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Energía sexual

 


La sexualidad, como un valioso potencial para alcanzar el desarrollo pleno de las personas, más allá de la mera relación física, fue expuesta en días pasados por el Gurú Javier Eugenio Ferrara y su esposa la psicóloga Gracia Belart en un encuentro con estudiantes de la Universidad Regional del Sureste.

Es un tema que va muy al fondo del ser humano que implica una relación responsable, un conocimiento profundo entre hombre y mujer para evitar conflictos posteriores, los cuales no quedan solamente entre las dos personas sino que trascienden en la sociedad, expuso el representante de la Red Cultural para la Fraternidad Humana.

El impulso sexual viene desde el origen mismo de la vida y nosotros somos fruto de ello, no lo inventamos los seres humanos, lo vivimos y le damos significados desde lo más bajo, a nivel superficial e instintivo, hasta lo más elevado, el espiritual, pasando por lo mental y emocional.

Abrir el alma es un tema muy delicado. Naturalmente el instinto usa el placer como anzuelo para que nos reproduzcamos, pero si solo escuchamos el instinto, no entendemos la naturaleza humana. Los seres humanos somos primates mamíferos, pero tenemos otras facultades por desarrollar. Los animales tienen su dignidad al tener sus relaciones sexuales, pero si nosotros los imitamos, es rebajarnos a solo ser primates, cuando hay mucho más, cuando puede ser un acto de gran acompañamiento.

El Gurú señala que las actividades de la sexualidad pueden quedarse muy bajito o subir de categoría. Cuando el hombre y la mujer comprenden que en una relación no se busca solo satisfacer un placer o intereses egoístas, sino en realidad algo en el alma de una persona que ayuda al alma de otra a abrirse para comprenderse, se estará trabajando entonces en otro nivel más humano.

La tarea no es fácil, lo reconoce, porque en la historia del alma humana hay de todo, desde lo más negro hasta lo más luminoso. Conocer a un ser humano es conocer a sus ángeles y sus demonios. Un alma siempre tiene las dos cosas. No deja de haber sorpresas en el camino: si hay más lazos de unión que de división o de diferencia, aquello puede continuar hacia un nivel superior.

Es la gran aventura la sexualidad en un ser humano, que la podemos vivir pobremente o con una riqueza maravillosa, dice el Maestro espiritual; depende si nos preparamos para ella. Muchos problemas sociales vienen de una mala relación de parejas, de la separación de ellas y más cuando hay hijos de por medio. Independientemente de los que se casan o viven en pareja, en los primeros cinco años el 80 o el 90 por ciento ya están separados, según las estadísticas.

Para la psicóloga e instructora de yoga Gracia Belart, la sexualidad es un potencial creativo extraordinario que se puede expresar de muchas maneras en ese intercambio con otro ser humano, de cuerpo y de alma, en proyectos creativos. Es una fuerza semejante al alto voltaje que es necesario encauzarla bien, de lo contrario puede llevar a las personas en picada o ayudar a subir la montaña, simbólicamente, caminar y ver con más perspectiva la vida.

Cada ser humano venimos con muchos rollos, porque la sexualidad la empezamos a aprender en casa, inicia desde el cómo vemos a papá y mamá y la relación que hay entre ellos, lo que nos deja huella, impresión e impacto, pero además aprendemos afuera, en el gran laboratorio de la vida. Hemos vivido cada uno de nosotros diversas experiencias, como la sexualidad reprimida en casa, la censura, el ocultamiento de la sexualidad, una energía de la que nos dotó la misma naturaleza. Por épocas venimos considerando la sexualidad de una manera distorsionada, aspectos que hay que revisar, aclarar y aprovechar.

Frente a las actitudes equivocadas, hay una de sabiduría que invita a conectar lo sutil con lo terrenal, con lo material, y con esos dos aspectos vivir, trabajar y caminar en la vida.

Dijo que nuestro cuerpo es un mapa donde hay tres esferas, tres centros energéticos: la zona genital, en nuestra pelvis; la espiritual, cerca del corazón y la luz en nuestra cabeza.

Esas tres esferas, explicó, tienen una frecuencia vibratoria donde tenemos la correspondiente a la parte animal e instintiva, la sabia y hermosa. La instintiva la podemos enlazar con la del corazón, un lugar donde llevamos al ser amado, a los hijos. De hecho, cuando vivimos el desamor, cerramos las compuertas del corazón y vivimos como robotizados, muertos en vida.

De las enfermedades degenerativas más comunes de nuestra actual sociedad, encontramos que muchas mujeres desarrollan cáncer en los ovarios y los hombres el cáncer en próstata; hay que revisar también cuáles son los significados que le hemos dado a los órganos vitales y aprender a manejar bien esa energía, a convertirla en la alegría de vivir, en creatividad para generar proyectos que sirvan a otros.

Gracia Belart habló de la búsqueda de una disciplina – ella la encontró en el yoga, otros la pueden hallar en el deporte, el baile, el canto, la jardinería, el cocinar, pintar, dibujar, etcétera- que nos dé equilibrio. Hay muchas opciones de dónde escoger.

Fue un tema abordado bajo una visión integral, con aportaciones y reflexiones que pueden servir por igual a mujeres y hombres. Se trata de una sexualidad bien entendida, encauzada y aprovechada, no solo de prevención de enfermedades o embarazos, que también es necesaria. Hay algo más en qué trabajar.