El debate

Arriba Juan, te toca bloquear la carretera. El Peje.
-El Mapache Guasón

No hay otra cosa para este domingo en nuestra democracia que el debate.
Aunque estos encuentros no resuelven nada, igual que las encuestas y las comisiones de Derechos Humanos, en cierta forma dará a los indecisos una imagen más clara acerca de la verdadera personalidad de los candidatos.
Será difícil que quienes están disfrazados conserven el embozo, ya que las cámaras encueran a los hipócritas y mentirosos.
Serán cinco los elefantes que se columpien sobre la tela de una araña, y podrán llamar a un compañero.
Me da la impresión que el blanco de Meade, Anaya y El Bronco, será sin lugar a dudas López Obrador.
Si Meade y Anaya se pelean entre sí, favorecerán al Peje; si ambos se dedican a señalar a López Obrador en sus clásicas debilidades, avanzarán en sus propósitos de bajarlo de la nube en la que se encuentra.

El Talón de Aquiles del Peje es sin lugar a dudas su necedad, además de sus obstinaciones a saber: impedir la construcción del nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México, echar abajo la Reforma Educativa igual que la Energética, y otorgar amnistía a los criminales.
Aquello de vender el avión presidencial y la flotilla de aviones federales es francamente una vacilada.
Ahora bien, parece que si el fajador de entre los cinco, El Bronco, enfila sus baterías contra El Peje, pudiera marcar el camino de este debate.
Por su lado Margarita debería dirigir sus obuses contra Ricardo Anaya, y así podría jalar los votos panistas de aquellos azules que aún no deciden por quién de ellos votar.
Por su lado López Obrador, quizá se mantenga a la expectativa y espere los ataques inminentes para contestar de acuerdo a su estilo; desde luego debe ir preparado para sostener el criterio de impedir la construcción del aeropuerto, en lo que no vemos cómo podrá defender lo indefendible.
También y a mi juicio, la Reforma Educativa es de la aceptación mayoritaria de padres de familia y maestros, claro, salvo los disidentes de las secciones radicales de la autodenominada CNTE, Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.
Los ojos del mundo inversionista, las calificadoras financieras e instituciones de crédito, tienen los ojos puestos en México, para saber a tiempo, si se conservan las políticas modernas de PEMEX, o si regresamos al pasado en donde esta empresa era un monopolio de estado.
En fin, si no tiene usted amigo lector, querida lectora otra cosa que hacer este domingo, sintonice la estación de televisión de su preferencia y tome nota de lo que sucederá en este primer paso que enfrentará a los aspirantes a ocupar la embrujada silla del altiplano.
Yo también soy Pueblo.
Por allí nos encontraremos.