Dainzú, fraude de GEO contra la educación en Oaxaca
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Especiales

Dainzú, fraude de GEO contra la educación en Oaxaca

Los temblores se mezclaron con el fraude que cometió la empresa habitacional en un proyecto con el que ganó hasta 450 millones de pesos


Dainzú, fraude de GEO contra la educación en Oaxaca | El Imparcial de Oaxaca

Una imagen de Juchitán se encuentra en Tlacolula de Matamoros, en el fraccionamiento habitacional Dainzú, donde como en el Istmo de Tehuantepec las clases se toman en aulas improvisadas a causa de los sismos.

En este lugar, los temblores se mezclaron con el fraude que cometió la empresa GEO en un proyecto con el que ganó hasta 450 millones de pesos. Para atraer compradores utilizó como gancho una oferta muy atractiva: en el espacio residencial, los habitantes contarían con un preescolar y una primaria. Padres de familia, en su mayoría jóvenes primerizos, podrían llevar a sus hijos caminando a la escuela, sin necesidad de transporte público, sin traslados extenuantes, sin cruzar el portón de acceso al que de acuerdo con el eslogan de la empresa es “el mejor lugar para vivir”.

Hoy, la estructura de la primaria, insuficiente para atender la demanda de los habitantes, representa riesgos ante nuevos sismos; áreas como la biblioteca han sido dictaminadas con riesgo de colapso, al igual que muros y pilares.

En el preescolar, niños de tres o cuatro años deben soportar el calor arduo que se genera en las aulas construidas con lona luego de que el espacio que inició GEO fuera demolido por carecer de garantías de seguridad.

El fraude tuvo un colaborador principal: el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) que otorgó las claves escolares para una primaria y un preescolar a la empresa sin que los inmuebles estuvieran construidos.

“A mí me ofrecieron el departamento con preescolar y primaria funcionando, uno dice ‘qué bien’, como el fraccionamiento está retirado sin la escuela tendríamos que llevar a nuestros hijos a Tlacolula”, explica Ángel Matías Álvarez, presidente del comité de padres de familia del preescolar.

Al comprar una vivienda buscas que tenga esos servicios, aquí nos los ofrecieron, la primaria tiene sus detalles, pero el preescolar de plano no existe”, señala Gabriela Ruiz Ruiz, secretaria del comité, quien agrega: “lo que nos decía GEO es que al comprar la casa tendríamos lugar directo en la primaria o el preescolar, cuando llegué a preguntar me dijeron que no había cupo en la primaria”.

GEO, en quiebra

La risa es incontenible cuando se les pregunta a los padres de familia si las escuelas son la única oferta que no cumplió GEO.

Les prometió una estación de bomberos, clínica de salud, centros comerciales. El fraccionamiento Dainzú, con aproximadamente mil 800 departamentos, se quedó atorado en la segunda etapa, los terrenos donde construirían la tercera aún carecen de servicios. Cada una de las residencias costaba al menos 260 mil pesos, por lo que la suma de ventas es de al menos 450 millones de pesos. Hoy la empresa está al borde de la quiebra.

Además está la lejanía. Dainzú y el centro de la ciudad de Oaxaca están separados por 30 kilómetros aproximadamente, el traslado en autobús o automóvil representa entre 35 y 45 minutos, cada mañana salen de este espacio residencial tres autobuses del transporte público repletos. La gran mayoría de los vecinos trabaja en la ciudad de Oaxaca.

Aunque en sus inicios GEO fue una de las principales competidoras en la venta de casas de “interés social”, un eufemismo utilizado por la iniciativa privada y el gobierno para describir habitaciones de proporciones mínimas ubicadas las más de las veces en periferias de los centros de población, empezó a tener pérdidas cuando en 2009 el gobierno mexicano redujo el número de créditos hipotecarios disponibles para la población, mismos que un año antes alcanzaron su máximo histórico. Sumados a los ofrecidos por la banca privada –que representó menos del 10%– los préstamos fueron casi 800 mil en 2008.

En 2009 fueron menos de 650 mil; en 2013 cayeron por debajo de los 400 mil.

GEO vendió en el último trimestre de 2015 941 casas y en el mismo periodo de 2016 741; las pérdidas reportadas ante la Bolsa Mexicana de Valores los últimos tres meses de 2016 alcanzaron los 2 mil 973 millones de pesos.

El pasado 12 de septiembre, el magistrado del Segundo Tribunal Unitario en Materias Civil y Administrativa del Primer Circuito dejó sin efecto el convenio de concurso mercantil aprobado a GEO en 2015, a través del cual se le permitiría pagar sus deudas a través de acciones. La decisión judicial coloca a un paso de la quiebra y la desaparición a la desarrolladora inmobiliaria que en Dainzú ha demostrado su incapacidad incluso para reparar las paredes de la maltrecha escuela que ofrecieron a los habitantes.

Primaria GEO, mal maquillada

Los sismos de septiembre desprendieron los techos de las aulas colocadas en tres módulos de la primaria y para repararlos GEO optó por “maquillarlos”, denuncia la directora de la institución Marta Silvia Reyes Ramírez. Ese “maquillaje” son manchas de cemento que pegan las paredes y los techos.

Nuestra propuesta desde el principio fue que la escuela se repare totalmente, lo que nos hicieron, se lo dijimos al arquitecto, es venir a maquillarnos las aulas, y mal maquilladas, es un trabajo mal hecho”, asegura la directora.

