Impacta suicidio en la familia y comunidad
Es una de las tres causas de muerte más frecuentes en personas de 15 a 30 años a nivel mundial
A través de una comunicación abierta, palabras de ánimo habitualmente y convivencia familiar sana se puede ayudar a evitar el suicidio principalmente en los adolescentes.
Al inaugurar el taller “Un manejo adecuado de la noticia, estrategia de prevención del suicidio”, José Ramón Pintor Sill, director de Prevención y Promoción a la Salud, de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), dijo que el suicidio se ubica entre las tres causas de muerte más frecuentes en personas de 15 a 30 años a nivel mundial.
Explicó que cada suceso tiene un serio impacto psicológico, social y financiero, sobre la familia y la comunidad, afectando al menos a seis personas.
En el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Salud Mental -10 de octubre-, dijo que el objetivo principal fue otorgar información especializada al profesional de la comunicación sobre aspectos preventivos del suicidio.
Asociado a trastornos emocionales como la depresión y ansiedad, consumo de drogas, estigma social, diagnósticos de enfermedades crónicas y terminales.
Aunque Oaxaca está en los últimos lugares en cuanto a dicho suceso, destacó la importancia de invertir tiempo en familia para detectar cualquier indicio de tristeza en los integrantes y sepan qué hacer, ya que es la segunda causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años y cada 40 segundos alguien en el mundo se suicida.
“Es un problema complejo ya que no existe una sola causa ni razón, sino que es el resultado de factores biológicos, genéticos, psicológicos, sociales, culturales y de medio ambiente”.
Entre los factores de riesgo, la edad es uno de los principales, ya que en referencia a suicidios consumados, cerca de la mitad están entre 18 a 33 años, pero en la última década se ha triplicado en niños, adolescentes y adultos mayores.
Respecto al género, es más frecuente en las mujeres con una relación de 3 a 1; sin embargo, el suicidio consumado es mayor en varones.
La mayoría de personas que se quita la vida presenta un trastorno mental diagnosticable, toda vez que es más frecuentes en pacientes psiquiátricos, destacando la depresión, trastorno de personalidad, alcoholismo, esquizofrenia, trastorno mental orgánico y otros.
