¿Hay paz en Oaxaca?
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¿Hay paz en Oaxaca?

Pese a la afirmación del gobernador Alejandro Murat de que Oaxaca se encuentra en paz, artistas, defensores de derechos humanos y políticos aseguran que los problemas SOCIALES se agudizan en gran parte por la falta de atención DE LAS AUTORIDADES


¿Hay paz en Oaxaca? | El Imparcial de Oaxaca

Artistas, organizaciones de la sociedad civil, defensores de derechos humanos y actores políticos creen que es posible que Oaxaca sea un estado en paz, pero con cambios de fondo en la forma de gobernar y de hacer política.

La víspera, el gobernador del estado Alejandro Murat Hinojosa declaró a medios de comunicación que Oaxaca está en paz y con una ruta marcada hacia el desarrollo y el crecimiento económico a corto y mediano plazo.

“Nadie va a poder cambiar Oaxaca en seis años, a menos de que tenga una varita mágica”, asevera la cantante oaxaqueña Susana Harp (1968), fundadora de la Asociación Cultural Xquenda, quien asegura además que actualmente la entidad vive momentos en los que la conflictividad social y política va en aumento.

(La situación) es difícil, creo que debe haber mucha sabiduría por parte del gobierno para escuchar las peticiones reales de las comunidades, indica.

“Pero también hay mucha gente que se monta en esas acciones a fin de jalar agua para su molino y que al final no entregará los recursos para beneficiar a quienes dicen representar”, advierte la impulsora del Centro de Capacitación Musical y Desarrollo de la Cultura Mixe (CECAM).

La cantante sostiene que Oaxaca necesita tener espacios de paz y tranquilidad, como la Guelaguetza, “una muestra de lo que es de todos y no solo de un sector”.

No obstante, lamenta que las fiestas de los Lunes del Cerro sean tomadas como rehén.

Para la intérprete de piezas tradicionales como La llorona, Canción anónima y La martiniana es posible tener un estado en paz, siempre y cuando se vuelva a hilvanar finamente el tejido social.

“Cuando los gobiernos atienden y distinguen las peticiones reales brindan respuestas, en el estado hay muchas carencias y rezago y de ahí surgen las manifestaciones, desafortunadamente acarreamos una enorme deuda con las comunidades indígenas, no se entiende el clamor social y es necesario voltear a verlos y sobre todo atenderlos y dar respuestas concretas y definitivas”, considera.

Enfatiza que alguien tiene que hacer un plan transexenal en las comunidades indígenas pues hay muchos ejemplos de buenas prácticas y cuando se asumen como propias no importa que se acabe el gobierno porque ellos las continúan.

“En Oaxaca hay muchas verdades y cada quien la vive desde donde está parado, es muy delicado decir yo tengo la verdad, pero es necesario hacer comunidad por Oaxaca, nadie tiene la verdad absoluta y debe trabajar con y junto al otro”, afirma Harp.

Estado de contrastes: SiKanda

De acuerdo con Carlos Camacho, coordinador estatal la organización Solidaridad Internacional Kanda (SiKanda), Oaxaca es un estado de contrastes, pues su riqueza natural y cultural representa también un reto para dar respuesta a las problemáticas locales.

Por ello, sostiene, es importantísimo que las políticas públicas respondan a las necesidades locales, bajo un enfoque intercultural y que permita la participación efectiva de la ciudadanía, debido a que existe una complejidad altísima y problemas estructurales e históricos que se entrelazan con cuestiones coyunturales.

Existen temas por atender en salud, educación, empleo, medio ambiente, derechos humanos, equidad, alimentación…
Hay una enorme división entre la sociedad civil y las instituciones estatales, la cual se ha profundizado por las redes clientelares y el manejo político que se ha dado a los reclamos de la ciudadanía, alertan.

No obstante, todos estos retos sólo hacen más necesaria la participación, toma de conciencia e incidencia de la sociedad civil organizada.

