PEMEX: ¿Negligencia o justificación?
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Editorial

PEMEX: ¿Negligencia o justificación?

 


Estamos ciertos de que los efectos de la tormenta tropical “Beatriz” la semana pasada y en ésta, los coletazos demoledores de “Calvin”, causaron severos daños en la región del Istmo de Tehuantepec, específicamente en la ciudad y puerto de Salina Cruz. Tuvimos asimismo con oportunidad, el pasado martes, las fotografías y videos de la Refinería “Antonio Dovalí Jaime”, cuyas instalaciones estaban totalmente inundadas, así como la labor de bomberos y trabajadores, así como las del incendio del pasado martes. Sin embargo, las primeras notas aclaratorias de la paraestatal resultaron contradictorias.

En principio, el Gerente de la paraestatal en Salina Cruz, Rogelio Ríos Benítez, afirmó que el siniestro había ocurrido por el derrame del contenedor de 500 mil barriles de crudo en el área de contención de un dique. Afirmó que no había riesgo para la población y que PEMEX tenía ya controlada la situación. Al mediodía, la paraestatal informó que debido a las inundaciones registradas un día antes, se dio el desbordamiento de las presas de residuos y el derramamiento de aceite, los cuales alcanzaron un punto de ignición que provocó el incendio.

En opinión de PEMEX todo se debió a los efectos de la inundación, por lo que personal de diversas áreas estaban ya realizando maniobras para controlar la situación. Sin embargo, al filo de las 13 horas, trascendió que el humo tóxico que emanaba de la refinería, podía provocar daños en la salud, además de la incesante lluvia, por lo que, los organismos de protección civil, acordaron evacuar a miles de habitantes y ponerlas a resguardo en refugios y albergues.

Por la noche, en conferencia de prensa en el aeropuerto de Ciudad Ixtepec, el gobernador Alejandro Murat, acompañado del director general de PEMEX, José Antonio González Anaya y el presidente municipal de Salina Cruz, Rodolfo León Aragón, hicieron algunas precisiones en torno a la responsabilidad de la paraestatal en el siniestro, que puntualizó el mismo titular de la misma. Se hizo hincapié en que el incendio, a las 20:15 horas del pasado miércoles estaba controlado pero no sofocado.

Ayer por la mañana, fuentes de la paraestatal informaron que se laboraba para desactivar el siniestro. Por su parte, el ejecutivo estatal dio la certeza de que no representaba mayor problema para la población, además de anunciar algunas acciones para normalizar la situación entre la sociedad civil. Ayer reconoció el fallecimiento de un trabajador. Es prudente mencionar que esta situación debe poner a PEMEX a trabajar con seriedad en torno a los mecanismos de seguridad y el entorno ecológico, pues además de este desafortunado incidente, las denuncias respecto a la contaminación de bahías y riberas del Pacífico, ha ocasionado gravísimos perjuicios a la población, a la fauna y a la flora.

Buitres en la tragedia

Cuando Oaxaca se encontraba pasando por uno de los momentos más críticos de su pasado reciente, gracias a los efectos de “Beatriz” y luego de “Calvin”, que han devastado miles de viviendas, destruido cerca de 40 caminos y carreteras y dejado en la calle a miles de damnificados, pero además, luego del siniestro en la Refinería “Antonio Dovalí Jaime” de Petróleos Mexicanos (PEMEX) en Salina Cruz, en la capital oaxaqueña, nuestros insignes y bien ponderados mentores de la Sección 22, haciendo su marcha conmemorativa del 14 de junio y algunos tratando de revivir la tristemente célebre Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO). Uno de los rescoldos de esa farsa de insurrección, Marcelino Coache Verano, pretendió rememorar aquel año, al agredir sus huestes a un agente de vialidad, a quien golpearon en tumulto Oportunistas y mediocres; vividores de la limosna oficial, al igual que Macario Otalo Padilla, devinieron para la opinión pública simples buitres en medio de la tragedia que viven centenas de comunidades que han quedado aisladas por el mal tiempo. Si en verdad su bandera es el pueblo, ¿qué hacían estos mercenarios de la lucha social en las calles de la capital, pidiendo la satisfacción de sus demandas?

Lo relevante de todo ello es que tanto el magisterio como las organizaciones sociales que encabezan estos vivales, están de espaldas al pueblo. Éste los rechaza, los abomina. La mayoría de estos falsos redentores sociales están exhibidos, al descubierto y desenmascarados, ante su postura de indolencia, se oportunismo, de veleidad. Son demagogos, farsantes y conllevan ya el Sambenito del soborno y la dádiva, que es lo que buscan del gobierno. Ojalá el gobernador Alejandro Murat no solamente les cierre las llaves del presupuesto sino que en pos de gobernar un estado libre, aplique la ley. Ya basta de saqueadores del erario que, sin representación legal alguna, se asumen los salvadores del pueblo, aprovechándose de la ignorancia de algunas comunidades. Los oaxaqueños -que lo entiendan en el gobierno- ya no queremos estos lastres, que con la bandera de la redención social y de la educación popular, como el caso de los grupos que militan en el Cártel-22, sigan succionando de la ubre oficial, lo que no son capaces de devengar en las responsabilidades que tiene asignadas. Y ayer, hasta los taxistas de la UTEO se unieron a la cargada de indolentes y torpes chantajistas.