¿Quién acabó con el país?
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Debates y Deslindes

¿Quién acabó con el país?

 


La única propuesta que tienen los defensores de la banca trasnacional y de la “estabilidad del país” que se manifiestan en la prensa y en los medios electrónicos es que todos los mexicanos que somos cuentahabientes sigamos pagando precios altos por los servicios que nos presta la banca. Nadie ha defendido a los cuentahabientes, prefieren que los millonarios banqueros sigan cobrando precios altos que no tienen en otros países, ni donde está su matriz. El mundo está al revés.

La consigna es muy cara, friéguense cuentahabientes, paguen a los bancos para que no se desestabilice el país. Nadie ha dicho que los bancos nos cobran más a los mexicanos que a los franceses, españoles, americanos o italianos por los mismos servicios. Toda la discusión se ha centrado en los movimientos de la bolsa y en el precio del dólar, los cuales no dependen sólo de las declaraciones de los legisladores mexicanos y futuros funcionarios, también del precio del petróleo, de las bolsas internacionales de Nueva York, Londres y Japón; del precio del acero y de las decisiones políticas que toma el gobierno americano para fortalecer su moneda.

Realmente, resulta trágico que los bancos tengan tantos defensores y los cuentahabientes no tengan ninguno.

Cuando presencio estos atracos con cuello blanco y no digo nada me siento como un mal mexicano que antepone los intereses nacionales y de la mayoría de la población a los intereses de unos cuantos capitalistas trasnacionales ¿Cómo es posible que yo proteste porque me roben y me cobren operaciones de usura y no piense en la utilidad y la magnificencia de la bolsa y de los bancos, que según la prensa mexicana son unas hermanas de la caridad que mantienen a este país…en la ruina?

Los bancos son las tiendas de raya del Porfiriato, me retienen mi salario y en lugar de pagarme en efectivo, en oro, plata, cobre, me entregan una tarjetita de plástico que no tiene más valor que tres pesos con cincuenta centavos y a mí me la cobran a 100. Así eran las tiendas de raya, el salario de los peones se pagaba directamente al dueño de la tienda y los mexicanos de esa época sacaban la mercancía, compraban, arroz, frijol, azúcar, ropa, cobijas y semillas a crédito, de tal manera que el dinero en efectivo nunca lo veían, las tiendas de raya —como ahora los bancos— eran los encargados de hacer esa operación y manejar el dinero en efectivo, para tener en una semi esclavitud económica a los trabajadores.

El modelo neoliberal llegó a los más extraordinarios y graves abusos y excesos en nuestro país. La banca solapada por gobiernos que tenían como objetivo esencial de su estrategia de desarrollo defender al mercado y que el mercado fuera el que rigiera nuestras relaciones, cometieron los peores excesos, se rescató a los bancos con el Fobaproa, se vendieron los energéticos, el petróleo, la minería, se ampliaron los plazos de las concesiones de la radio y la televisión sin que fuera el tiempo de hacerlo y se realizó una serie de negocios que tenían todo el tipo de ser negocio de fin de sexenio de los titulares. Nadie dijo nada de esto, Carlos Loret de Mola, como un ejemplo, nunca demandó, declaró, gritó sobre el saqueo que se hacía al pueblo.