Las grietas aparecen prácticamente en cada muro del edificio y una consultora externa determinó que hay riesgo de desplome en varios muros y pilares. Para GEO sin embargo no hay peligro.

Antes de los sismos las condiciones ya eran precarias en la escuela. Hasta 2018, después de siete años de funcionamiento, el IEEPO hizo la primera entrega de mobiliario, sillas, mesas y escritorios. Todo el material con que trabajaban antes fueron donaciones. Aquí no hay espacios de recreo ni salón de usos múltiples. La biblioteca es solo una bodega de libros, donde no hay estantes ni orden. Por los fuertes vientos, que han llegado a los 180 kilómetros por hora, es imposible construir un techado para la cancha de educación física. La matrícula está saturada con 180 alumnos y para ampliarla fue necesario improvisar un aula en el acceso principal. Dos de las paredes de este espacio son maderas que intentan impedir que el viento pase.

Aunque los trámites para solicitar dos nuevas aulas ya se realizaron ante el Instituto Oaxaqueño Constructor de Infraestructura Física Educativa (Iocifed) y la Secretaría General de Gobierno en 2017 para que se integrara en la proyección 2018 aún no hay respuesta.

La reforma educativa no tiene lugar en la escuela de Dainzú mientras no haya más aulas, el programa de Escuelas de Tiempo Completo, que prolonga hasta seis u ocho horas la jornada diaria en primarias, “volvería este lugar una olla exprés sin válvula de escape”, asegura la directora.

Preescolar sin muros

A diferencia de la primaria, los alumnos del preescolar nunca han tenido patio ni salones. En septiembre de 2016, con la presencia del presidente municipal de Tlacolula de Matamoros, Pedro Ruiz González, representantes de GEO colocaron la primera piedra del preescolar pero un año más tarde los sismos demostraron que la obra era riesgosa y Protección Civil determinó que debía demolerse.

En enero pasado, en una reunión en la Secretaría General de Gobierno se estableció el acuerdo que se cumplió hace solo 15 días. Como parte de la minuta la constructora se comprometió a otorgar un millón de pesos para la obra, que quedaría a cargo del Iocifed.

Ante la insuficiencia que representa un millón de pesos para construir las aulas, la Secretaría de Finanzas se comprometió a aportar 1.8 millones de pesos adicionales una vez que GEO realizara el depósito. Hasta ahora no ha cumplido.

GEO retiró desde septiembre pasado su sede estatal y eso ha provocado que la comunicación con sus representantes se dificulte.

La reunión con el gobierno estatal se logró después de que en enero pasado padres de familia bloquearan la carretera 190 a la altura del Instituto de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) para exigir atención a sus demandas. Sus actos –quemar llantas en la vía pública- fueron señalados como vandálicos. Nadie habló del crimen que cometió GEO. Desde septiembre pasado la matrícula estudiantil del preescolar ha perdido una tercera parte, de 90 estudiantes hoy quedan 60.

Competencia de inutilidad

Padres de familia y profesores del preescolar y la primaria han encontrado que en el país y en Oaxaca el catálogo de instituciones inútiles es más amplio de lo que les gustaría. Empezando con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), incapaz de multar a una empresa que vende productos de un cuarto de millón de pesos usando publicidad engañosa; siguiendo con el “nuevo” IEEPO, cuyos funcionarios han expresado su “preocupación” por el caso pero que no han logrado que esta preocupación salga de su escritorio; los habitantes de Dainzú se entrevistaron también con el secretario General de Gobierno, Héctor Anuar Mafud Mafud, quien pasivo, indolente, expresó que “así pasa en los fraccionamientos” y les ofreció regalar balones y trofeos cuando realizaran una competencia deportiva.

El rosario de funcionarios inoperantes incluye a Jorge Rodríguez de la Rosa, director del Planeación Educativa del IEEPO; Orlando Hernández, titular del Iocifed; a Diana Félix Andrade, delegada estatal del Infonavit; a Rebeca Cervantes Navarro, delegada de Profeco; a todos los han conocido, a todos les han enviado oficios, ha habido minutas, minutos perdidos, esfuerzo infructuoso. También han pedido apoyo de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca para que vea por el derecho a la educación de sus hijos, pero no lograron nada.

El municipio de Tlacolula, que no acepta al fraccionamiento como parte de su demarcación, no ha tenido objeción a la hora de cobrar el predial, entre 700 y 900 pesos anuales por departamento.

“Hemos estado ante el IEEPO, ante el Iocifed, ante la misma empresa que construyó, que ya no están aquí pero hemos buscado la manera de encontrarlos, la respuesta ha sido muy poca en el caso de la primaria y del preescolar, se firman minutas pero no hay una respuesta certera. Estamos por todas las vías, esto es un caso de corrupción, una institución del gobierno otorgó una clave escolar sin ver que hubiera una instalación o si quiera que estuvieran donados los terrenos, ahí hay algo, corrupción, también en la primaria otorgaron una clave en instalaciones que ni ellos mismos avalan”, acusa Gabriela Ruiz.

Directivos, maestros y padres de familia firman una promesa para las autoridades: “hemos ido a la vía legal, con Profeco, hemos ido por la vía burocrática, con el IEEPO, nos vamos a seguir movilizando, aunque nuestros actos parezcan vandálicos, es la única forma que hemos encontrado para que nos digan ‘ahí los veo’”.

 


aa

 

Relacionadas: