La Guelaguetza
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Ganadores del concurso Estatal de Calaveritas Literarias 2018


La Guelaguetza | El Imparcial de Oaxaca

En la primera butaca
y desde el mejor lugar
la muerte quería mirar
la Guelaguetza en Oaxaca,
no contaba la calaca
con que todo había acabado,
y casi viva de enfado
y sin nada más qué hacer
se dispuso a recorrer
las regiones del estado.

Al Papaloapan llegó
por el río Las Mariposas
y en aquella tierra hermosa
la Flor de Piña bailó.
¡Los huipiles se robó!
Gritaba una señorita,
pero lo flaca maldita
sintiéndose de alto rango
altiva se fue a un fandango
allá por Loma Bonita.

Con el esqueleto chueco
ya de tanto zapatear
al Istmo se fue a comprar
memelas y queso seco.
No le perdonó a los tecos
Que no vió una vela istmeña,
y se fue pidiendo señas
hacia otra nueva aventura:
la de broncear su figura
En la costa oaxaqueña.

Aunque la altura le aterra
Subió hasta un cerro lejano
a ver el Toro Serrano
y el Norte y Sur de la Sierra.
Todo era paz en la tierra,
todo transcurría normal,
pero una noche fatal
de festejo e imprudencia
perdió el rumbo y la conciencia
de tanto tomar mezcal.

Tambaleando de tomada
pedía clemencia y ayuda
pues no aguantaba la cruda
cuando llegó a la cañada.
María Sabina a la entrada
Del pueblo le apareció…
¿Qué pasa?, ¿Resucitó?
La huesuda había olvidado
que la había resucitado
el día que se emborrachó.

A la población entera
de Huautla no perdonó
y hacia la Mixteca huyó
por un Mole de caderas.
Exigió que le sirvieran
pues sentía en la panza un hueco,
luego pidió un mezcal seco
y después la descarada
con una falda prestada
bailó el Jarabe Mixteco.

Como no pudo mover
la falda con gran acierto
a todos los dio por muertos
y juró nunca volver.
Para seguir su quehacer
debía aliviar su resaca
entonces puso una hamaca
se durmió por un momento
y recobrando el aliento
siguió con rumbo a Oaxaca.

Llegando a Valles Centrales
desfiló en una calenda
mientras colgaban ofrenda
al frente de los portales.
En un altar, los tamales
estaban al descubierto,
miró altares y conciertos
como nunca había mirado
y dijo: ¡Qué bello Estado!
¡Que no muera el Día de Muertos!

SEGUNDO LUGAR:
Daniel Humberto Acosta
López, originario de
Tuxtepec, Oaxaca.
Edad: 23 años


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