La identidad cultural en la educación
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Opinión

Toltecáyotl

La identidad cultural en la educación

 


El Estado mexicano le ha amputado la memoria histórica y la identidad cultural ancestral al pueblo, para someterlo y explotarlo al mantenerlo en un estado “inconsciente”. Los mexicanos, teniendo estudios académicos o no teniéndolos, se encuentran históricamente, totalmente desvinculado de su identidad cultural ancestral. Oaxaca es el estado con mayor número de personas que conviven con la Cultura Madre de manera natural y cotidiana. Los niños oaxaqueños en las escuelas, no tienen la oportunidad de conocer la historia, cultura, sabiduría y valores de sus milenarios antepasados. El docente oaxaqueño, debe tener como misión fundamental en el aula, restituir la memoria histórica y la identidad cultural entre sus estudiantes, y activar una actitud comunitaria de revaloración del patrimonio cultural ancestral.

Para gobernar a un pueblo dócil y sin dignidad, se requiere amputarle su memoria histórica y su identidad cultural ancestral, para dejarlo amnésico, en calidad de zombi. Sin saber quién es él, cuál es su milenario origen, quienes fueron sus brillantes y sabios antepasados, cuáles sus admirables logros. Al quedar amnésico, no sabrá quién es él, en dónde está y menos le interesará saber a dónde desea ir. Frágil, inseguro y vulnerable, ese pueblo será apto para la injusticia, los despojos y la explotación.

La experiencia histórica nos dice que, en este país, todas las luchas armadas han sido para que unos les quiten el poder a otros, y todas las luchas políticas han sido que todo cambie para que todo siga igual. Lo único que puede cambiar el destino del pueblo es la educación. Pero una educación para la vida, una educación “propia-nuestra”, que permita a los seres humanos formarse en valores y principios propios, para encontrar el equilibrio existencial y la plenitud armónica, de manera personal, familiar y comunitaria.

Por estas razones, el magisterio consiente y crítico, tiene una alta responsabilidad histórica frente a los llamados pueblos originarios. Es el aula, la escuela, la familia y la comunidad, el espacio en donde se deben sentar las bases de la descolonización intelectual, cultural y espiritual del Estado de Oaxaca. Se requiere “Educar para el futuro con la sabiduría del pasado”.

Lo que hoy es México, forma parte de una de las seis civilizaciones más antiguas y con origen autónomo de la humanidad. La Civilización Madre se llamó en lengua náhuatl, que era la lengua franca, Anáhuac. Su territorio comprendía, desde lo que hoy es el país de Nicaragua, que significa “hasta aquí el Anáhuac”, en el Sur; hasta el Norte de Estados Unidos, incluyendo las islas del Caribe.

Todas las Civilizaciones Madre de la humanidad, se han creado en base a un sistema muy complejo de conocimientos, que fueron creados por cada pueblo a lo largo de miles de años. No solo el conocimiento, sino fundamentalmente, la sabiduría en la aplicación de este conocimiento en su proceso histórico. Ejemplos vivos de esta sabiduría y conocimiento los tenemos en países como China o India, que, en la actualidad, producen un estilo de vida y valores de carácter ancestral y le dan una personalidad muy característica a cada país.

El logro más elevado e importante de nuestra civilización Madre, fue un conjunto de conocimientos e instituciones que iban desde lo más elemental, como es la alimentación, hasta lo más elevado que es la trascendencia de la existencia en el plano energético. Esta sabiduría fue conocida como Toltecáyotl, y fue creada a lo largo de miles de años por todos los pueblos del Anáhuac, lo que propició uno de los logros más significativos de nuestra civilización, que es, “la unidad en la diversidad”, que nos ha dado, “un rostro propio y un corazón verdadero”. En efecto, todos los pueblos anahuacas comparten, -hasta nuestros días-, la misma “matriz filosófica cultural”, que les permite ser diferentes, unos de otros, pero al mismo tiempo, estar totalmente unidos en los valores y principios esenciales. La Toltecáyotl permitió alcanzar grandes logros en lo que hoy llamamos, “las ciencias”, como las matemáticas, la astronomía, la física, la química, la ingeniería, pero también en la medicina, la biología, la zootecnia. Grandes logros obtuvieron en la organización comunitaria, en donde crearon la democracia participativa más antigua de la humanidad vigente hasta nuestros días.

El docente mexicano en general, pero el oaxaqueño en particular, debería poseer los conocimientos para enseñarle a sus estudiantes, los logros culturales, científicos, artísticos de la Civilización Madre, que son aplicables a todos los pueblos y culturas ancestrales, para elevar su auto estima, la confianza en sí mismos a través del conocimiento descolonizado de la historia ancestral. Esta información no la tienen los profesores oaxaqueños y es necesario y urgente, que se les capacite en memoria histórica e identidad cultural ancestral. El futuro de Oaxaca está en el conocimiento y revaloración de su ancestral