AMLO: Un mal mensaje
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Editorial

AMLO: Un mal mensaje

 


El sábado 16 de junio, el candidato de la coalición “Juntos haremos historia”, Andrés Manuel López Obrador, cerró su campaña política en Oaxaca con un acto masivo. Durante este evento dejó a los oaxaqueños un pésimo mensaje y la muestra evidente de que los abusos de los maestros de la Sección 22, son validados y hasta aplaudidos por dicho candidato a la presidencia. Mientras los demás candidatos han adoptado una postura mesurada en lo que se refiere a la educación que imparte el Estado, pero particularmente de los excesos que se cometen en donde la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) tiene injerencia, particularmente Oaxaca, AMLO ha reivindicado su papel de apoyar de manera enfermiza a dicho gremio, al cual, aunque suene contradictorio, ha echado en el mismo costal de sus soterrados enemigos: los charros que comulgan con Elba Esther Gordillo. Con una ignorancia supina, que evidencia desconocer lo que han padecido los oaxaqueños desde hace 38 años, cuando nació el Movimiento Democrático de los Trabajadores de la Educación (MDTEO), el tabasqueño pidió a los medios de comunicación “no satanizar a los maestros”, “no atacarlos ni descalificarlos”.

Durante más de tres semanas, los oaxaqueños vivimos acotados por bloqueos carreteros, afectaciones a las vías generales de comunicación, atentados en contra de la libre circulación en la capital, bloqueos a los accesos del Aeropuerto, a la Terminal de Autobuses de Primera Clase, centros comerciales, tiendas de autoservicio, plantón fantasma en el Centro Histórico y, sobre todo, el daño gravísimo a cientos de miles de niños (as) del sistema educativo oficial. Por fortuna, hoy regresan a clases al declarar un receso “en su programa de lucha”. Eso, obviamente, no lo ha visto ni ponderado “ya sabes quién”, que se atreve hablar de manera temeraria del magisterio, validando su eterna victimización. Sin duda alguna, López Obrador perdió más en Oaxaca de lo que había ganado. Ese discurso no de conciliación sino de burdo desconocimiento al rezago educativo, a los excesos, atropellos y atrocidades cometidas por el magisterio pseudo democrático y sus líderes corruptos, no era lo que esperaban los ciudadanos, hartos de ese cáncer social. Esperamos que pronto no sea el boomerang de AMLO. Es tanto como aliarse con la delincuencia que, a la larga, son una y la misma. Pero para miles de oaxaqueños el discurso en torno al magisterio caló hondo en al ánimo colectivo de manera negativa. Si lo que se trata es de ganar votos aliándose con vividores e irresponsables que ganan sin trabajar, no hay duda que se va en el camino equivocado.

Recurrente parálisis legislativa

La semana pasada, luego de la crítica ciudadana y mediática respecto a la forma en la que se ha venido desenvolviendo la LXIII Legislatura del Estado, en donde al menos 12 legisladores han abandonado su responsabilidad como representantes populares, finalmente los y las legisladoras que conforman la diputación permanente tuvieron sesión el jueves 14 de junio. Es tal el grado de desapego a sus funciones que quienes están en campaña ya sea para reelegirse o lograr otro cargo de elección popular, se han negado tácitamente a que sus suplentes entren en sustitución. Esto es, contra lo que dispone la Ley Orgánica y otros mandatos jurídicos, siguen cobrando sin atender los asuntos propios del Poder Legislativo. Es decir, ya no legislan, sino que andan en campañas de proselitismo. Lamentablemente no hay un recurso legal para hacerlos entrar al orden. Son quienes elaboran y aprueban leyes, pero las hacen a modo, para que nada les afecte. Es el caso de las operaciones que se llevan a cabo con el jugoso presupuesto asignado a dicho poder. Son más de 600 millones de pesos lo que les es autorizado cada año, de los cuales jamás rinden cuentas. Pero eso sí, designan a los miembros del Instituto de Transparencia, aunque ellos estén en otro estatuto.

En la sesión del jueves pasado, la citada Comisión Permanente eligió a los seis miembros que son los ciudadanos que se integrarán a la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), un organismo que a juicio de muchos, ya debería haberse reestructurado del todo. No obstante y como mencionamos hace unos días, los órganos autónomos no son tal. Se han convertido en cuotas de partidos políticos. Es el caso de los que fueron designados como consejeros ciudadanos de la DDHPO. Son parte de lo que el PRI, PRD y MORENA venían tramando desde hace tiempo: tomar para sí una cuota de poder en dicho órgano. La mayoría de las veces ello conlleva a que las acciones de los citados órganos autónomos estén etiquetadas en beneficio de actores o partidos políticos. En el rubro de la actual composición de la DDHPO, hay que ver nada más quienes tienen ahí mano para darse cuenta que eso de la autonomía es simplemente una farsa o una utopía. Y así como este caso, hay muchos dictámenes que han sido aprobados de manera superficial o al vapor, todo para que nuestros flamantes legisladores puedan seguir en la grilla, hasta que los despierte el proceso electoral del primero de julio.