87 años después, Oaxaca olvida la tragedia
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87 años después, Oaxaca olvida la tragedia

Ahora sólo existe un documental que puede narrar parte de aquella tragedia ocurrida en 1931, cuando la Verde Antequera quedó derruida y la desdicha rondaba por las calles


87 años después, Oaxaca olvida la tragedia | El Imparcial de Oaxaca

A 87 años del terremoto de magnitud 7.8 grados que devastó en 1931 la ciudad de Oaxaca, los recuerdos de la tragedia siguen latentes después de los sismos que ocurrieron en septiembre de 2017.

A la fecha no se tienen datos exactos sobre las víctimas que dejó el movimiento telúrico, pero diversos investigadores e historiadores refieren que las cifras pudieron superar al menos 10 mil personas que fallecieron por diversas circunstancias como colapso de viviendas o derrumbes en las zonas montañosas.

Especialistas del Servicio Sismológico Nacional (SSN), dependiente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), refieren que el sismo ocurrió a las 20:00 horas del 14 de enero de 1931, con una duración aproximada de 10 segundos.

Su epicentro se localizó en la Sierra Sur, en la zona de los Loxichas a unos 60 kilómetros de Miahuatlán de Porfirio Díaz, donde dejó severas afectaciones como la destrucción de un templo católico en el que habrían muerto sepultados más de 50 feligreses.

Estos son solo algunos datos que se han podido recuperar en torno a la tragedia que dejó hace 87 años el devastador terremoto, en tanto los daños ocasionados en la ciudad de Oaxaca fueron captados por las cámaras del cineasta ruso Sergei M. Eisenstein, que años después lo dio a conocer a través de un documental que tituló El Desastre en Oaxaca.

En referencia a este acontecimiento, trabajadores de la Casa de la Ciudad también han realizado algunas documentaciones, en las cuales exponen que el impacto del movimiento fue tal que prácticamente borró del mapa extensos sectores de lo que entonces era la ciudad de Oaxaca. Una ciudad que se remetía a los límites actuales del Centro Histórico, aunque ya era bordeada por algunos barrios que más adelante se poblaría para hacer más extensa la urbe, se calcula que la población en la Verde Antequera rondaba apenas los 30 mil habitantes.

Las investigaciones muestran que en la actualidad existen pocas personas que puedan dar testimonio de lo que sucedió en aquella trágica fecha, del cual a pesar de la devastación que dejó “ha entrado tan profundo en el olvido de los habitantes de esta ciudad, que ni siquiera merece una breve reflexión o alguna mención oficial”.

Escritores como Miguel Ángel Chávez Romero, señalan que uno de los edificios que resultó severamente dañado durante el terremoto fue el Ex Convento de San Francisco, que en aquella época funcionaba como hospital.

Los documentos de la Casa de la Ciudad señalan que se calcula que hasta el 95 por ciento de las viviendas de la ciudad quedaron afectadas y sin posibilidad de ser usadas, la ayuda tardó en llegar y quienes habitaban la ciudad en ese entonces, sufrieron mucho.

En el documental que se dio a conocer años después por el cineasta S. M. Eisenstein, se pueden apreciar tomas aéreas de una ciudad devastada, enormes edificios, iglesias y ex conventos en ruinas.

El sufrimiento y desesperación de las familias afectadas invadió las calles, la mayoría vivieron por muchos meses en la vía pública, pues las réplicas que siguieron causaron temor entre la población.

Según los antecedentes, el manejo que realizaron las autoridades sobre los acontecimientos se llegó incluso a la censura, ejemplo de ello las imágenes y videos tomadas por Eisenstein fueron censuradas por varias décadas.

La reconstrucción de la ciudad inició años más tarde con nuevas estructuras utilizando material de cantera. Para Darío Vasconcelos Martínez, de la Sociedad Mexicana de Ingeniería Estructural la devastación que han dejado los grandes terremotos como en 1985 en la Ciudad de México, han quedado en el olvido.

“En Oaxaca pasó lo mismo con el sismo de magnitud 7.8 que impactó en 1931, casi destruyó toda la ciudad de Oaxaca, mi madre me platicó que prácticamente la capital se acabó pero la gente olvida eso, las autoridades en lugar de difundirlo lo ocultan porque piensan que van a alarmar a la ciudadanía pero eso es un error porque es una obligación de ellos mantenernos informados”.

En ese sentido, hizo un llamado a la ciudadanía para tomar en cuenta que Oaxaca se encuentra en una sísmica y por ello la importancia de respetar el Reglamento de Construcción y Seguridad, sin embargo, por cuestiones económicas o ignorancia, no suele aplicarse.

En la historia

  • Aunque este sismo no ha sido el más fuerte que ha impactado en Oaxaca, fue el más devastador en los Valles Centrales y Sierra Sur, esto debido a la cercanía del epicentro.
  • Recuentos históricos y de estudios de paleosismología, señalan que en 1787 ocurrió un sismo en las costas de Oaxaca, cuya magnitud se ha estimado hasta de 8.6, con una longitud de 600 km.
  • En 2017, ocurrió otro terremoto con magnitud de 8.2 grados frente a las costas del Istmo de Tehuantepec que devastó varios municipios de la región, especialmente Juchitán de Zaragoza.
  • Especialistas señalan que no existe aún un instrumento para predecir la ocurrencia de otro fuerte terremoto, la recomendación es estar preparado en cualquier momento

CAPTURA LA TRAGEDIA

Precisamente fue en Oaxaca donde el director ruso Sergei Eisenstein, fue espectador de uno de los sismos más catastróficos del estado. En enero el año 1931, el director se encontraba grabando escenas para su película ¡Qué viva México!, cuando de pronto un sismo con epicentro en Loxicha, de 7.8 grados, llegó y penetró hasta la ciudad, destruyendo todo a su paso.

Pocos saben de este casual registro que hizo Sergei de aquel terrible suceso. El sismo derruyó casas de adobe, mansiones, comercios y edificios de gobierno por igual, y se dice que murieron más de 10 mil personas. La tragedia además causó hambruna, cólera y miseria, así como la consecuente migración de muchos oaxaqueños a diferentes ciudades del país, especialmente a la Ciudad de México.

 


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