Operativo Istmo: Tardío aunque necesario

1).- ¿Coyuntura electoral o certidumbre ciudadana?

En primera persona. Reconozco no ser especialista en temas de seguridad. Sólo un ciudadano preocupado. Observador de la degradación del país y el estado a raíz de la inseguridad. Crítico de la transmutación oaxaqueña de una entidad pacífica a una tierra de nadie. Escéptico de dependencias y corporaciones cuyo lema es el liberal laissez faire; laissez passer. Mandos proclives a nadar de muertito. No entrarle al bulto. Zacatones o autocomplacientes; recatados o temerosos. Oaxaca arrastra desde hace tiempo un mito: el de la entidad segura. No lo es. Durante los tres últimos años del gobierno de Gabino Cué, la inexperiencia y la incapacidad en las áreas de seguridad, contribuyeron a la descomposición de tres regiones: Istmo, Tuxtepec y Costa. La violencia y la muerte; el valemadrismo institucional y la impunidad se enquistaron ahí. Cuando inició el gobierno de Alejandro Murat, la podredumbre y hediondez de las operaciones criminales en dichas regiones, eran ya un secreto a voces. Pero tampoco se hizo nada. Al ejecutivo le han pintado un cuadro fantástico de paz.

2).- Juchitán, teatro criminal
Un aidememoire puede ayudarnos a ubicar en el tiempo la situación juchiteca. La riqueza istmeña contrasta con la inseguridad. El tufo del trasiego, el huachicoleo, trata, tráfico de indocumentados, secuestros, extorsiones y ejecuciones, no admite dudas. Y no es nada nuevo. Tiene muchos años. Miles y miles de moto-taxistas al servicio de la delincuencia. No sólo es la fatídica Séptima Sección. Es todo el entorno teco. Los gritos de petición de auxilio de empresarios y comerciantes sometidos, no han sido atendidos. Hay empresas que han cerrado. Otras han llegado ciegas de la realidad. Su optimismo se ha trastocado decepción. Están acorraladas por grupos criminales, bandas locales y organizaciones sociales, en complicidad con las primeras. Juchitán ha sido una realidad aparte. Una ínsula de impunidad en donde la muerte tiene permiso. Familias completas han sucumbido con formas aberrantes de tortura y ejecución. Y los operativos policiales sólo han respondido a situaciones de coyuntura. Como éste, que respondió a una demanda colectiva, pero también con premura electoral.

3).- Asesinatos por mayoreo
Sólo ejemplos: El 24 de abril, en la Colonia “28 de Marzo”, en el interior de una taquería fueron asesinados María Teresa Vega Terán, ex dirigente del Partido del Trabajo (PT); un sujeto de 47 años de edad, originario de Ejutla de Crespo y otro mal herido. La difunta estuvo ligada al ex munícipe Mariano Santana y a la invasión de tierras. Fue regidora de Mercados en el ayuntamiento teco. Su hijo, Sinaí Luna Vega Terán fue ejecutado el 9 de junio de 2016. Apenas el 25 de mayo, tres miembros de una familia fueron asesinados con saña en la colonia “Gustavo Pineda de la Cruz”. Familiares de las victimas identificaron al varón como Juan Torres, María Isabel Torres, presuntamente empleada de la CFE y un menor de once años de edad: Cristian. La madrugada del pasado 2 de junio, fueron ejecutados: Pamela Iztamaray Terán Pineda, candidata a la sindicatura por el Partido Revolucionario Institucional (PRI); la joven periodista, María del Sol Cruz Jarquín y el chofer y primo de la primera, Adelfo Guerra Jiménez. Pero el directorio de crímenes rebasa cualquier expectativa.

4).- Inversiones versus inseguridad
Murat Hinojosa ha sido un incansable promotor de inversiones. Las ZEE abren nuevas expectativas. La generación de energía limpia es un horizonte inexplorado para crear empleos y riqueza. Pero nada habrá de avanzar en una región históricamente con un gran potencial, que se desangra con una ola criminal ¿Cómo otorgar seguridad a los inversionistas y promover el despegue istmeño como pivote del desarrollo regional, con ese vertedero sangriento que pone en entredicho cualquier declaración o discurso de que vivimos en paz?

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:
—Con la renuncia de Francisco Montero a la Secretaría de Asuntos Indígenas (SAI), se agrega una dependencia más al catálogo de vacantes o “encargados del despacho”. La administración camina con lentitud y con esas indefiniciones lo será más.
—Así como la Anáhuac y el IESO realizaron su debate entre candidatos al Senado y a la presidencia municipal, respectivamente, no estaría mal que organismos empresariales hicieran un ejercicio similar. Bueno, es sólo una idea
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