Continúa incertidumbre en pacientes de diálisis en Oaxaca
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Continúa incertidumbre en pacientes de diálisis en Oaxaca

Autoridades del ISSSTE se niegan a brindar información clara a los beneficiarios por la suspensión del suministro de material para enfermos renales, luego de la falta de un nuevo contrato con la empresa Baxter.


Continúa incertidumbre en pacientes de diálisis en Oaxaca | El Imparcial de Oaxaca

Autoridades del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) en Oaxaca, se niegan a brindar información clara a los beneficiarios por la suspensión del suministro de material para enfermos renales, luego de la falta de un nuevo contrato con la empresa Baxter.

Enfermos renales que reciben los beneficios por parte del organismo público de salud se mostraron inconformes por la falta de respuestas concretas a las demandas de los pacientes del Hospital Regional “Presidente Benito Juárez”.

Varios derechohabientes consultados a las afueras del hospital se mostraron molestos, a la vez que los directivos del hopspital tratan de ocultar la situación grave por la que pasan cientos de personas con el padecimiento.

“El que nos den unas bolsas o una caja para dos días, pero nos tengan desde las 2 de la tarde y hasta las 8 de la noche, es algo inhumano y que ninguna autoridad ha volteado a ver”, advierte Narciso Mateos, de escasos 42 años pero con apariencia de 50 años.

Junto a su esposa se mantuvo sin alimento por varias horas con tal de obtener el material que lo mantiene con vida; “nosotros cerramos el negocio (panadería) por la tarde porque no podemos sortear los altos costos del tratamiento”, admite.

Sin embargo, se dice molesto con la falta de información, dado que en el ISSSTE les dicen que ya hay un acuerdo con la empresa Baxter, encargada del suministro de material, pero al llamar a las oficinas en la Ciudad de México, los desmienten.

“Porqué juegan con nuestra vida, algunos ya compramos unas bolsas, pero no podemos seguir pagando los mil pesos que nos cuesta la caja, por eso aguantamos malas caras y pésimos tratos”, expone.

No obstante, el sentir de los derechohabientes se confirma al buscar una postura por parte de los encargados de la delegación en Oaxaca, quienes han evitado dar declaraciones a la prensa.

En su momento, especialistas de Servicios de Nefrología afirmaron que la insuficiencia renal crónica es considerada un padecimiento catastrófico.

Lo anterior, por el impacto negativo en la salud de los pacientes, en la dinámica familiar, en la discapacidad laboral y los altos costos en su atención para las instituciones.

Aunado a que la calidad de vida de los enfermos se deteriora considerablemente y el impacto financiero para las instituciones es insostenible e inviable, pues el costo promedio mensual del tratamiento por paciente con enfermedad renal crónica, incluidas las terapias de reemplazo renal, va de 25 a 35 mil pesos.

Indicaronque el ISSSTE busca generar conciencia en la sociedad para prevenir la enfermedad renal y su principal causa: la diabetes mellitus, que ocasiona cerca del 50 por ciento de los casos de este padecimiento, junto con la hipertensión arterial y la obesidad, el gran factor de riesgo para las enfermedades crónicas no transmisibles.

El Instituto gasta anualmente más de 15 mil millones de pesos en atender cinco enfermedades crónico-degenerativas: cáncer, padecimientos cardiovasculares, insuficiencia renal, hipertensión y diabetes.

Tras la enfermedad renal y los padecimientos que la causan: diabetes e hipertensión arterial, está el problema de salud pública número uno en México: la obesidad y el sobrepeso.

Los especialistas citaron los resultados de la Encuesta ENSANUT 2016 en la que la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad afecta 33.2% de niños de cinco a 11 años, 36.3% a adolescentes y a 72.5% de los adultos de 20 años y más, lo que revela la imperiosa necesidad emprender acciones para su prevención y control.

Otro dato revelador es que de acuerdo a la misma fuente, 46.4% de los pacientes con diabetes mellitus encuestados, durante el último año no tomaron medidas para prevenir complicaciones.

Alertaron ante el gran riesgo que constituyen las dietas altas en sal para enfermar de hipertensión arterial a edades tempranas.

“Hay pacientes que consumen de 7 a 10 gramos de sal cuando el consumo adecuado es de 1.5 gramos al día”, por lo que recomendó no emplear saleros en la mesa, evitar la ingesta excesiva de frituras y botanas saladas y hacer un uso moderado de este ingrediente al preparar los alimentos.