Carolina, Abigail, Lidia, Rosaura, Shirley e Iraís son las seis jóvenes que viajaron ayer a Canadá como parte del Programa Incorporación de Mujeres Indígenas en Posgrados para el Fortalecimiento Regional 2018, cuya estancia será de un mes para cursar distintas maestrías, según la licenciatura o ingeniería que estudiaron.

De la Sierra Sur, Sierra Norte, Mixteca, Cañada y Valles Centrales, las jóvenes cumplen ahora con la segunda etapa del Programa, luego de participar en cursos de fortalecimiento académico que realizaron de octubre a diciembre del año pasado.

Las seis jóvenes llegarán a Vancouver, Canadá, donde el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y el Consejo Oaxaqueño de Ciencia Tecnología e Innovación (Cocitei) cubrirán los gastos de transporte, estudios y manutención, así como el apoyo para gastos de la estancia.

Buscarán beneficiar a sus comunidades

Las seis son originarias de comunidades indígenas del estado, pero solo dos hablan y escriben su lengua materna. El resto forma parte de la generación que apenas entiende algunas palabras de la lengua de sus antepasados.

De la comunidad de Tapanco Zacatepec, de la Sierra Sur, Iraís Mora Mateo es una joven de 26 años de edad que nació y creció en una zona donde la lengua es el tacuate.

La egresada de la licenciatura de Psicología por la Universidad del Golfo de México cuenta que se enteró de la convocatoria de este programa por medio de redes sociales.

Viajar a otro país para perfeccionar el idioma inglés y conocer otra cultura es una experiencia nueva para la joven oaxaqueña, que asegura estar nerviosa con esta oportunidad que aprovechará al máximo.

Después de concluir su maestría, dice, pretende iniciar un proyecto que incorpore alguna clínica en su región, para la atención de los habitantes que requieren de los servicios que brinda la carrera que estudió.

De San Juan Tabaá, Sierra Norte, Abigail Castellanos García es otra de las jóvenes que alistó sus maletas para viajar a Canadá, donde no solo fortalecerá el inglés, sino también podrá mostrar la lengua zapoteca, que domina desde pequeña.

A sus 27 años de edad, Abigail Castellanos destaca la importancia de continuar su preparación, no solo para beneficio personal y familiar, sino en apoyo a su comunidad, donde busca fortalecer aún más esta lengua.

Egresada del Instituto de Estudios Superiores de Oaxaca (IESO), Castellanos García también supo de la convocatoria por redes sociales y decidió competir para encontrar mejores oportunidades en el fortalecimiento de sus estudios y los objetivos que ella tiene para promover los derechos lingüísticos.

Carolina Chávez Mendoza, de Santa María Peñoles, región Mixteca, cursó sus estudios de Pedagogía en el Instituto de Estudios Superiores de Oaxaca (IESO) y decidió continuar la maestría con apoyo de este programa del Conacyt.

De 30 años de edad, Carolina cuenta que supo también de la convocatoria por las redes sociales, donde mantenía una constante búsqueda de programas para estudiar algún posgrado.

Aunque no habla mixteco, la joven egresada del IESO y colaboradora de una organización social destaca que su comunidad de origen se distingue por tener un alto índice de rezago, y por el cual buscará más apoyos en educación.

La oportunidad de viajar a otro país, dijo, no solo fortalecerá lo aprendido en una primera etapa de la maestría, sino también buscará nuevos conocimientos que puedan ayudar después en proyectos que pueda emprender en Santa María Peñoles.

Lidia Garzón García, de San Miguel Maninaltepec, Sierra Norte, es la segunda joven de este grupo de becarias del Programa 2018. Ella habla, lee y escribe el chinanteco.
Egresada de la carrera de Biología del Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca (ITVO), la joven de 27 años se enteró al igual que las demás por las redes sociales y dudó en concursar porque no creía que sería elegida.

Su misión es clara, dice, porque pretende trabajar con su comunidad y contribuir en la generación de más oportunidades para las futuras generaciones, al mismo tiempo de fortalecer la lengua y la identidad.

Rosaura Duarte Reyes, de San Jerónimo Tecoátl, Cañada, admite que no habla el mazateco aunque sí entiende algunas palabras. La joven lamenta que sus padres no se lo hayan enseñado desde pequeña y por lo cual ahora le cuesta entenderlo.

La mujer de 37 años de edad, egresada del Tecnológico de Tehuacán, Puebla, de la carrera de Ingeniería Industrial, confía en que la estancia en Canadá le ayudará a perfeccionar el inglés y le dará nuevos conocimientos para aplicar en la entidad y su comunidad de origen.

La oaxaqueña pretende impulsar acciones en el área de desarrollo rural en comunidades de alta y muy alta marginación, sobre todo por la problemática en producción de alimentos. “Pretendo rescatar los saberes ancestrales y prácticas agrícolas”, expone.

Finalmente, Shirley Jhoanna de la Rosa Belmonte, de San Francisco Telixtlahuaca, Valles Centrales, cuenta su intención de trabajar en un proyecto para el manejo de residuos sólidos en un futuro, luego de concluir sus estudios de posgrado.

Egresada de la Universidad del Mar, la joven de 27 años con estudios de Biología, proviene de una comunidad zapoteca donde la lengua se ha perdido. “Ahí ya no la hablamos”, expresa la joven, quien buscará apoyar a su comunidad en la elaboración de un plan de manejo de residuos sólidos.