La noche en que Obrador triunfó
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La noche en que Obrador triunfó

El día de la jornada electoral Andrés Manuel López Obrador no tuvo adversarios. Llegó libre al día e hizo historia.


La noche en que Obrador triunfó | El Imparcial de Oaxaca
Presidential candidate Andres Manuel Lopez Obrador, of the MORENA party, casts his vote during general elections in Mexico City, Mexico, Sunday, July 1, 2018. (AP Photo/Ramon Espinosa)

Ciudad de México.- Andrés Manuel López Obrador esperó a que fuera la autoridad electoral la que reconociera su triunfo, esta vez no sería él quien daría el resultado del voto del pueblo, aguantaría hasta las 11 de la noche para que fuera el INE, las instituciones, el Estado de derecho e incluso la ciencia las que afirmaran que había sido electo presidente de la República.

Andrés Manuel López Obrador llegó firme, sin titubeos, como un hombre que ha preparado una tarea que sabe cómo cumplir. Pronunció ante más de mil periodistas, reporteros, camarógrafos y fotógrafos un discurso de apenas 12 minutos en los que trazó con firmeza las líneas del proyecto alternativo de nación que todos conocemos, que empieza por anunciar la cuarta transformación de México, por calmar los ánimos alarmistas de los empresarios, continúa por aclarar su postura sobre las reformas y la corrupción y sigue con el epítome que tantos problemas le generó en elecciones pasadas, “por el bien de todos primero los pobres”.

Flanqueado por su esposa Marta Gutiérrez Müller y sus hijos, Andrés Manuel calmó al Consejo Coordinador Empresarial, a la Coparmex, al Consejo Mexicano de Negocios, “no apostamos a construir una dictadura, abierta ni encubierta, los cambios serán profundos pero se darán con apego al orden legal establecido”.

“Habrá libertad empresarial, libertad de expresión, de asociación y de creencias, que garantizarán todas las libertades individuales y sociales, no actuaremos de manera arbitraria ni habrá expropiación ni confiscación de bienes”.

Fue el Andrés Manuel que dejó claro que la reforma energética seguirá de pie, pero será revisada, “para prevenir actos de corrupción o ilegalidad, si encontramos anomalías que afecten el interés nacional se acudirá al Congreso de la Unión, a tribunales nacionales e internacionales”.

Fue el hombre de gobierno que dejó claro que la pluralidad tiene una orientación, “escucharemos a todos, atenderemos a todos, respetaremos a todos, pero daremos preferencia a los más humildes y a los olvidados, en especial a los pueblos indígenas de México, reitero una frase que sintetiza mi pensamiento, por el bien de todos primero los pobres”.

Solo en la jornada electoral

El día de la jornada electoral Andrés Manuel López Obrador no tuvo adversarios. Llegó libre al día e hizo historia. Primero, consiguió más votos que cualquier otro candidato en una votación, con límites de 53 a 53.7 puntos porcentuales, uno de cada dos votos válidos fue para él. Después, porque la incógnita sobre si podría gobernar con mayoría en el Congreso de la Unión se resolvió también fácil, co tendencias que le dan a la colaición Juntos Haremos Historia entre 256 y 291 diputados y entre 56 y 70 senadores. Morena además rompió la sucesión familiar de gobernadores en Puebla y Veracruz y arrasó arrebatándole la jefatura de gobierno al PRD en la capital del país.

Juntos hicieron historia

López Obrador hizo a todos jugar como demócratas la tarde del 1 de julio. Primero el abanderado del PRI, José Antonio Meade, “hoy toca a la ciudadanía tomar las decisiones y ya lo han hecho”, “las tendencias del voto no nos favorecen”, expresó el pentasecretario a quien su partido autodesignó como el candidato “más preparado”.

Después tocó el turno de Jaime Rodríguez, “El Bronco”, manso, con lágrimas a punto de cristalizarse, mínimo, como siempre se esperó.

