Viene Meade

Un priismo desencantado, sin emoción de campaña electoral, recibirá el próximo domingo a su candidato presidencial José Antonio Meade Kuribreña. Ni los empleados del PRI están entusiasmados. Les adeudan el aguinaldo y no les han pagado su salario de enero. Así anda el otrora partidazo, desfondado.
No son pocos los analistas que coinciden al decir que la campaña presidencial de los tricolores no aglutina, no calienta, no convence entre la militancia priista. Y en Oaxaca, menos.
Estará Meade en la capital oaxaqueña el próximo domingo. Visitará uno de nuestros tradicionales mercados y se reunirá con la militancia. Es lo que dice el dirigente Germán Espinoza pero, hasta el momento, sus colaboradores no le ven ganas de que sea realmente un encuentro expresivo con los activistas. No es lo mismo llevar acarreados sin entusiasmo que ver a los priistas espontáneos, con gritos eufóricos. Veremos cómo reaccionan ante Meade.
Por lo pronto, los mismos empleados del PRI se ven indolentes en la organización. No pueden estar contentos porque, me dicen, es la hora en que no les pagan aguinaldo del año pasado ni el sueldo del mes de enero. Ah pero que tal la lujosa camioneta de su dirigente y la de su esposa. Casi un millón de pesos por unidad. Ofende tanta ostentación ante los empleados casi menesterosos.

La farsa del juicio
Como casi todo en política, en el tema del juicio político contra Gabino Cué que fue el gobernador más ladrón que se conozca en la historia de Oaxaca, hay más ruido que nueces.
Desde que la bancada del partido Morena en el congreso local y otros diputados del PRI y del PAN que son verdaderos lisonjeros de Gabino, empezaron a maniobrar para atajar el juicio, muchos oaxaqueños están convencidos de que se trata de una mera simulación, que sus anhelos de justicia quedaron en el basurero del congreso.
La única legisladora ‘pejista’ que continuó con el trámite es María de Jesús Melgar Vázquez pero su actitud despierta sospechas porque publicó dos edictos para emplazar a Gabino pero no tienen la firma de todos los miembros de la Comisión Instructora. Esta omisión, disfrazada o real, ya generó conflicto con sus mismos compañeros ‘pejistas’.
La acusan de que sin la aprobación de los demás miembros de la Comisión Instructora y sin aviso a los integrantes de la Junta de Coordinación Política, ordenó la emisión de los edictos para emplazar a Gabino Cué. El error fue que el documento solo fue firmado por ella y el segundo integrante de la comisión. La tercera firma de la diputada Paola Gutiérrez Galindo, quedó en blanco.
Aun así, María de Jesús publicó los edictos en una acción sesgada, meramente de interés partidista dado que ella quiere otra candidatura por el distrito de Santa Lucía. Tal actuación provocó malestar entre los diputados que realmente quieren impulsar el juicio político contra Gabino. Además de reclamarle su proceder, están pidiendo su remoción como presidenta de la citada Comisión legislativa.
Los expertos calculan una mala jugada porque los edictos no fueron requisitados debidamente, con todas las firmas. Falta saber que contesta el saqueador Gabino que ha de estar riéndose de la pifia.

Improcedente
Aunque el juicio político tiene más efectos políticos y mediáticos que sanciones penales, sentaría precedente en Oaxaca pero parece que ni eso. La misma diputada Melgar al publicar los edictos aunque sin el procedimiento adecuado, dijo que, de ser encontrado culpable de los delitos que se le imputan (desvío de recursos públicos por 15 mil millones de pesos), Cué Monteagudo podría ser inhabilitado para ejercer cargos públicos a nivel estatal y federal. Nada más.
El castigo contra Gabino sería únicamente enfrentar la vergüenza pública.
Esto es mera eventualidad porque los expertos no ven la posibilidad de que proceda. Dicen que hay cientos de solicitudes de Juicios Políticos presentados en los Congresos Locales y en el Congreso de la Unión en los últimos diez años, y una mínima parte han sido desahogados sin mayor sanción. Así como en el Congreso de Jalisco hay 25 solicitudes de juicio político, entre las cuales están varias contra el gobernador Emilio González Márquez, en Oaxaca existe un cúmulo, de las cuales nueve son contra el entonces gobernador Ulises Ruiz. La Cámara Federal recibió tres contra el secretario de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar Horcasitas. También está una solicitud de juicio político en contra del ex gobernador Pablo Salazar Mendiguchía, interpuesta por los damnificados del huracán “Stan” y una más contra el secretario del Trabajo, Javier Lozano ¿y qué ha sucedido? Nada.

El salto del chapulín
Los políticos chapulineros de altos vuelos como Ulises Ruiz no hacen nada para enmendar su mala fama.
Este ex gobernador vuelve a ser empoderado a través de su pupilo Eviel Pérez Morales como miembro del gabinete presidencial.
Ubicarse en la cima de una Secretaría de Estado como es la SEDESOL, lejos de sensibilizarlo lo vuelve al camino de la frivolidad y la desmesura.
Aunque Eviel Pérez es el titular de la Sedesol, la designación de Antonio Amaro Cansino como coordinador de delegados en el país, necesariamente tuvo que tener la aprobación de Ulises. Este puesto tiene el rango de una subsecretaría y, cuando menos, ahí debe estar un funcionario con buen historial, nada parecido al de Amaro que, como delegado de la Procuraduría Agraria, dejó un tufo insoportable de corrupción.

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