La disputa por 43 millones de pesos en San Jacinto Amilpas
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La disputa por 43 millones de pesos en San Jacinto Amilpas

Un conflicto político por el control de este municipio ha puesto en jaque la gobernabilidad de la demarcación; dietas, laudos e intereses privados, los motivos


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El 20 de febrero del 2019, un grupo de personas, que respondieron al llamado de cuatro regidores, Mónica Belén Morales Bernal, del Partido Social Demócrata (PSD); Julia Zárate Aragón, del Partido Revolucionario Institucional (PRI); Nubia Betzaida, del Partido del Trabajo (PT) y la regidora Gisela Pérez del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) tomaron el palacio municipal del municipio de San Jacinto Amilpas y colocaron sellos en las puertas.

Las instalaciones del palacio estuvieron tomadas por más de seis meses, hasta que este 1 de agosto, elementos de la Guardia Nacional en coordinación con la Policía Municipal y la Estatal las recuperaron, sin que existiera algún tipo de resistencia.

El Presupuesto de Egresos del Municipio de San Jacinto Amilpas, para el ejercicio fiscal 2019, asciende a la cantidad de 43 millones 487 mil 851.52 pesos, los cuales están en disputa. Yolanda Santos Montaño, como presidenta municipal, maneja los recursos, los cuales ha utilizado, según lo señalan diversos reportes.

Los documentos señalan que las prioridades de gasto de este municipio son: el pago de dietas y sueldo al personal, pago de combustible para carros, pago de alumbrado y energía eléctrica, mantenimiento de los carros y maquinaria, ayudas a personas e instituciones y por último las obras.

Los inconformes acusaron a la presidenta municipal, Yolanda Santos Montaño, de desfalco y cobros excesivos, tanto en el cobro del servicio de agua potable como en la Casa de la Cultura; mientras que la munícipe señalo que los regidores estaban inconformes con el salario percibido, que es de siete mil 500 pesos quincenales. Los quejosos exigían 15 mil pesos.

Con el pasar de los meses, las protestas entre ambos bandos fueron más violentas, hasta llegar al último fin de semana de julio, donde un enfrentamiento en el marco de la Feria del Tamal y una Guelaguetza organizada por este municipio, dejó varios heridos y siete personas detenidas.

El Presupuesto de Egresos, explica que el sueldo de la presidenta municipal es de 15 mil pesos quincenales, mientras que los síndicos de 10 mil pesos; los regidores, tesorero y directores municipales ganan siete mil 500 pesos quincenales, mientras que el salario de los asesores es de cinco mil pesos.

En los últimos días, dos regidores abandonaron las protestas y cambiaron de bando, regresando a las órdenes de la presidenta municipal. Las dos regidoras restantes, Mónica Morales Bernal y Gisela Pérez García, denunciaron amenazas y se deslindaron de los hechos violentos, asegurando que se trata de un auto atentado por parte la edil municipal.

 

Laudos, uno de los motivos

Mónica Morales Bernal, actual regidora de igualdad de género y una de las principales promotoras de las protestas en contra de Santos Montaño, cuenta con un laudo a favor de 654 mil pesos, que de acuerdo a la presidenta municipal, se le han pagado 120 mil, aunque la regidora lo niegue.

De acuerdo al expediente JDC/259/2018, el municipio de San Jacinto Amilpas debe reembolsar por concepto de dietas correspondientes al 2017, la cantidad de 234 mil pesos, más el aguinaldo, que corresponde a 13 mil pesos a la entonces síndica hacendaria, Mónica Morales Bernal, misma cantidad que recibiría su tío, Demetrio Bernal Morales, quien fungía como regido de hacienda.

En el 2017, los dos funcionarios públicos de San Jacinto Amilpas denunciaron supuestos actos de corrupción del entonces edil, Manuel García Ramírez. Santos Montaño afirma que son varias las resoluciones, por lo que el total de la deuda a la regidora municipal equivalen a casi 700 mil pesos.