Siguió Ricardo Anaya, el más férreo crítico, “es que tus ideas son muy viejas” le dijo al líder de Morena en un debate.

“Reconozco mi triunfo, le expresó mi felicitación y le deseo el mayor de los éxitos por el bien de México”, dijo en cadena nacional el hombre que logró unir al PAN y al PRD en la carrera presidencial.

Tocó el turno del presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova, quien había anticipado que los resultados de los comicios estarían listos hasta el lunes, como negando un resultado dominical que millones ansiaban. Los resultados de las cinco mil casilllas que fueron escrutadas para conocer el conteo rápido dieron resultados inesperados, al menos para el PRI y PAN-PRD, sorpresivos para Morena. Con una participación de entre 62.9 y el 63.8% de la Lista Nominal Nacional, el tricolor se quedó entre 15.7 y 16.3%, Anaya se quedó por debajo del 23% y López Obrador, como mínimo tuvo 53%.

La pieza última, el presidente Enrique Peña Nieto, quien también en cadena nacional pronunció el nombre del que será su sucesor, “él y su equipo de trabajo contarán con el apoyo del Gobierno de la República para lograr una transición ordenada y eficiente”.

Más tarde, López Obrador devolvió la mención en el zócalo, frente a decenas de miles de asistentes que después de la medianoche se reunieron para vitorear al próximo presidente:
“Conozco todo lo que han hecho los presidentes, desde Guadalupe Victoria hasta el actual y quiero pasar a la historia como un buen presidente de México… sí se pudo, hoy se termina una etapa y vamos a comenzar otra, triunfamos y ahora vamos a transformar México. No voy a decepcionarles, no voy a traicionar al pueblo”, dijo.

“A Los Pinos o a La Chingada”

Ciudad de México.- A Los Pinos o a La Chingada. La elección del domingo estaba centrada en responder una pregunta ¿Ganaría por fin Andrés Manuel López Obrador la elección por la presidencia de la República? Una pregunta subyacente ¿En qué país donde el candidato puntero lleva una ventaja de 25 puntos hay tanta incertidumbre como la que había este domingo en el país?

“No les va a alcanzar”, dijo el líder del Movimiento de Regeneración Nacional después de salir de la casilla de votación cuando un periodista sudamericano le preguntó respecto a un posible fraude que lo enviara a su finca de Chiapas sin quinto partido y sin la posibilidad de transformar al país.

Confiado, el primero en la línea, el tres veces aspirante a la silla presidencial emitió su voto en la casilla que el INE instaló en la sede nacional de la Comisión Nacional del Agua, un reto en sí, un edificio del gobierno federal como antesala a los resultados de los comicios. Eran las 7:21 horas cuando arribó al edificio ubicado en Insurgentes Sur y tendría que esperar, por ley, 39 minutos para emitir su voto, por el retraso de los funcionarios de casilla para iniciar la jornada, 50 más, pero para “El Peje” esperar nunca ha sido un problema. Después de los tres intentos de Cuauhtémoc Cárdenas, después de la derrota por 0.46% frente a Felipe Calderón, después de la mediatizada campaña en la que llegó a Los Pinos Enrique Peña Nieto, después del desafuero, del plantón en Reforma, de la fundación de su partido, de 12 años de espera, qué eran un par de horas más.

Al final, hoy tenía las mejores posibilidades que un candidato de izquierda haya tenido para irrumpir en la línea de sucesión presidencial dominada por la “dictadura perfecta”, la década perdida panista y el regreso del PRI. La cuarta parte de la película tendría por nombre, la asunción de Morena…

¿Había posibilidad de fraude? La misma respuesta del candidato era afirmativa y concluyente, sí, sí habrá intento de fraude, pero será insuficiente.

