Un vistazo al pasado
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Columna sin nombre

Un vistazo al pasado

 


Mis mejores deseos por la salud de Don Luis Echeverría Álvarez.
El Mapache Guasón

Cuando usted amigo lector, querida lectora lea estas líneas, faltará una semana exacta para las elecciones y escasos tres días para la campaña.
Durante la semana que ha transcurrido, los medios masivos de comunicación han referido sobre la salud del señor ex presidente Luis Echeverría Álvarez y lo declaran estable después de una “afección pulmonar”.
Don Luis es el decano de los ex presidentes de la República y sin lugar a dudas el más longevo.
Me viene a la memoria un spot electoral del señor López Obrador, en el que refiere que los ex presidentes cuentan con una pensión que él va a cancelar si gana las elecciones; sin embargo en el spot de marras habla sólo de Salinas, Zedillo, Fox y Calderón, y deja en el olvido a Echeverría.
Me pregunto. ¿Es intencional esa omisión?
¿Es involuntario el olvido o lleva jiribilla?
No lo sé, pero muestra una Vez más la ligereza de sus juicios, claro, a menos que considere que Echeverría sí merece la pensión.
Así las cosas, ya transitamos por estas campañas regidas por el INE, institución ciudadana y sin intervención alguna del Gobierno Federal, y sin participación en los estados de ninguna autoridad local, vaya, ni de los gobernadores y menos de los presidentes municipales.
En otras palabras, las elecciones, todas, las llevamos a cabo exclusivamente los ciudadanos.
Se conservan cuatro candidatos entre los cuales parece que El Bronco no alcanzará ni de cerca los votos necesarios para ganar, aunque desde luego ha sido en cierta forma la sal y pimienta del proceso.

La contienda por estos días y a mi juicio, será entre dos personas y dos concepciones políticas sobre la forma de llevar a buen fin un gobierno a saber: la que prefiere el intervencionismo del Estado y prácticas populistas, contra la que prefiere dejar que el Mercado decida sobre la Economía y desde luego las finanzas y negocios.
Recuerdo que en los tiempos de Don Luis Echeverría, el Gobierno participaba en todo, virtualmente e todo. Había cadenas de hoteles y restaurantes del Gobierno, cadena de cines a nivel nacional, y en una forma curiosa casi todos los negocios lícitos del gobierno se manejaban por medio de fideicomisos a cual más extraño e impenetrable, en tal forma que la transparencia brillaba por su ausencia.
El Banco de México dependía directamente de la Secretaría de Hacienda y la impresión de papel moneda se dirigía de acuerdo al humor y necesidades políticas del presidente en turno, y no de acuerdo a las necesidades económicas del país.
Así pasamos por altísimas tasas de inflación, por un valor exageradamente alto y falso de nuestra moneda, que obligó a que se eliminaran aquellos pesos y que circularan “nuevos pesos” hasta que la Economía se regularizo y empezamos a volver a la normalidad; hablo de hace cosa de entre cincuenta y cuarenta años.
Después del lamentable episodio de la “expropiación” de los bancos al final del gobierno de López Portillo, la posterior venta a capitales extranjeros USA, España, Canadá, China (Banamex, Santander Serfin, BBVA Bancomer, HSBC y otros) de todos los bancos, la Economía encontró un sendero de recuperación, al grado de que por aquellos días contaba el Banco de México con reservas de divisas en dólares de los Estados Unidos de América de aproximadamente cinco mil millones de esa moneda, para luego transitar bajo una férrea disciplina financiera, administrativa y fiscal hasta estos días en que contamos con cerca de doscientos mil millones de Dólares en reserva y un crédito del Banco Mundial para crisis de Ochenta mil millones de esos dólares, los que manejados por un Banco de México autónomo, da certeza al equilibrio a nuestra Economía que ojalá no se destruya por ligerezas de quien vaya a ser presidente.
Así las cosas, es obvio que he razonado mi voto y lo haré por quien considero la persona más preparada, balanceada emocional e intelectualmente y con una preparación académica notable; lo haré sin detenerme a pensar en partidos y es claro que me refiero a José Antonio Meade Kuribreña-

Yo también soy Pueblo.
Por allí nos encontraremos.