La historia se repite

Tanto Morales Bernal como Pérez García, las dos regidoras inconformes, no han cobrado dietas desde el mes de febrero, ya que según la edil, exigen un pago de 15 mil pesos, cuando los regidores ganan siete mil 500 pesos.

A mediados de junio de este año, el Tribunal Electoral del Estado de Oaxaca falló a favor de los regidores para revocar las actas de sesión de cabildo del municipio de San Jacinto Amilpas, del 15 y 22 de febrero, además del 1, 5, 8, 22 y 26 de marzo, en donde las regidores inconformes no asistieron.

Por otra parte, el Tribunal ordenó al municipio pagar las dietas de estas regidoras de la segunda quincena de febrero a la primera quincena de junio, con base al Presupuesto de Egresos 2018, lo que el ayuntamiento impugnó ante la Sala Xalapa del Tribunal Elecotoral del Poder Judicial de la Federación, en donde según las regidoras, el fallo fue en favor de ellas.

 

Recupera GN palacio municipal

Luego de seis meses de estar ocupado por regidores que se oponen a la presidenta municipal, Yolanda Santos Montaño, las instalaciones del palacio municipal de San Jacinto Amilpas fueron recuperadas gracias a elementos de la Guardia Nacional, la Policía Estatal y la Policía Municipal, sin ningún tipo de resistencia.

“El palacio estaba tomado por un grupo de dos regidoras que siempre tocaban las campanas y alborotaban a un grupito de 20 personas y ahorita ya venimos a abrir las instalaciones del palacio municipal y del DIF para comenzar a trabajar en este lugar”, dijo la presidenta municipal, mientras tres patrullas de la Guardia Nacional estacionadas en el patio del palacio cuidaban el lugar.

Dos regidoras, Mónica Morales, de igualdad de género y Lilia Pérez, de hacienda, exigen la desaparición de poderes en este municipio por supuestos malos manejos de la presidenta municipal, lo que ha ocasionado violentos enfrentamientos como los del fin de semana pasado, que dejó varios heridos y siete detenidos.

“Hoy nos acompaña la Guardia Nacional y la Policía Municipal para dar fe de que veníamos a abrir, porque las instalaciones estaban en el abandono después de todos estos hechos que se habían suscitado”, dijo Santos Montaño.

Separados por dos cuadras

Los dos gobiernos, aunque para los pobladores no exista uno ante las carencias presentadas, despachaban, hasta el jueves, separados por dos cuadras. Los regidores de oposición y sus seguidores, controlaban el Palacio Municipal, desde donde hacían guardia las 24 horas, esperando cualquier acción de los Policías Municipales, que finalmente llegó, pero no hubo reacción.

Mientras que la presidenta municipal despachaba desde una casa particular, pasando por la Casa de la Cultura, que sigue con candados, sin embargo, los vecinos denuncian que nunca la encontraban, situación que esperan cambie ahora que está devuelta al palacio.

La presidenta alega obras

Santos Montaño, afirma que al menos 10 obras se realizan en San Jacinto Amilpas, y no es posible que se le dé más difusión al conflicto que causan dos personas: alumbrado en la colonia Azteca, alumbrado en la colonia la República, ampliación de salones en una escuela en la colonia de Nuevo México, entre otras.

Sin embargo, el clamor popular es que no se ha hecho mucho en los primeros seis meses de gobierno, y lamentan que un conflicto que no debería ser, pues se trata de intereses personales, agraven las de por sí deplorables condiciones de un municipio sin ley.

 

Pedirán destitución de regidoras

Están en su derecho de venir a manifestarse y de alguna manera decir lo que ellos quieran, señaló la munícipe, y que ellos, como autoridad, tienen que realizar a favor del pueblo y no de solo unos cuantos.

“Si se manifiestan con violencia tendremos que actuar conforme a ley, tendremos que hacer detenciones, ya no vamos a permitir actos vandálicos ni que pongan en peligro al personal ni a la gente de nuestro municipio”, declaró Santos Montaño.

Al realizar labores de limpia, trabajadores del municipio denunciaron el robo de mobiliario, además de las malas condiciones del inmueble luego de seis meses de mantenerse cerrados.

