El estudiante 2.0
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Hagamos Conciencia

El estudiante 2.0

 


Los cambios en nuestras vidas, implican modificaciones que muchas de las veces no queremos hacer por perder el “status quo”, sin embargo, tarde o temprano vendrán, contigo o a pesar de ti.

El sonido de las pisadas aceleradas de un “jovencito” en las calles de la colonia reforma, que escucho a mis espaldas, me resultan conocidas, ese andar con cinco kilos de más sobre la espalda, por el pesado conocimiento que llevaba a cuestas esperando a ser leído y transferido a su memoria, me remonta a la época donde asistía a la escuela, para recibir enseñanzas de mis profesores, cuya paciencia estaba cada vez más mermada, por la creciente indisciplina que mostrábamos en aula y entre los pasillos, seguido, se escuchaban los varazos que zumbaban a veces cerca y a veces sobre mi persona, no sé, si merecidos o no, pero todos con la intención de aquietar el espíritu considerado rebelde en esa época.

No puedo asegurar que esa forma sea la mejor manera de enseñar, pero puedo decir que esa forma de expresar la impotencia de controlarnos usada por nuestros profesores acompañaba de la ola de chanclazos (no fue mi caso) que nuestros padres nos daban por no haber hecho caso a nuestros profesores, (que en aquellos tiempos eran ejemplo de respeto), ya se está terminando.

La escuela, era el lugar que se acompañaba de espacios reducidos a “cuatro paredes”, entrabas y se cerraba una reja, que delimitaba a aquellos que recibirían cátedra, de los que podían andar “sueltos” en la calle, debía de ser de esa forma (y aún lo es), para cuidar de la integridad de cada uno de nosotros; nos concentraban en otras cuatro paredes, para evitar el bullicio de las demás actividades que aún no podíamos recibir o podrían distraernos de lo que ese día debíamos recibir, ya frente al profesor, comenzaban las estrategias para que el alumno, aprendiera a leer, comprender, deducir, simplificar y expresar lo que hubiese sido significativo para construir sus “herramientas de vida”; algunos optaban por hacer que sus estudiantes se aprendieran de memoria las cosas, supongo que con la intención de que descansara la conciencia de los profesores, al saber que sus alumnos ya se les había fijado el conocimiento o a lo mejor porque así lo ameritaba la materia.

¡Cuánto han cambiado las cosas!, poco a poco se van dispersando las formas en que aprendimos en nuestra época, a las nuevas formas o debería decir a la evolución de la manera en cómo creemos que debería de ser ahora, el estudiante versión 1.0, si me permite la expresión, al que se le pegaba para llamar su atención y someterlo, para que entendiera lo que es disciplina y se aquietaran unos instantes sus ímpetus, ya no es opción, en nuestros tiempos, se requiere de profesores con un desarrollo de la inteligencia emocional, para lograr que alguien entienda que el asistir a la escuela, va en beneficio de todos, se requiere de profesores con la sapiencia de aquel que conoce para que sirve lo que está transfiriendo y logra convencer a los del grupo a través del verbo, que deberían tomarlo en cuenta.

El estudiante 1.0, ha muerto, estamos frente al estudiante 2.0, aquel que se interesa más por lo que pasa fuera de esas “cuatro paredes”, aquel que tiene una ventanita al mundo a través de su celular, Smartphone, Tablet o computadora (con manzanita o sin manzanita), aquel que ve la realidad de su mundo entre bits, que se entera lo que sus amigos o conocidos están haciendo a miles de kilómetros de distancia y prácticamente en tiempo real, ese ser humano, que está siendo “colonizado” a través de internet y que considera que esa es la realidad de su mundo, ¿cómo traerlo a esas “cuatro paredes”?

El asunto no es sencillo, para un profesor que nunca rompió el molde del estudiante 1.0, que considera que la forma en que aprendió, es la ideal, porque lo formó, y desea con todas sus fuerzas que esa forma de enseñar, no se venga abajo, se aferra con uñas y dientes, para evitar que se pierda su coto de poder, ese que ha desarrollado a lo largo de muchos años y que le ha funcionado y se junta con otros profesores 1.0 que les convence el hecho de seguir con su “status quo” y se forman brigadas en contra del uso de la tecnología, satanizándolas para tratar de convencer (antes someter) al estudiante y también al padre de familia de evitar su empleo.

Desde luego el estudiante 2.0, tiene que sopesar entre estas realidades, asistiendo a lugares en donde debe leer algo que no sabe para qué y busca el momento, el instante, para conectarse con su realidad, la WEB y las redes sociales, donde “sin querer” se forman sus actuares, de acuerdo a lo que ven, oyen, tocan, disfrutan y algunos hasta aseguran que saborean, la modernidad líquida, que nos describe Zygmunt Bauman.

Este nuevo estudiante, requiere de un profesor 2.0 y quizás un profesor 3.0, que sepa utilizar lo que hay en sus realidades y las traiga al aula, donde pueda hacer uso de sus “inteligencias múltiples” como lo menciona Howard Gardner en su libro Inteligencias múltiples: la teoría en la práctica, para lograr que aquella persona (estudiante) que espera una “herramienta de vida”, le ponga la atención y se convenza de la importancia de actuar en comunidad, en sociedad, por amor al prójimo, comprendiendo la importancia de los valores, las buenas prácticas y distinguiendo su contraparte, que el uso de las tecnologías deberá ser una herramienta para lograr avances en su formación como profesionista y como persona de bien, guiarles en el camino de lo que es el conocimiento sin descuidar la virtud y la ciencia, construir una sociedad, basada también en la importancia del otro, no sólo a través del “meme”, del video chusco, del Whatsapp, del Facebook, Twitter, Instagram o cualquier otra red social, sino a través del deporte, de complementar su lectura con libros impresos, aquellos cuyo olor es extraordinario cuando los ojeas, de ver al otro ser humano, que es tu vecino, tu amigo, tu familia, tu madre o padre, que requiere de afecto, de piel con piel.

Hace falta sumarse a las condiciones actuales de vida, no sólo cambiar a lo tonto, por miedo o por no querer perder su zona de confort, ánimo profesor 1.0, evolucione, entre más rápido mejor, sus alumnos 2.0, que son el presente, lo agradecerán.

Por cierto, en ningún momento en este texto, me refiero a las personas por sexo, lo hago usando el concepto de género como una significación cultural que hace referencia a un conjunto de roles, para evitar herir susceptibilidades. Twitter@g_vasquez