La Cuarta Transformación, la esperanza de México
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Editorial

La Cuarta Transformación, la esperanza de México

 


Andrés Manuel López Obrador ha sido un político diferente. Nos podemos referir a su lucha firme por llegar a la Presidencia de la República, ya que aunque no fue el primer hombre de la historia moderna en ser candidato a la Presidencia en tres ocasiones, sí ha sido el que más probabilidades ha tenido de triunfar y el único que lo ha logrado.

Podemos recordar también los 30 millones de votos que lo convirtieron en el presidente más votado de la historia democrática del país. Podemos referirnos también a su discurso político y a su estrategia de comunicación. Si algo llama la atención de los lemas de campaña que utilizó en las tres contiendas electorales en las que participó es que aún las recordamos. ¿Cuál fue el lema que utilizó Enrique Peña Nieto como candidato? ¿Cuál fue el que utilizó Ricardo Anaya? ¿Recuerda usted las frases “Por el bien de todos primero los pobres” o “la esperanza de México”. Gran parte del porqué estas frases se encuentran aún en nuestra memoria es porque tienen un fondo, porque fueron congruentes con el pensamiento de millones de mexicanos que respaldaron el trabajo del hoy presidente.

En un momento en el que la violencia homicida ha convertido al país en uno de los peores escenarios a nivel mundial, en el que los escándalos de corrupción no solo se sucedieron sin freno sino que mantuvieron en común el haber quedado impunes, en años, décadas en las que la pobreza se acentuó a grados históricos, a la par que la rapiña y el dispendio de recursos públicos se incrementaron, López Obrador resultó ser una esperanza, “la esperanza de México”.

Su discurso para confrontar al poder económico y para denunciar su peligrosa cercanía con el poder político, su forma de señalar las imposiciones y yerros de los gobernantes así como su propuesta de acabar con la corrupción y con el gobierno de pocos resultó no solo atrayente, sino auténtica.

Si bien es cierto que aún no quedan claros cuáles son los límites y alcances de las propuestas del gobierno que hoy inicia para detener la corrupción o para abatir la marginación social, las altas expectativas que ha generado en todo el país están vinculadas con un fuerte respaldo ciudadano y a un alto grado de confianza que podría ser irrepetible.

Andrés Manuel López Obrador si bien es una esperanza debe asumir la responsabilidad histórica de ser quizá “la última esperanza”, de poder ser la última ocasión en que los ciudadanos avalaron una forma democrática para cambiar el rumbo del país. Un fallo en esta ocasión podría resultar desastroso. Si es esperanza o última alternativa está por verse. Por lo pronto, este 1 de diciembre en el Congreso de la Unión toma protesta el político que mayores posibilidades tiene de conjuntar los anhelos de un país y concretarlos en un mejor país.


aa

 

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