Alta inseguridad obliga a cambiar hábitos de los oaxaqueños
Ahora los oaxaqueñosno portan objetos de valor, ya no caminan mucho fuera de su vivienda o no permiten que los niños jueguen en la calle.
Sólo el 25.5 por ciento de los habitantes de la ciudad de Oaxaca de Juárez se sintió seguro en el primer trimestre del 2019, así lo reveló la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI); esto representa que de los 413 mil 133 habitantes de la capital del estado, 306 mil 368 se siente inseguro.
Es tal la percepción de inseguridad que los oaxaqueños se han visto forzados a cambiar sus hábitos, por ejemplo, el 63.2 por ciento de los habitantes de la ciudad de Oaxaca dejó de llevar cosas de valor, el 44.4 por ciento evita caminar alrededor de su vivienda, el 43.2 por ciento impide que los menores de edad jueguen en la calle y el 41.3 por ciento dejó de visitar a sus parientes.
A nivel nacional el 74.6 por ciento de la población de 18 años y más consideró que vivir en su ciudad es inseguro. Este porcentaje no representa un cambio estadísticamente significativo respecto a diciembre de 2018, pero sí es estadísticamente menor al de 76.8 por ciento registrado en marzo de 2018.
La percepción de inseguridad siguió siendo mayor en el caso de las mujeres con 79.6 por ciento, mientras que para los hombres fue de 68.3 por ciento. Así, las ciudades con mayor porcentaje de personas de 18 años y más que consideraron que vivir en su ciudad es inseguro fueron: Tapachula, Villahermosa, Cancún, Reynosa, Coatzacoalcos y Ecatepec de Morelos.
Por otro lado, las ciudades con menor percepción de inseguridad fueron: Saltillo, San Pedro Garza García, Mérida, Los Cabos, San Nicolás de los Garza y Durango.
Delincuencia, principal problema
El 74.4 por ciento de los capitalinos considera que la delincuencia (robos, extorsiones, secuestros, fraudes, etc.) es el principal problema de la ciudad, ante lo cual, tan sólo el 21.1 por ciento considera que el gobierno es mucho o algo efectivo para solucionar esta problemática.
Los baches en calles y avenidas es la segunda problemática que preocupa a los oaxaqueños; seguida por el alumbrado público insuficiente, fallas y fugas en el suministro de agua potable, calles y avenidas con embotellamientos frecuentes, mercados y centrales de abasto en mal estado, servicio de transporte público deficiente, ineficiencia en el servicio de limpia y recolección de basura, entre otras.
El lugar en donde los oaxaqueños se sienten más inseguros es en los cajeros automáticos que se ubican en la calle, con el 87 por ciento de los encuestados; en el transporte público, 78.7 por ciento; en los bancos, el 75.6 por ciento y en el mercado, 72.1 por ciento.
En cambio, el 73.4 por ciento de los oaxaqueños tomaron su vivienda como el lugar más seguro; el 69 por ciento percibe seguridad en la escuela, el 59.8 por ciento en el trabajo y el 55.2 por ciento en su automóvil.
Por otra parte, los oaxaqueños no son optimistas en cuanto a la inseguridad, ya que el 59.5 por ciento de los oaxaqueños dijo que la delincuencia seguirá igual de mal o empeorará, mientas que el 31.3 por ciento aseguró que mejorará y el 6.6 por ciento que seguirá igual de bien.
Desconfían de la policía
El 41.9 por ciento de los oaxaqueños sienten algo o mucha desconfianza en las policías municipales, mientras que el 53.5 por ciento le tiene algo de confianza y el 4.6 por ciento mucha confianza.
En este mismo tenor, la Policía Estatal le inspira algo o mucha desconfianza a los habitantes de la ciudad de Oaxaca de Juárez, el 60.1 por ciento le tiene algo de confianza y apenas el 5.3 por ciento mucha confianza.
La Policía Federal, la Gendarmería Nacional, la Marina y el Ejército son las instituciones que más confianza ejercen sobre la sociedad oaxaqueña, como en el caso del Ejército, en donde el 88.6 por ciento de los oaxaqueños le tienen algo o mucha confianza.
En el caso del desempeño, más del 50 por ciento de la población reprueba a las policías municipales y el 40 por ciento a la Policía Estatal, caso contrario es lo que sucede con el Ejército y con la Marina, con niveles de efectividad, según los ciudadanos, superiores al 80 por ciento.
