Cincuenta mil. Sí, 50,000

Prometer no empobrece, dar es lo que aniquila.
-El Mapache Guasón

Es evidente que el tema de la inseguridad es el pendiente más importante en nuestro país.
Enrique Peña Nieto inició la formación de la «Gendarmería», a la usanza francesa, que no es otra cosa más una policía nacional con mando centralizado, mando único entiendo yo.
Sin embargo no se pudo cristalizar totalmente, y esa gendarmería que todavía existe es una suerte de parche en el uniforme de la Policía Federal.
A pesar de todo, la idea es buena y se debe seguir en su formación con insistencia e igual método de Gobierno a Gobierno.
No sabemos en que quedó la asesoría y asistencia de Francia.
Este asunto toma tiempo y recursos, y si AMLO continúa por ese sendero, bueno, mal que bien ya existe ese cuerpo de policía y hay que perfeccionarlo.
Recordemos que la famosa Guardia Civil española, casi perfecta según opinión de los especialistas europeos, tomó cosa de CIEN AÑOS en llegar a donde se encuentra, luego, en México, para mi es lo mismo seguir el modelo francés que el español.
En ese orden de ideas, y si el señor Presidente electo está pensando en una «Guardia Nacional», eso es otra cosa de lo que ya escribí la semana pasada en este espacio, entonces, en principio me gusta la idea de la convocatoria a cincuenta mil jóvenes para que se integren a las fuerzas armadas, pero no generalizando con distribuirlos entre Ejército, Marina, Policías locales y municipales, de ninguna manera,
Quiero entender que en esa suerte de desorden en que la idea ha sido presentada, AMLO al señalar «Mando Único», se refiere, imagino, a una policía eficaz que con el tiempo pueda regresar al Ejército a los cuarteles.
Integrar ese reclutamiento o conscripción de cincuenta mil hombres a la Gendarmería parece lo correcto, porque dicho en otra forma, básicamente el Ejército y la Marina están completos.
Claro, habrá que legislar para dar atribuciones a todos esos cuerpos, Policía Federal y Gendarmería, esta última y exagerando, yo la veo patrullando las calles de nuestras ciudades, en cierta forma rememorando a los viejos gendarmes de crucero, pero que entrenados y BIEN PAGADOS, puedan convertirse en un cuerpo eficaz, insisto, como la gendarmería francesa, la guardia civil española o los Bobbies ingleses.
Recuerdo con nostalgia que cuando asistía a la escuela primaria, y tomaba el camión urbano de la época, mi señora madre me decía: si tienes algún problema ve con el policía de la esquina y solicita ayuda.
Nostalgia pura, pero con los cincuenta mil, quizá ese es el camino.
Ahora bien, pregunto ¿De dónde va a salir el dinero para convocar, reunir, escoger, vestir, armar, acuartelas, dar de comer, entrenar -permanentemente- y pagar sueldos y prestaciones a esos jóvenes?
Caray, si solo pensáramos que el costo por individuo fuere de diez mil pesos mensuales para todo -y me quedo corto, pero muy corto- amigo lector, querida lectora haga números y se preocupará igual que yo ante la inmensidad de la tarea que le espera al nuevo Gobierno.
Yo también soy Pueblo.
Por allí nos encontraremos.