Los clásicos chantajistas
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Editorial

Los clásicos chantajistas

 


Sujetos vivales como Javier Aluz Mancera, que formó un membrete con las supuestas desplazadas triquis y denominó “Sol Rojo”, se dedicó durante toda la semana anterior, a fastidiar a la ciudadanía de la capital. Éste es el dirigente no las mujeres que supuestamente aparecen al frente de las marchas y los bloqueos. Como los cientos de vivales que pululan alrededor de las llamadas organizaciones sociales, Aluz Mancera sólo ha venido a estirar la mano y pedir recursos. La pregunta es ¿para qué? Sin embargo, con una impunidad inaudita va de oficina a oficinas de gobierno; manotea; emplaza y amenaza a los funcionarios o, en el peor de los casos, secuestra a servidores públicos boqueando los torniquetes de las Ciudades Administrativa o Judicial. No sólo éste nos fustigó la semana pasada y con certeza cualquier día de éstos, sino asimismo, “Antorcha Campesina”, que dirige Gabriel Hernández. ¿Sabrá el lector cuánto pide este sujeto, presuntamente para obras en las comunidades en donde su organización ha sentado sus reales? Nada más ni nada menos que doscientos millones de pesos. Obvio, de esa cantidad –y aunque se dé baños de pureza y honestidad- el principal beneficiario es él mismo, pues posee empresas constructoras.

Lo que molesta a la ciudadanía es que dichos dirigentes acudan a los métodos comunes del chantaje, el bloqueo y la extorsión. Ayer correspondió al Frente Popular Revolucionario (FPR), que encabeza el beligerante Germán Mendoza Nube, hacer de las suyas. No sólo los maestros afiliados al Cártel 22 se han perfilado como los principales látigos de la sociedad y la educación, también los grupos mencionados, los cuales forman parte de un gigantesco directorio de organizaciones, todas las cuales viven de la limosna que les otorga el gobierno estatal. Están pues, mal habituadas a obtener recursos frescos y dinero a manos llenas. Cuando se los niegan recurren al manido método del chantaje. Diversas voces de la sociedad civil han insistido en que para acabar con este comercio ilegal y tráfico de favores, el régimen de Alejandro Murat debe terminar con esa práctica infame de tipo clientelar. A quienes se asumen como dirigentes no entregarles ningún peso, salvo que tengan como respaldo a las autoridades municipales de las comunidades en donde dicen tienen presencia. Además, aplicarles las políticas de transparencia y rendición de cuentas que prevalecen en el sector público. Cada peso que se otorga no debe ir a fondo perdido, sino solventarlo con facturas y recibos. Un factor que influyó en los desvíos millonarios que se acreditan al gobierno de Gabino Cué, es precisamente la forma tan burda en la que se entregaron recursos a dichas organizaciones.

Crímenes y ejecuciones al alza

Nuestro pesimismo contrasta con el optimismo de los responsables de la seguridad pública en Oaxaca. Mientras en EL IMPARCIAL. El Mejor diario de Oaxaca, que desde su fundación hace sesenta y seis años, recoge puntualmente el sentir y el dolor del pueblo oaxaqueño, estamos de manera constante llamando la atención respecto al clima de inseguridad que se vive en la entidad, tal parece que en las estructuras de mando del gobierno estatal, todo camina sobre ruedas o al menos, “aquí no pasa nada”. Sin embargo, la realidad ha superado a la ficción. Los asesinatos por parte de bandas delictivas han llegado a la capital oaxaqueña, en tanto que la Cuenca del Papaloapan y el Istmo de Tehuantepec, siguen perfilándose como un espacio mortuorio. Apenas el sábado pasado, dos hermanos fueron ejecutados en la Séptima Sección de Juchitán de Zaragoza. Al día siguiente, en un camino de terracería entre las poblaciones de San Francisco Ixhuatán y Rincón Juárez, en jurisdicción de Santo Domingo Zanatepec, fueron encontrados los cadáveres de al menos ocho personas, todos con el tiro de gracia en la nuca. Lo anterior resulta preocupante, habida cuenta de que el ejecutivo estatal sigue promoviendo a Oaxaca como un lugar seguro para invertir, particularmente en la región del Istmo de Tehuantepec.

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La semana pasada, por ejemplo, Alejandro Murat participó en la Séptima Edición de “Mexico Wind Power 2018”, donde presentó a industriales y hombres de negocios, una agenda y portafolio de inversiones en materia de energías renovables, con el objetivo de atraer mayor capital del sector público-privado a Oaxaca. Según expertos, se trata del único evento organizado por el Consejo Global de Energía Eólica (GWEC) y la Asociación Mexicana de Energía Eólica (AMDEE). El ejecutivo estatal dio una conferencia y sostuvo encuentros con inversionistas de empresas de México y del extranjero, entre ellos, SIEMENS Gamesa, EDF/ Électricité de France, Acciona, Eólica del Sur y Mitsubishi, a quienes presentó las potencialidades con que cuenta el estado en el sector de proyectos energéticos renovables -eólica, solar e hidráulica-. No obstante, la inseguridad y el alto índice de criminalidad que se está dando en la zona, bien pueden hacer abortar los buenos propósitos del ejecutivo estatal, sobre todo a raíz de que ya se han puesto en marcha las Zonas Económicas Especiales (ZEE). Algo tienen que hacer las dependencias responsables de la seguridad pública, más que minimizar hechos como los descritos.