“Estamos pidiendo la destitución de las regidoras por haber atentado contra el pueblo, el domingo es bien sabido que aquí estaban resguardadas y que tenían llantas, aquí tenían todo lo que fueron a hacer a donde fue la feria, donde quemaron llantas aventaron botellas y contrataron cholos”, destacó la presidenta municipal.

 

Afecta conflicto a la población

Anita y María, sentadas sobre unas piedras en las riberas del Río Chiquito, a escasos 100 metros del palacio municipal de San Jacinto Amilpas, hablan sobre el pleito que se traen en el ayuntamiento. A ninguna de las dos les importa quien tenga el poder, lo que quieres es que trabajen.

El Río Chiquito, que sirve de colindancia con el municipio de Santa María Atzompa es testigo de una demarcación que sufre, “no importa quién sea presidente municipal, nadie hace nada”, dice Anita y pone como ejemplo las descargas de aguas negras que el municipio vecino hace sobre este río, que más bien es un pequeño canal.

“Somos del pueblo, sabemos que está dividido, pero no sabemos qué es lo que quieren”, dicen las ya adultas mayores, “sabemos que la señora Yolanda Santos Montaño es la que ganó, pero que no está en el municipio, que despacha en las colonias”, sin enterarse de los últimos acontecimientos, pues desde el jueves ella está de vuelta en el palacio.

La sombra de los árboles protegen a María y Anita, mientras un pequeño remolino levanta el polvo de la calle sin pavimentar, aunque el palacio municipal es visible desde esta zona, “aquí no hay drenaje, ni agua y si caminas unos 100 metros no hay ni luz”, explica María.

“San Jacinto es una tierra sin ley”, replica María, pues ella vive en una zona de maizales, y más de una vez ha sido testigo de cómo los policías municipales son víctimas de la delincuencia, pues los tiran de las motos o los avientan sobre la hierba.

Reconocen que Santos Montaño es la presidenta municipal porque ella ganó, pero no hay forma de encontrarla “si vamos a buscarla al municipio no está, y si vamos a buscarla a donde despacha tampoco”, afirma Anita, esperando que son su regreso al palacio, las cosas cambien.

Mientras que María reconoce que fue a pedirle a las regidoras, Gisela Pérez y Mónica Morales apoyo para la pavimentación de la calle, pero pronto entendió que ellas no tienen los recursos, por lo que la las riberas del Río Chiquito siguen con el polvo a todo lo que da.

“No ayudan pues, aquí llevó 60 años de vivir y nada, vienen y van los presidentes y las problemáticas y aquí no pasa nada”, tantos años llevan las dos mujeres que conocen santo y seña de los presidentes, “Yolanda no es de San Jacinto, no nació aquí”, dicen.

 

Negocios en quiebra

“No hay bandos, en el conflicto de San Jacinto”, señala visiblemente molesto el dueño de una tienda que se ubica frente al palacio de San Jacinto Amilpas, “no hay nada, la gente ya no viene, queremos que se solucione esto”.

El comerciante opina que Santos Montaño ya se pasó de buena gente, “si eres el jefe y no quieres trabajar, pues vámonos”. No hay obras, la que quiere trabajar es la presidenta pero, solo dicen, “así se van a ir estos tres años”.

Los revoltosos son familiares y son los de siempre, “a mí me da igual que quede Juana, Chana o Petra, pero que trabaje”, en San Jacinto Amilpas las carencias son muchas y “son dos tres gentes que a las pobres campanas casi se las acaban cada que quieren hacer reunión, pero la gente no está loca para seguirles el juego”.

Culpa al Gobierno del Estado por no meter las manos, pues indica que ellos saben lo que pasa, pero por cuestiones políticas no quieren meter las manos, y mientras tanto, los perjudicados son los de siempre, los que quieren trabajar, el pueblo.

En el mismo tenor, Ofelia, quien tiene una pequeña fonda cerca del puente de Riberas del Río Atoyac, pide que ya se le dé solución al conflicto, pues la gente no quiere ni pasar a comer, “solo son unos cuantos los que se pelean el dinero, a nosotros ni nos va ni nos viene”.


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