Vilezas

Después del asesinato de Rafael Pérez Gavilán, director administrativo de la Secretaría de Salud, como corolario del saqueo más brutal del dinero público que nunca llegó a los hospitales públicos, creíamos que nada más ruin podía ocurrir allí después del “Gabinato”.
Nos equivocamos. La política sórdida sigue galopando en esa dependencia.. Ayer amenazaron de muerte al nuevo titular, Juan Díaz Pimentel.
No obstante su porte de funcionario “duro”, exaltado, este galeno si cree que hay algo más criminal entre los mafiosos que manejan el sindicato de la SSO. Por eso decidió comparecer ante las instancias judiciales para denunciar las amenazas anónimas que ha recibido. Las atribuye a su decisión de investigar el tráfico de plazas de trabajo, el robo hormiga en los hospitales y pago a recomendados que no desempeñan tarea específica en la SSO (aviadores).
Gabino Cué, Jorge Castillo, Germán Tenorio, entre otros corsarios del sexenio pasado, aún tienen tentáculos que operan malignamente en dicha Secretaría. Sospechan que de ellos vienen las amenazas contra Juan Díaz.
Además del robo y asesinato, incurrieron en un crimen más ominoso: robar el dinero que pudo haber salvado muchas vidas de los oaxaqueños más pobres. En Pérez Gavilán inmolaron una vida. Con el robo del presupuesto ¿a cuanto cientos o miles de oaxaqueños les truncaron la vida por falta de medicinas, camas y equipo en los hospitales públicos?

DESVÍOS
Apenas movió la tapa de la cloaca y la fetidez invadió la Secretaría de Salud.
El titular de la SSO, tercero en menos de un año, no imaginaba el tamaño de la corrupción, ese monstruo insaciable que, en cifras de Díaz Pimentel, en los dos últimos sexenios maquinó desvíos multimillonarios del presupuesto. Inflaron la nómina, más de burócratas y aviadores que de médicos y enfermeras o paramédicos, hasta 18 mil trabajadores, de los cuales 2 mil 300 fueron contratados de manera ilegal.
Explica que, por supuestas presiones de ciertos líderes sindicales, que más bien eran colusiones con los altos funcionarios, la nómina se pagaba con dinero de impuestos y aportaciones de los trabajadores de base que tenía que entregarse al ISSSTE y a la Secretaria de Hacienda. En consecuencia, se tiene una deuda de 6000 millones de pesos y un déficit de 1700 millones anuales.
Explica el Secretario que por encima de las normas administrativas, desviaban el dinero para pagar a dos mil 300 trabajadores eventuales, en su mayoría administrativos recomendados de los dirigentes del sindicato. Operaban mafiosamente.
El riesgo es que “de seguir así en los próximos 5 años se tendría una deuda de quince mil millones de pesos y la Secretaría de Salud no tendría viabilidad”.
Para acabar con esa situación, explica Díaz, se estableció un dialogo con las dirigencias sindicales llegando a los siguientes acuerdos:
Se pagara a los trabajadores formalizados y regularizados, cuestión que ya se ha hecho. Anunció que este fin de semana se reunirán funcionarios de la Secretaria a nivel federal y representantes del sindicato nacional y secciones locales. Esto permitirá revisar las nóminas detenidamente. Lo primordial es ubicar a más de mil trabajadores que cobran puntualmente pero no tienen lugar de trabajo. Se cancelarán más de dos mil contratos de eventuales, principalmente de los que no tengan tarea específica.
Revisarán la gran lista de comisionados que tienen los sindicatos de manera irregular. La norma indica que se respetará solo la que no cuenten con el oficio que otorga la dirección de recursos humanos de la SSA a nivel federal a petición de la dirigencia nacional que son los únicos entes facultados para ello. Los que no tengan ese oficio están en la ilegalidad y tendrán que volver a sus centros de trabajo.
Estas medidas permitirían un ahorro de 120 millones de pesos al mes.

EL SALTO DEL CHAPULÍN
En su incursión al enésimo partido, el PT, el campeón del transfuguismo político, el senador chilango, Benjamín Robles Montoya, se estaba tardando en externar su naturaleza de pérfido.
Dicen algunos de sus colaboradores que, a partir de que el dueño del Morena, el señor López, acotó sus ambiciones de hacer candidatos a su esposa Maribel y a uno de sus hijos, su enfado ha ido de menos a más.
Era de esperarse. El senador Robles está furioso y va por su enésima traición. Hay que recordar que fue acogido primeramente por el PRI pero apegado a su tormentosa vida política cometió perfidia y, sin más, brincó al MC. Luego saltó al PRD que lo hizo senador, después al PT y ahora luce, casi de manera vergonzante, la camiseta del Morena y está próximo a clavarle la puñalada trapera al Morena.
Fiel a su tónica del engaño, aprovechó la coyuntura de la alianza Juntos Haremos fortuna, digo, Historia, e hizo gran faramalla. Aunque es del PT se entregó con intensidad al trabajo partidista de Andrés Manuel López Obrador. Eso decía hacer pero, maniobrero, antes que apoyar el proyecto presidencial del llamado “líder mesiánico” hizo campaña por todo el estado con la intención de tener mano en la designación de los candidatos por Oaxaca.
Pero como dicen que “para un madrugador otro que no duerma”, AMLO se le adelantó. Acotó las maniobras del senador chilango y hasta el momento no le ha permitido meter mano en la designación de candidatos en Oaxaca, al menos en los distritos más relevantes. . El primer golpe fue cuando, en presencia del propio Benjamín y su esposa Maribel, anunció que los candidatos al senado serían la cantante Susana Harp (el gran capital, pues) y su fiel Salomón Jara.
Los allegados del senador chilango, comentan que fue terrible el golpe anímico que le significó tal anuncio. Ahora acusa que los acuerdos se rompieron porque AMLO y sus allegados en Oaxaca, no asumen los compromisos signados ¿Qué truculencia estará tramando?

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