¿Se puede terminar con las marchas, plantones y cierres de calles?

-Este tipo de acciones son resultado de la falta de espacios efectivos de diálogo y participación entre sociedad civil e instituciones.

La desconfianza de la ciudadanía ante las autoridades, la simulación y la falta de transparencia que durante años se han dado en el estado ocasionan que la ciudadanía utilice como herramientas de presión las marchas, plantones y cierres de calles.

Para que se deje de optar por estas herramientas de presión es necesario que las instituciones abran espacios efectivos de diálogo y de co-creación de las políticas públicas.

Para ello debe haber una fuerte voluntad política, pero ésta sólo se da a raíz de una exigencia ciudadana.

Consideran que como sociedad civil se deben ocupar todos los espacios de participación que se abran y promover la apertura de aquellos que consideramos necesarios.

“La paz se relaciona con el acceso a la justicia, la cohesión social, la equidad de género y el ejercicio de los derechos humanos y en este sentido enfrentamos aún muchos retos en Oaxaca para la construcción de paz”, subraya.

Nada ha cambiado: Cedhapi

Maurilio Santiago Reyes, presidente del Centro de Derechos Humanos y Asesoría a Pueblos Indígenas (CEDHAPI) asegura que la problemática social y política en Oaxaca es la misma que en el gobierno de Ulises Ruiz, Gabino Cué y hoy Alejandro Murat.

“En los dos sexenios anteriores vivimos entre conflictos por límites de tierras y post electorales, pero ahora tenemos una disputa de poder (político) entre organizaciones sociales, de transportistas y otros”, advierte.

Pero el mayor riesgo -dice- lo vivimos las organizaciones defensoras de derechos humanos, al haber una crisis persiste la violación a los derechos humanos en el estado, recordemos Asunción Nochixtlán el 19 de junio de 2016, no lo hemos superado.

“Veo mucho riesgo de desestabilización por el escenario (electoral) que se acerca (2018) y en donde a los actores políticos y sociales poco les importa respetar las garantías individuales con tal de hacerse visibles”, revela.

Santiago Reyes ve complicado pacificar un estado sumamente convulso, en donde son los propios dirigentes regionales, distritales o estatales quienes crean la conflictividad social para salir al escenario a pesar de arriesgar vidas.

Oaxaca vive una crisis grave: Ana Díaz

La cantautora oaxaqueña Ana Díaz observa que en Oaxaca hay una crisis en todos los sentidos, pues hay inseguridad, falta de empleo, los recursos están mal distribuidos, hay pobreza, miseria, injusticia, corrupción al grado del ridículo, “creo que es una crisis del país no sólo de Oaxaca y claro que se refleja en todos los aspectos.

“Entre muchas de las cosas que están mal es que a la cultura se le da cada vez menos importancia, pues no se le valora como una fuerza de cambio social, todos estamos tratando de sobrevivir en medio de tanto conflicto. Veo una sociedad polarizada y afectada”, dice.

Y agrega: “Aún así veo mucha gente haciendo su trabajo y luchando por salir adelante, primero por su familia y como consecuencia por su estado y su país, pero sorteando muchos obstáculos”, comenta.

Manifiesta que las marchas, plantones y cierre de calles son consecuencia, no son el problema, dado que “nos enfocamos en ellos porque son la afectación inmediata y sí coincido en la molestia y hartazgo que esto genera y que nos afecta a todos, pero de fondo hay problemas mal atendidos, hay problemas creados, hay conflictos manipulados.

“Hay un problema grave de injusticia y de omisión, pues si se atendieran oportunamente las demandas, si hubiera instancias capaces, si hubiera voluntad política y se combatiera la corrupción en lugar de alimentarla y manipularla, tal vez sí se podría reducir el número de marchas, plantones y cierre de calles o terminar con ellas”, expresa la autora de La ruta de los peces (2017).

