Deporta Migración de Oaxaca a células de extorsión colombianas

En 2017 el Instituto Nacional de Migración (INM) delegación Oaxaca deportó a casi 6 mil extranjeros que se encontraban en la entidad de manera irregular, de los cuales, decenas fueron colombianos que se dedicaban a la extorsión.

Jacobo Olaf Rodríguez García, delegado federal del INM, explicó que la institución ha emprendido fuertes operativos y medidas de seguridad en la búsqueda de los extranjeros que radican en Oaxaca de manera irregular y operan de manera ilícita.

Ante las denuncias de ciudadanos contra un grupo de colombianos que extorsionan a pequeños comerciantes, el INM realizó entre septiembre y diciembre de 2017 la deportación definitiva de 57 colombianos, mientras que este año el número alcanza a 20 personas de esta nacionalidad.

Expuso que estas acciones se logran con operativos que se llevan a cabo de manera coordinada con la Secretaría de Seguridad Pública (SSPO) y la Fiscalía General de Oaxaca, entre otras corporaciones de seguridad.

Aunque el INM enfoca sus tareas principalmente en la revisión de la situación de los extranjeros que radican en México, el delegado lamentó la situación del migrante oaxaqueño que fue golpeado en Estados Unidos, donde se mantiene hospitalizado con diagnóstico estable.

“No tenemos una injerencia directa, pero nos apena y nos sumamos a la demanda y la exigencia del respeto de los oaxaqueños que radican en los Estados Unidos, independientemente de su situación migratoria”, expuso.

Modus operandi

Desde el año pasado, comerciantes de la entidad alertaron a las autoridades sobre la presencia de una red de células colombianas dedicada a la extorsión.

Los delincuentes se acercan a los comerciantes y les ofrecen préstamos exprés sin mayores trámites, sobre todo a quienes tienen puestos en los mercados públicos o zonas de mayor afluencia.

Quienes no cumplen con los pagos en tiempo y forma son intimidados por los colombianos con amenazas y hasta cobro de derecho de piso a pesar de haber saldado la deuda. Los pequeños comerciantes piden préstamos de 2 mil a 3 mil pesos, de acuerdo con algunos denunciantes, pero terminan pagando lo doble o más por los intereses.