Imagen dañada de Oaxaca
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Editorial

Imagen dañada de Oaxaca

 


Estamos en el mes más representativo para los oaxaqueños. Cada julio se presenta la máxima fiesta que es la Guelaguetza. En los últimos años la fastuosidad y tradición de esta celebración y la gran demanda de la audiencia local, nacional y extranjera, ha obligado que se hagan más presentaciones y que se realice simultáneamente en diferentes municipios del estado tanto en Valles Centrales como en la Costa. En la capital del estado las Fiestas de Julio son muy significativas por la gran derrama económica que generan y con esto debería haber circulante, por lo que la economía de muchas familias de todas las clases sociales, así como consorcios y sus trabajadores se beneficiarían con la presencia de turismo. Todo pinta para que en economía de papel se llegue a la proyección de casi los 400 millones, con grandes presentaciones tanto locales como nacionales. El gobernador Alejandro Murat, parte de su gabinete y autoridades municipales de Oaxaca de Juárez han hecho pública esta intención y han realizado invitaciones por todos los medios tradicionales y digitales para que la gente visite el estado de Oaxaca.
Pero existen “detalles” que arruinan el maravilloso mosaico festivo de estos eventos. En la capital, la infraestructura urbana es deplorable, las calles y banquetas han pasado la factura por la falta de mantenimiento, por las obras inconclusas y por la precariedad de los materiales con que han bacheado las vialidades. Las banquetas son tan irregulares en el Centro Histórico que tanto los capitalinos y el turismo en general padecen al caminar. La imagen del Centro Histórico actualmente es triste, las paredes pintadas, la basura y la falta de iluminación en la noche y los manifestantes, los desplazados eternos que radican en los pasillos del Palacio de Gobierno, el bloqueo permanente de Armenta y López por integrantes de la Sección 22 frente a las oficinas centrales de la CNTE con sus mercado alterno de frutas y verduras y las taquillas de transporte en franca competencia con líneas comerciales, son sólo algunos “detalles” que dañan a la ciudadanía en general. Aunque quitaron las casas de campaña y los baños públicos del zócalo, éste sigue siendo un lugar peligroso. Por las noches, un par de decenas de menesterosos y personas enfermas de sus facultades mentales llegan a dormir a las puertas de los locales y con ellos una serie de personas del hampa a asaltar tanto de día como de noche. Urge atención del gobierno.

Descontento por obras de SAPAO

La realización de obras hidráulicas en diferentes puntos de la ciudad capital debería ser sinónimo de satisfacción por el bien social, pero en su lugar han provocado un enojo generalizado porque están en muchas partes inconclusas como en el Centro de la capital y en otros puntos como la colonia La Cascada, en donde el malestar colectivo es por las filtraciones constantes de aguas negras. Las tuberías necesitan ser renovadas en muchos sitios y dar mantenimiento a otras. En varios puntos de la ciudad los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Oaxaca (SAPAO) ha realizado obras tanto de drenaje como de agua potable, pero es cierto también que han dejado su finalización de manera indefinida, como en las calles de la parte baja del Centro Histórico en La Noria, Melchor Ocampo, Xóchitl, La Carbonera, Xicoténcatl, Manuel Doblado, entre otras, mismas que han quedado con baches y desniveles. Estas calles del Centro al igual que en la colonia Sabino Crespo carecen en varias partes de reencapetamiento asfáltico, provocando así un tránsito vehicular lento, sumado a que están cerradas algunas y los camiones de transporte público han tenido que modificar sus rutas para cubrir el servicio, por ende, se genera un tráfico insufrible.
Ante este panorama se suma el hartazgo social y los ciudadanos se sienten obligados a realizar actos dañinos como los bloqueos. La sociedad oaxaqueña ha copiado el modelo de los grupos chantajistas que constantemente toman las banderas sociales para anular las actividades en el estado en general. Los grupos sociales abanderados por las exigencias de muchas comunidades y los agremiados que sirven de grupo de choque para el que le pueda pagar sus honorarios por actividades vandálicas han sido el modelo a seguir para que el gobierno en todos los niveles los escuche. El violentar el derecho que tenemos todos los mexicanos a transitar libremente ha sido una agresión constante en Oaxaca, el atentar el Artículo 11 de la Constitución es parte del desarrollo de sus actividades, mismas que la ciudadanía tiene que copiar para que sus demandas sean atendidas. La falta de atención al cuidado del agua también ha generado que en muchas colonias sólo llegue el vital líquido una vez a la semana, pero esta situación es el resultado de la falta de conciencia del uso del agua, además de la ausencia de mantenimiento de las tuberías y que muchas obras de drenaje estén inconclusas en la capital.