Viven oaxaqueños en casas de papel
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Viven oaxaqueños en casas de papel

Ante la falta de dinero y oportunidades de adquirir una vivienda, muchos oaxaqueños adquieren terrenos en zonas poco habitables y riesgosas, como las laderas de la colonia Solidaridad


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La tierra escabrosa y humedecida por las lluvias de los últimos días caen a pedazos atrás de la vivienda de María, cuyas paredes de adobe, apenas si resisten ante el peso de toneladas de escombro.

 

El miedo es que un día, cualquiera, dejen de caer pedazos pequeños y la montaña entera los sepulte.

A sus 59 años, María Rufo González Garibo cuida a su nieta dentro de la vivienda construida con adobes, láminas y tabiques. Su casa a fue construida en las laderas, el riesgo de un deslave es latente.

Los datos que proporcionó la recién publicada Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto en los Hogares (ENIGH) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) demuestran que pese a los avances que presumen los gobiernos de los tres niveles, la situación que viven las familias oaxaqueñas es otra.

En la entidad el 25.2 por ciento de las viviendas están construidas con materiales precarios y el 50.7 por ciento de las viviendas tienen techos distintos al concreto. Mientras que el 11.4 por ciento de estas tienen piso de tierra; no hay otra entidad que la supere en este rubro.

María vive en la calle Miguel Hidalgo, número 77 de la colonia Solidaridad, del municipio de Oaxaca de Juárez, “yo llegué en 1980 a este lugar, aquí había puro monte”, recuerda María, quien con su cabellera gris, por la mezcla del cabello negro y cano, observa con resignación la tierra que poco a poco sepulta su hogar.

“Mi casa es de adobe y de lámina que nos regalaron, además de un poco de cemento”, dice mientras mira con atención la tierra acumulada en la parte trasera de su casa, “se derrumbó todo, mi marido y mi hijo iba a quedar enterrados. En aquel entonces una vecina quedó enterrada y falleció”.

Un total de un millón 114 mil 641 viviendas contabilizó la ENIGH en Oaxaca, de las cuales 84 mil 207 tenían paredes de tabique, block, piedra, cantera o de concreto, mientras que el techo 493 mil 361 hogares es de estos materiales.

Las viviendas de la entidad son de las más pequeñas del país, pues contabilizan 3.2 cuartos por cada casa, cuando en Aguascalientes el promedio de cuartos por cada vivienda es de 4.4.

Las toneladas de tierra quedaron suspendidas bajo la vivienda de María en donde viven seis personas que ante la falta de oportunidades para construir o adquirir una casa de Oaxaca, se apilan en colonias como la Solidaridad, en donde el riesgo es visible, pues de muchas casas se ven los cimientos que cuelgan del cerro.

“Cuando vinieron los de protección civil, no nos dijo nada, sólo tomaron fotos”, lo que pudo ser una tragedia ocurrió hace algunos años, pero no hay día en que la mente de María no recuerde ese momento, “me iban a dar apoyo de vivienda, según me iban a regalar materiales, pero nunca me llegó”.

En Oaxaca el 52.4 por ciento de los hogares aún cocina en leña y el 34.6 por ciento quema la basura. En todo el país, sólo el 74.1 por ciento de las viviendas tienen acceso a agua entubada al interior de su edificio, el problema se acentúa en estados como Guerrero, con el 34 por ciento; Oaxaca, con el 37.4 por ciento y Chiapas, con el 40.8 por ciento.

De las 584 mil 557 viviendas que utilizan leña o carbón para cocinar en Oaxaca, sólo 97 mil 24 tienen una chimenea o ducto para sacar el humo, lo que es importante ya que en México mueren casi el mismo número de mujeres de cáncer de pulmón o EPOC por cocinar con leña, que las que mueren a causa del cáncer de mama o cérvico uterino.

Además, cocinar con leña, como es el caso de María, es causa de enfermedades respiratorias agudas: como la bronquitis crónica, enfisema pulmonar, fibrosis pulmonar y a la larga incluso cáncer de pulmón, de acuerdo a un estudio publicado por la revista American ThoracicSociety.

 

Una casa construida con puros sueños

María y su esposo han construido su casa solo de sueños, pues el tabicón, la arena, la grava, las láminas y hasta las lonas, unidas entre sí para formar cuartos, hacen que la casa parezca un rompecabezas.

“Compraba tabicones de mil pesos, o arena”, dice María, mientras camina en el piso de tierra de su vivienda, en donde los rayos del sol atraviesan los hoyos del techo de lámina, “nos ha costado mucho construir mi casa porque no hay dinero”.

Y es que el problema de dinero es tan real, que su esposo, como trabajador de un hotel, gana apenas mil 500 pesos a la quincena, “mi esposo era colador, pero ya está grande y ahora le dieron un trabajo en un hotel, y con lo poquitito que gana con eso la vamos pasando, le voy estirando para que alcance”, y ante las carencias, hay gente que se aprovecha, “me dijeron que me iban a regalar cemento para el piso, pero no lo han hecho”.

Dos de los tres perros ladran, mientras un tercero descansa plácidamente a un costado de lo que es la cocina de María, en donde la lluvia ocasiona la erosión de la tierra que sostiene el pequeño cuarto de lámina y que cada vez se ve más cerca de caer.

 

Con servicios pero…

La calle en donde se ubica la casa de María no está pavimentada, pero cuenta con los servicios de agua potable y drenaje, sin embargo, aun así permanecen lejos de su alcance, “al drenaje no hemos podido conectarnos debido a que no tenemos dinero”, dice.