Gobierno de Murat, errático

A más de siete meses del arranque de la presente administración estatal vemos un gobierno errático, inmaduro y que no ha podido afrontar los problemas sociales, políticos y agrarios y cuya problemática les ha detonado en las manos, expone Jesús Romero López, legislador local.

El fundador de la organización Juntos Resolvamos cuestiona el que únicamente se mediaticen los conflictos, se administren o se alarguen como ha ocurrido en el caso de la agencia Vicente Guerrero y la organización Frente Popular 14 de Junio.

“Oaxaca requiere de un cambio profundo, no de tequios políticos, porque se hace cuando la ciudad está hecha un caos y creemos que la paz puede llegar pero cuando exista justicia social”, dice.

Romero López advierte que la gobernabilidad del estado no pasa por la figura del secretario General de Gobierno, dado que en seis meses llevan dos, “el modelo de gobernanza se agotó y se requiere de un nuevo pacto social y de gobernabilidad”.

PED: Gobernabilidad y paz social

Los conflictos que se presentan en el estado con más frecuencia son: post electorales, con organizaciones sociales, de tipo agrario y sindicales, entre otros, en donde la función principal de gobierno debe ser facilitar la conciliación y el establecimiento de acuerdos que permitan su resolución a través de las vías institucionales pertinentes, expone el gobierno estatal en el proyecto de Plan Estatal de Desarrollo (PED) 2016-2022.

Indica que busca generar condiciones favorables de gobernabilidad a través del consenso y el diálogo democrático con los diversos actores políticos que emergen eventualmente como parte de la dinámica social existente en la entidad.

En la presente administración, derivado de las irregularidades en el proceso de elección ordinaria de autoridades municipales se cuantifican 37 conflictos postelectorales: uno por el sistema de partidos políticos (Santa María Xadani) y 36 por el régimen de Sistemas Normativos Internos.

En el caso de estos últimos, resalta la falta de armonización de la cabecera municipal con sus agencias municipales y de policía y en otras ocasiones la negativa de participación política de la mujer, en su derecho de votar y ser votada.

Conflictividad agraria

Esta nomenclatura incluye no sólo los conflictos por límites que enfrentan los núcleos agrarios, sino también la regularización o la tenencia de la tierra, la organización interna de las comunidades agrarias, la participación equitativa en materia de género y la impartición de justicia en el rubro.

El total de conflictos agrarios registrados hasta ahora en el estado es de 364. De éstos 32 se encuentran clasificados como de alto riesgo, 104 de mediano riesgo y 228 de bajo riesgo.

S-22 el coco de cualquier gobierno

Dentro de las principales acciones de protesta de la Sección 22 se encuentran la toma de instalaciones estratégicas, bloqueos carreteros y de vialidades principales, marchas y plantones, entre otras tendientes o encaminadas a generar el caos y el conflicto.

Actualmente, las exigencias del magisterio se centran en la derogación de la Reforma Educativa, que propone evaluar a los profesores con un examen estandarizado para favorecer el mérito en el ingreso y permanencia en el servicio docente.
Esto último se ha convertido en uno de los principales motivos de protesta.

Con la finalidad de impulsar la citada reforma, en julio del año 2015 el Gobierno de la República en coordinación con el gobierno estatal tomaron la determinación de establecer un nuevo sistema administrativo para el estado.

425 organizaciones “sociales” sangran el erario público

Históricamente, parte del desarrollo político-social y económico de Oaxaca se ha visto identificado con la aparición de organizaciones de tipo político y social.

En la actualidad hay registradas 425 de estas organizaciones que en muchos de los casos representan y/o se coordinan con los municipios y pobladores para gestionar de forma permanente beneficios a favor de sus localidades.

Es importante mencionar que en buena medida la evolución de las organizaciones sociales se debe a la transformación de solicitudes en exigencias de atención a sus demandas y la radicalización de las formas utilizadas para generar presión al gobierno a favor de sus objetivos, ello mediante actos que provocan ingobernabilidad.

 

 


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