ZEE: Una gran oportunidad
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Opinión

Editorial

ZEE: Una gran oportunidad

 


La declaratoria de Salina Cruz como Zona Económica Especial y con una inversión millonaria para consolidarla, es una gran oportunidad para el estado y para el gobierno de Alejandro Murat Hinojosa. Más allá de las banalidades que abordan las redes sociales, la ciudadanía debe tomar conciencia de ello y contribuir a que esta distinción sea en verdad un pivote para el desarrollo oaxaqueño, a partir de ese rico filón que es el Istmo de Tehuantepec. La inversión millonaria que se está perfilando habrá de generar miles de empleos formales e informales, pero además, será una inédita derrama económica para todo el estado, que requiere de recursos frescos para poder salir del atraso y la marginación. Sólo los obtusos, que viven en ideologías del pasado, se oponen a estos proyectos de desarrollo que, por si fuera poco, provienen desde el México del Siglo XIX. Los oaxaqueños de todos los estratos sociales, particularmente aquellos grupos beligerantes que viven del chantaje y la manipulación, deben tener claro que Oaxaca, por sí misma, no podrá abatir los altos índice de lo pobreza y nulo desarrollo humano. Ya no se vale salir en defensa del territorio indígena y demás demagogia para frenar los proyectos que más tarde que temprano se convierten en ejes del desarrollo.

Si bien es cierto que en ocasiones anteriores hemos visto las llamadas Zonas Económicas Especiales (ZEE) como una utopía, como un sueño o ficción, la declaratoria que hizo hace sólo unos días el presidente de México, Enrique Peña Nieto, anima entre los oaxaqueños que aman su terruño, la esperanza de que sirva para sacarnos de la pobreza, al menos para paliar sus efectos devastadores y nocivos. En EL IMPARCIAL. El Mejor diario de Oaxaca siempre hemos insistido en que nuestra entidad merece otro destino; que ya no podemos seguir como hasta hoy y que hacen falta nuevas reglas de convivencia social. Es necesario darle vuelta a la hoja y aprovechar todo lo que nuestra entidad tiene de recursos y explotarlos de manera racional, aplicando políticas que permitan distribuir los beneficios de manera paulatina. Ya no cuaja en el ánimo colectivo la existencia de parásitos disfrazados de dirigentes sociales, que solamente buscan su beneficio y llenarse los bolsillos, engañando a la gente y negociando dádivas debajo de la mesa. Eso debe cambiar y aprovechar esta oportunidad de oro que se nos pone en las manos.

Inicia periodo vacacional

A partir de hoy 21 de diciembre y hasta el 08 de enero de 2018, está programado el período vacacional decembrino para el sistema educativo nacional. Es decir, hoy inician las vacaciones de fin de año, con lo cual se espera el arribo de miles y miles de visitantes del país o el extranjero que vendrán atiborrar nuestras plazas, playas, museos, tiendas de artesanías y sitios de esparcimiento. En ese proceso, también habrán de dejar una cuantiosa derrama económica para nuestro estado, particularmente para aquellos negocios y personas que se dedican a la atención al turismo. Es innegable que Oaxaca es una de las entidades del país que mayor atractivo representa para el turismo nacional y extranjero. Es un estado completo desde el punto de vista turístico. Lamentablemente ese rico potencial no es bien aprovechado, sino a veces tirado a la basura. No se sabe a la fecha de campañas ambiciosas de promoción para nuestros Valles Centrales, la capital oaxaqueña –destino cultural reconocido- y los destinos de playa, principalmente Huatulco y Puerto Escondido. Menos habrá promoción para nuestros balnearios naturales, que los hay por decenas en el Istmo o la Mixteca. Es decir, el potencial y la vocación turística oaxaqueña son explotados a la baja, sin representar un verdadero pivote para el desarrollo.

En lo que sí nadie nos gana es en los abusos. Demos por descartado que en las fiestas decembrinas el magisterio beligerante y ocioso de la Sección 22 o sus jóvenes sicarios y asaltantes de la Coordinadora Estudiantil Normalista del Estado de Oaxaca (CENEO), tengan previsto movilizarse y chantajear con sus clásicos bloqueos carreteros. Eso no implica que otros grupos de presión ya conocidos no lo hagan. En el Istmo, los bloqueos son cuestión de todos los días. Adicionalmente a estos mecanismos abominables que han ahuyentado a los turistas, siguen los abusos que se cometen en la misma capital y en los destinos de playa. Los cobros excesivos, los malos servicios y loa abusos, están a la orden del día. ¿Alguien supervisa y sanciona? Que se sepa, nadie. Los visitantes se van decepcionados de nuestros destinos culturales y de playa, ante los excesos que se cometen en contra de ellos. Uno de los mecanismos más eficaces de promoción se da de manera personal. Una persona que vaya desencantada, transmitirá dicha situación a su familia o la difundirán en las redes sociales, con la consecuente afectación a nuestra industria sin chimeneas.