En el pequeño patio, unas cubetas almacenan agua, “almacenamos el agua de la lluvia, pues no alcanza el agua que llega de la red de agua potable, “tenemos agua potable, pero sólo un tinaco y el agua llega cada mes”.

Recuerda que en ocasiones el agua les llega a las dos de la mañana y a esa hora lavan la ropa, para aprovechar el agua, pues saben que muy probablemente tendrán que esperar un mes para que vuelvan a disfrutar de tanto líquido vital.

 

Los olvidados de los olvidados

Junto a un arroyo, en lo más profundo de la colonia Solidaridad, Wenceslao Zurita Hernández hiere al cerro con su barreta, busca más espacio de un terreno que costó 60 mil pesos y que por ubicarse en una pendiente de casi 90 grados, el espacio para construir es muy limitado

“En esta colonia llevó viviendo más de 15 años y en esta casa vamos para dos años”, dice Wenceslao, mientras observa la casa de dos plantas que se ubica justo en la parte de arriba de su vivienda, “aquí no viene el gobierno”.

Con las lluvias, la tierra humedecida pone de nervios a cualquiera, pues el riesgo de un derrumbe es real, sin embargo, Wenceslao quiere construir una barda “saldría en 80 mil pesos, dinero que no tenemos”, con lo que gana tendría que trabajar casi dos años para reunir ese dinero, “me dedico a la albañilería y gano mil 500 pesos a la semana”.

En la calle donde vive Wenceslao no hay ni señas de que alguna vez llegará el agua potable o el drenaje, pues para llegar a su vivienda hay que caminar al menos 100 metros en una pequeña brecha, en donde de un lado está la pared del cerro y del otro el precipicio.

“Aquí no tenemos agua, la conseguimos en el arroyo, donde hay un pozo y con la pipa, que cada tinaco cuesta 120 pesos”, dijo el albañil mientras no dejaba de escarbar en el cerro con la barreta.

 

Persisten techos precarios y pisos de tierra

Según la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto en los Hogares (ENIGH) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en Oaxaca existen 126 mil 991 viviendas que cuentan con pisos de tierra, sin embargo, las estrategias de la Comisión Estatal de la Vivienda (CEVI) no dan resultados.

De acuerdo a los Indicadores de Vivienda Atendidos del CEVI, durante el 2018 se invirtieron 228.2 millones de pesos, con los que se benefició 13 mil 418 personas, tomando en cuenta que en una familia cuenta con cuatro integrantes, apenas tres mil 354 viviendas fueron atendidas, apenas el 2.6 por ciento del total de hogares que no tienen piso de concreto.

Por otra parte, en el programa Techo Firme se invirtieron 56.4 millones de pesos el año pasado, que benefició a 20 mil 083 personas, aproximadamente cinco mil hogares, de las más de 621 viviendas que no tienen techo de concreto.

En todos los programas del CEVI, entre los que se encuentran estufa ecológica, calentadores solares, paneles solares, cisternas y sanitario con biodigestor, se atendieron a 23 mil 298 hogares, de las más de 700 mil que presentan algún tipo de carencia en la entidad. Con estas acciones la dependencia reportó un gasto de 328 millones 788 mil 116.69 pesos.

 

Sin prestaciones trabajan oaxaqueños subordinados

De los 965 mil 135 trabajadores asalariados en Oaxaca, que contabilizó la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto en los Hogares (ENIGH) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) el 64.6 por ciento o 623 mil 425 no tienen ningún tipo de prestación que marca la ley.

Sólo 294 mil 593 trabajadores o el 30.5 por ciento de los trabajadores asalariados oaxaqueños reciben aguinaldo; el 24.5 o 236 mil 055 trabajadores recibe vacaciones con goce de sueldo, mientras que 223 mil trabajadores (23.2 por ciento) tienen derecho a incapacidad en caso de accidente, enfermedad o maternidad.

A nivel nacional, el 50.9 por ciento de los trabajadores subordinados cuenta con aguinaldo y el 50.9 por ciento recibe vacaciones con goce de sueldo, mientras que el 44 por ciento recibe incapacidad pro accidente, enfermedad o maternidad.

De acuerdo a la ENIGH, sólo 182 mil 705 trabajadores cuentan con Afore para el retiro y 167 mil cuentan con seguro de vida, lo que representa apenas el 17.4 por ciento. Un total de 161 mil 614 trabajadores asalariados cuentan con crédito de vivienda y 161 mil 544 cuentan con servicios médicos del Seguro Social.

Apenas del 12 por ciento (116 mil 168) de los trabajadores oaxaqueños cuenta con una pensión en caso de invalidez y el 11.6 por ciento (112 mil 395 trabajadores) cuenta con pensión para sus familiares en caso de fallecimiento.

El 9.3 por ciento del total de los trabajadores asalariados en Oaxaca (90 mil 189) recibe anualmente el reparto de utilidades y 80 mil 177 trabajadores o 8.3 por ciento recibe vales de despensa.

Con becas y apoyos educativos cuentan 73 mil 787 trabajadores o el 7.6 por ciento del total; 5.4 por ciento (52 mil 025 trabajadores) tiene derecho a solicitar su crédito Fonacot y apenas cinco mil 174 empleados cuenta con servicios médicos privados.

Cabe recordar que el 81.6 por ciento de la población económicamente activa de Oaxaca se encuentra en la informalidad laboral, lo que coloca a la entidad con la mayor problemática de este tipo a nivel nacional.


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