ayuntamiento.

A eso se debe que, desde principios de esta semana, se esté escuchando el grito de alerta: “hombre al agua”. El primero en caer fue el director administrativo Gerardo Medina Cano. Despeñó porque de administración pública no sabe nada.

Lo peor es que allí hubo la sustitución de “asno por asno”. Es decir, se fue Gerardo por ignorar totalmente sus quehaceres y suben a otro igual. Movieron al director jurídico Mario Méndez a quien no le auguran mejor destino. Un jurista que nada sabe de administración pública.

Pago de facturas
Contratar a puro morenista y recomendados del hijo mayor de AMLO, es la causa de los traspiés que está dando este Ayuntamiento. Claro, también influye la novatez y el escaso tiempo que dedica el edil Oswaldo a su encargo. Sus mismos allegados se sorprenden del ausentismo tan notorio a causa de su afición a las bebidas espirituosas. Son inmensas las horas de espera y el aburrimiento de la ciudadanía que pide infructuosamente audiencia para plantearle sus inquietudes.

Recuerdo el reporte que circuló en las redes sociales en el cual descubren que la Casa de la Ciudad sirve como “escondite de brindis” muy frecuentes entre el edil y sus allegados.

Sin ley de ingresos
Haber puesto como colaboradores cercanos a puro neófito es la causa del segundo dilema administrativo que, prácticamente, ha paralizado al Ayuntamiento.

El primer gran tropiezo fue cuando los concejales descubrieron que la Ley de Ingresos municipales esta trunca porque el presidente municipal olvidó integrar el código hacendario que es la base para la recaudación de impuestos.

El proyecto de Ley de Ingresos debió estar listo el uno de enero. Me comentan que el Congreso lo dictaminó, pero sin el anexo del código hacendario nomás no sirve. El presidente municipal al darse cuenta de yerro tan colosal convocó a una sesión extraordinaria y propuso -al estilo morenista- abrogar dicha ley. Los concejales le advirtieron que no podía ser derogada y recomendaron adicionar el código hacendario. Así lo hicieron, pero ahora tendrán que esperar hasta que el Congreso les enmiende el tropiezo.

Lo peor de todo esto es que, pese a tantos tumbos, el edil no puede hacer nada. Lo tienen atado de manos la bola de morenistas y oportunistas recomendados que ocupan puestos sin saber para qué.

Hasta que hizo crisis la falta de pagos se atrevió a quitar al director administrativo, pero sigue tolerando, por ejemplo, a Humberto Rafael Benítez como director de servicios municipales aunque no sepa ubicar el tiradero de basura más cercano ni el nombre de los parques. A Fernanda Mau la instaló en el centro de la toma de decisiones junto con el síndico Jorge Castro. Son los que suplen las constantes ausencias de Oswaldo. Fernanda operó con Rogelio Martínez Cázares los recursos del Seguro Popular durante el Gabinato. Se dio a conocer el tremendo quebranto pero lejos de investigarla, hoy reaparece en la vida pública como regidora del Morena.

Vaya, desilusión en la capital oaxaqueña por el efecto López Obrador.

Adiós a Emanuel
El caballeroso Emmanuel Toledo Medina, murió ayer en el hospital del ISSSTE en esta ciudad, a los 77 años de edad. Buena parte de su vida actuó como notario público en su natal Salina Cruz.
Amigo entrañable de muchos comunicadores, Emmanuel también incursionó en la política, fue presidente municipal de Salina Cruz y Secretario de Cultura del gobierno del estado. Descanse en paz.

El salto del chapulín
¿Qué oscuros intereses persiguen en San José del Progreso, Flavio Sosa, Germán Mendoza Nube y a todo el grupo de “antiminas” que dividen y generan violencia?

Es la pregunta que se hacía insistentemente Servando Díaz Vázquez, presidente municipal de esta población enclavada en el distrito de Ocotlán, cuando, hace dos semanas, nuevamente, estos expertos de la agitación social impidieron reabrir el palacio municipal cerrado desde hace casi 10 años cuando los “antiminas”, a decir de los vecinos, fraguaron el asesinato del entonces presidente municipal de San José del Progreso Ocotlán, Óscar Venancio Martínez Rivera, ocurrido el 19 de junio de 2010.

Es absurdo que “gentes ajenas al pueblo vengan a imponer su voluntad sobre nosotros que somos nativos”, expresaron los vecinos que, impotentes, acataron la decisión de los agitadores. El palacio municipal -la casa del pueblo- sigue cerrado y deteriorándose por la voluntad de los “fuereños” que llegaban en camionetas lujosas, último modelo. Otra rareza: los agitadores siguen persistentes pero la explotación minera no se detiene.

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