Niños empiezan a trabajar desde los cinco años: INEGI
Entre las consecuencias en el trabajo infantil, ya sea físicos o psicológicos, se encuentran las enfermedades crónicas degenerativas, la dependencia a fármacos, el retraso en el crecimiento y el agotamiento físico
En Oaxaca, al menos 168 mil 535 niños trabajan, con edades entre los 5 a los 17 años de edad, de los cuales, el 59% se encuentra en ocupación no permitida y el 35.4% en quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas. El resto (5.6%) se encuentra en ambas.
De acuerdo al Módulo de Trabajo Infantil del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en Oaxaca, del total de menores en trabajo infantil, 63 mil 377 están en ocupación peligrosa y 45 mil 448 están debajo de la edad mínima.
Según la institución, entre las consecuencias en el trabajo infantil, ya sea físicos o psicológicos, se encuentran las enfermedades crónicas degenerativas, la dependencia a fármacos, el retraso en el crecimiento y el agotamiento físico.
También son expuestos los abusos físicos y psicológicos, picaduras de insectos y animales ponzoñosos, infecciones a causa de químicos, dolores en las articulaciones y deformaciones óseas, heridas, quemaduras, amputaciones e incluso la muerte.
Para el Módulo de Trabajo Infantil, la infancia, la niñez y el trabajo son conceptos que se han transformado a lo largo del tiempo, tanto en su significado como en la relación que guardan entre sí. “En las sociedades del pasado, el trabajo de niñas y niños no sólo era comúnmente aceptado, sino que se consideraba una experiencia natural de la vida en los menores”.
¿Qué es el trabajo infantil?
El INEGI señala al trabajo infantil como el esfuerzo físico moderado y pesado; cargas superiores a los siete kilogramos; posturas forzadas, o con movimientos repetitivos por períodos prolongados, que alteren su sistema músculo-esquelético.
Entre éstos está el manejo, transporte, almacenamiento o despacho de sustancias químicas peligrosas, de maquinaria, equipo o herramientas mecánicas, eléctricas, neumáticas o motorizadas, que puedan generar amputaciones, fracturas o lesiones graves.
Así también, el manejo de vehículos motorizados, incluido su mantenimiento mecánico y eléctrico, además del uso de herramientas manuales punzo cortantes.
