Gobierno abierto
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

Sendero

Gobierno abierto

 


No siempre las acciones de gobierno son bien recibidas por la ciudadanía cuando no satisfacen sus necesidades o existen de por medio un juego de intereses y vicios de comunicación que impiden realizar un ejercicio de gobierno sano y transparente, sobre todo cuando se trata de la administración de recursos económicos, punto neurálgico para que se dé cualquier tipo de inconformidades.

Parece que tenemos ahora una sociedad más participativa que exige a sus gobernantes mayor transparencia y más responsabilidad en sus actos, pero el ciudadano se queda aún corto como lo explica el licenciado Rafael García Leyva, director de Gobierno Abierto del Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de Oaxaca (IAIP).

“No sólo se pretende que la población participe al momento de ejercer su voto y que sean los representantes quienes se encarguen de dirigir el rumbo de los asuntos públicos; en su lugar, lo que se busca con la implementación del Gobierno Abierto es que las y los ciudadanos se coloquen en el centro, que sean ellos quienes establezcan cuáles son los problemas que más les afectan, participando activamente en la elaboración, implementación y evaluación de las políticas públicas, lo que se traduce directamente en la consolidación de una sociedad más informada y más participativa.

De esta manera, se fortalecen los procesos políticos entendidos como la toma de decisiones públicas para el bien común y no como “el juego de poder” entre candidatos y partidos políticos, es decir, se transforma a las administraciones públicas con base en los principios de transparencia y acceso a la información, rendición de cuentas, participación y colaboración ciudadanas e innovación y tecnología”.

García Leyva dio recientemente una conferencia sobre el tema en la Cámara de Diputados con sede en san Raymundo Jalpan, ante diputados, asesores técnicos y estudiantes universitarios, donde señaló los beneficios más destacados que trae consigo la implementación del modelo de Gobierno Abierto en nuestro país, particularmente en Oaxaca.

Entre ellos están los siguientes: mejor desempeño de los gobiernos en los ámbitos que lo conforman; gobiernos más transparentes con base en la difusión de conocimiento público, lo cual permite una participación activa e informada por parte de la sociedad y mayor rendición de cuentas.

De igual manera un fortalecimiento de la participación ciudadana en los asuntos públicos; mejora en capacidad de respuesta de los gobiernos hacia la población; mejora en la calidad de servicios públicos y fortalecimiento de la democracia en cuanto a la recuperación de confianza ciudadana en las instituciones públicas y en el pleno respeto de los Derechos Humanos.

Lo que parece nuevo y tiene un proceso lento de asimilación en Oaxaca ya se aplica en diferentes partes del mundo y en nuestro país. El funcionario del IAIP señaló que este modelo se ha implementado en diversos países desde el 2011. La Alianza para el Gobierno Abierto (AGA) fue fundada por ocho países: Brasil, Indonesia, México, Noruega, Filipinas, Sudáfrica, Reino Unido y Estados Unidos, mismos que anunciaron la constitución de sus Secretariados Técnicos y posteriores lanzamientos de su Plan de Acción Local (PAL).

En la actualidad, 65 países trabajan en la consolidación de compromisos para hacer sus gobiernos más abiertos y transparentes y de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), 26 entidades federativas de nuestro país participan en esta gran tarea y 17 han instalado sus Secretariados Técnicos, lo que refleja un esfuerzo para atender los reclamos justificados de la población, pero ésta debe participar aún más de manera consciente y ordenada, no precisamente en marchas y bloqueos.

Si gobierno y ciudadanía marcháramos juntos, no importa si los gobernantes salieron de tal o cual partido político, otro gallo nos cantaría. Pero no. Nos seguimos desgastando unos contra otros. Por qué no le sacamos mejor jugo a los instrumentos institucionales que tenemos a nuestro alcance, en lugar de seguir con las prácticas viciadas, nada constructivas, a las que estamos acostumbrados.