Temporada vacacional en puerta
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Editorial

Temporada vacacional en puerta

 


Este fin de semana inicia el periodo vacacional de la Semana Santa. Iniciará el arribo de miles de visitantes del país y el extranjero que no obstante la mala publicidad que a veces se da a nuestro estado, llegan a conocer la vasta riqueza cultural, monumental, artística y gastronómica que Oaxaca le ofrece al mundo. Los puntos más socorridos para el turismo es el triángulo que forma la ciudad de Oaxaca y los Valles Centrales, Puerto Escondido y Huatulco. Desde hace al menos un par de meses, en los destinos de playa se encuentran agotados los espacios de hospedaje, un poco más que en la capital oaxaqueña. La Secretaría de Turismo se alista para recibir a los visitantes. No hay que olvidar que independientemente de las actividades de corte religioso que se dan en los Valles Centrales y que representan un gran atractivo para el turismo extranjero, existe asimismo un abanico de opciones en nuestros destinos de playa. Sin embargo, nunca faltarán los abusos que se dan por parte de malos prestadores de servicios. Dichos abusos en lugar de alentar la afluencia y la derrama económica, las inhiben, habida cuenta de que una parte importante de la promoción de nuestros destinos se da en conversaciones familiares o de amigos.

Siempre hemos insistido en que la responsabilidad de alentar, promover y publicitar nuestro estado como un destino turístico de altura, no es solamente del gobierno o de la dependencia que tiene a su cargo este rubro, sino una labor corresponsable, en la que tienen que entrarle también las cámaras y asociaciones de hoteles, moteles, restaurantes y agentes de viajes. Hay una tendencia ancestral al paternalismo, a esperar todo del gobierno, pero en cualquier parte del mundo, son los empresarios –los principales beneficiarios- quienes participan de la mano del gobierno. Sin duda alguna, los tiempos actuales no son de bonanza económica como antaño. He ahí el por qué sería una opción justa que la Secretaría de Finanzas, a donde llegan los impuestos para el hospedaje que se cobra en los hoteles, debe reintegrarlo a la Secretaría de Turismo, a fin de llevar a cabo campañas masivas de publicidad que, en breve, pueden convertirse en una mayor afluencia de visitantes, un promedio de estancia de más días y una derrama económica más generosa. Además, hay que decirlo con todas sus letras: “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.

Crímenes, asaltos y abusos

Cual si fuera una burla a las corporaciones que han montado operativos para disuadir la comisión de asaltos, robos y asesinatos, la delincuencia no tiene descanso. Justo cuando se montaba dicho operativo, un hombre fue ejecutado a la altura del Periférico y el Fraccionamiento San José La Noria. Los robos y asaltos han continuado, lo que hace suponer que los delincuentes deben saber al dedillo los movimientos de las corporaciones. No es casual que la maña –como se le dice vulgarmente- infiltre a las policías. Ello ocurre en todo el territorio nacional. Es cierto, pero hay que reconocer que sólo en los dos últimos años, la delincuencia se ha disparado. Algunos de los que han sido detenidos en flagrancia son originarios de otras entidades del país. Es decir, vienen de fuera a delinquir. Hace unos días, justo cuando se puso en marcha el operativo de seguridad, se cometieron en la capital oaxaqueña, al menos cinco asaltos. Ello implica que, habrá de reforzar esos mecanismos de seguridad, pues al paso que vamos y con tanto delincuente suelto, poco podemos esperar que las cosas se calmen o aminoren.

Un tema que también ha estado en tela de juicio y en la crítica ciudadana, son los abusos que se cometen en bares, antros nocturnos y otros que prestan el servicio nocturno. Muchos de ellos no sólo están en la mira de las autoridades por estar incluidos en los corredores de la droga sino incluso por vender bebidas alteradas, distribuir estupefacientes o ponerle sustancias a las bebidas para embrutecer a los clientes. Se sabe por ejemplo, que durante los operativos que se llevaban a cabo en la pasada administración municipal, hubo lugares en donde los desperdicios de cerveza u otras bebidas se ponían en un recipiente, las cuales eran usadas para darle a los clientes que por su misma embriaguez, ya no podían distinguir la clase de bebida que se les servía. En otros antros, al hielo se le ponen sustancias que al contacto con la intemperie generan humo y son nocivas para la salud. Pero la última es que los guardias de seguridad de un conocido bar en la Colonia Reforma, tundieron a golpes y cadenazos a un grupo de turistas de la capital del país, provocándoles heridas serias. ¿Será ésta nuestra carta de presentación al turismo, a unos días de que llegue la temporada vacacional de Semana Santa? De no sancionar las autoridades, entonces estamos mal.