La derrama turística se persigue desde la carretera
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La derrama turística se persigue desde la carretera

Mezcaleros y artesanos buscan ganar unas monedas con los miles de visitantes que llegan en esta temporada a Hierve El Agua


La derrama  turística se  persigue desde la carretera | El Imparcial de Oaxaca

“El elixir emerge del cuidado íntimo”, con esta seductora frase promueve don Alberto Martínez García su mezcal, El Liberal, que produce en una fábrica artesanal de San Lorenzo Albarradas, el nombre de un municipio que cobra significado hasta que se señala que es el lugar en donde la naturaleza creó las cascadas pétreas de Hierve El Agua.

En este lugar, la derrama económica se persigue desde la carretera. Ya sea elaborando mezcal, como don Alberto, tejiendo bolsas multicolor de palma, blusas, manteles o flores de palma, los pobladores de este municipio de Valles Centrales buscan ganar unas monedas de las decenas de miles de visitantes que cada año se bañan en las aguas sulfurosas de este paraíso natural.

Don Alberto creó su marca desde hace 12 años y se ha especializado en el mezcal espadín, cuenta con certificado y registro, sin embargo, este año de nueva cuenta quedó al margen de la convocatoria para participar en la Feria del Mezcal y debe seguir su búsqueda de alternativas para proyectar su producción. Por ahora, pese a que produce de 800 a mil litros cada mes, no ha logrado acuerdos con expendedores de otros lugares como la capital, Mitla o Tlacolula.

En esta temporada se superpuso el crecimiento del agave con la Guelaguetza y tuvo que parar el trabajo en la fábrica, que es el principal anzuelo para hacer que los visitantes bajen de sus vehículos y se acerquen a comprar una botella.

Entre cuidar el campo y vender tuvo que optar por la primera opción y las ventas han bajado. Los dos alambiques y las once tinas de fermentado están paradas, al igual que la rueda para el molido. Sin el fuego cociendo el maguey los turistas se interesan menos en parar su viaje.

“Si trabajamos aquí no trabajamos el campo y se va a enmontar el maguey, después no nos va a servir de nada. Sin la fábrica muy poco se para el turismo aquí, los turistas lo que ven son las fábricas que están bien representadas, en Mitla, en Tlacolula, que tienen lujo, hay gente que está conectada con las oficinas de turismo y ellos hacen que los visitantes lleguen a sus fábricas”, expresa don Alberto.

El ahorro del año

Para María del Carmen, la temporada vacacional es la temporada de guardar. Es la época de mayor actividad pero también en la que menos debe gastar. También a orilla de la carretera que lleva a Hierve El Agua busca beneficiarse de la “derrama económica” del turismo. Vende tapetes de palma a 300 pesos y coronitas hechas con pencas de maguey a 20. Al día obtiene entre 200 y 350 pesos. Se gana la vida con la actividad que aprendió cuando era niña.

Aunque podría ganar más dinero vendiendo sus productos más cerca de Hierve El Agua, debe mantenerse en su puesto sobre la carretera, que le permite obtener ingresos y cuidar a sus dos hijas, menores de cinco años.

“Aquí no hay trabajo, de esto vivimos prácticamente, nos beneficia mucho que haya turistas, si no hubiera la verdad no sé qué haríamos. De aquí vamos ahorrando para el resto del año, nosotros tratamos de estar activos en esto todo el tiempo, hay otras personas que se dedican al campo cuando no es temporada alta”, asegura.


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