Con más claridad lo anotó en sus redes sociales a quien llaman el biógrafo de AMLO, Epigmenio Ibarra, el productor de televisión y periodista que ha acompañado su andar político desde hace más de una década: “desde sus oficinas blindadas Anaya, Peña y Meade ordenarán que se haga todo para impedir el triunfo de AMLO. Fracasarán”. Énfasis en oficinas blindadas, énfasis en la libertad con la que el tabasqueño salía a votar. Manejando su propio automóvil, un jetta blanco, sin guaruras. Énfasis en “salir a votar como un ciudadano”.

Después a desayunar, al bunker de Morena, a esperar los avances de la jornada, a esperar que no hubiera más violencia, que fueran innecesarios minutos de silencio como los que tuvo que guardar el consejero presidente del INE al inicio de la jornada por las víctimas de la violencia política, esperar que el abstencionismo fuera menor a 40 por ciento, esperar a conocer los resultados y responder una decena de preguntas antes de la prioritaria: ¿arebataría Morena la Ciudad de México al PRD? ¿Habría alguna gubernatura para su partido en una elección concurrente? ¿Se obtendría el premio especial de la mayoría en el Congreso? ¿Llegarían al Congreso incluso las cartas criticadas a su liderazgo como la del minero Napoleón Gómez Urrutia y la del panista Germán Martínez? Las preguntas del día se centraban en Morena y particularmente en la próxima residencia del hombre de 64 años que ha prometido acabar con la corrupción en México, el país que de acuerdo con transparencia internacional ocupa el lugar 135 de 180 entre los que mayor éxito en el combate a este flagelo ha obtenido. ¿Dónde vivirá López Obrador tras el domingo 1 de julio, en Los Pinos o en La Chingada?

“Más vale esperar unas horas que otros seis años”

Ciudad de México.- Las 8 de la mañana ya era demasiado tarde. Las casillas especiales de la Ciudad de México fueron apenas un suspiro para desmañanados, para quien no solo estaba dispuesto a salir a votar, sino a hacerlo desde las 6 de la mañana para alcanzar uno de los 750 lugares repartidos en los 22 centros electorales para foráneos.

“Esto no es democracia”, reclamaba una joven de unos 20 años originaria de Saltillo, Coahuila, que desde las 8 de la mañana esperaba en la casilla especial del Hospital General la rectificación del Instituto Nacional Electoral (INE) sobre el minúsculo número de boletas disponibles respecto a la demanda. El anuncio que esperaba jamás llegó.

Los representantes de la autoridad electoral solo atinaban a dar una respuesta: por ley las casillas especiales solo cuentan con 750 boletas disponibles.

Frente a la ley la multitud. Tanto en el Hospital General de la delegación Cuauhtémoc como en la de avenida Coyoacán, en Benito Juárez, las muestras de inconformidad superaban las respuestas oficiales. Nadie se movía, nadie se iba. Ya no hay boletas, les repetían. No se iban. No va ahaber más boletas. No se iban. Miles de personas se quedaron fuera de la jornada electoral. Los gritos desde “fraude” hasta “queremos votar” y “traigan más boletas” se arremolinaban en los accesos.

“Todos los que deseemos votar deberíamos poder hacerlo”, exigía don Asunción, originario de Chiapas, quien llegó a la estación de autobuses a las 7:30 de la mañana y al hospital una hora después. Además de atender la cita médica programada quiso emitir su voto.

“¿Quién pierde estos votos?”, se preguntaba. “¿Usted a quién apoya?”, preguntó. “Yo soy periodista”. Inconforme inquirió exigente: “Sí, pero a quién apoya”.
-Yo vengo de Oaxaca, fui a una casilla especial y tampoco alcancé boleta.
-¡Ah!

Había más preguntas, también sin respuesta ¿por qué permitieron esto los partidos?
El INE instaló en la capital del país, una ciudad por la que diariamente transitan aproximadamente 20 millones de personas, 22 casillas especiales, 16 mil 500 votos que estuvieron disponibles solo para quien anticipó su lugar desde las 6 de la mañana, algunos alrededor de las 13:30 horas todavía no pasaban a votar. “Ya somos parte de la historia”, repetía un joven que alrededor de las 14:00 horas presumía lo que pocos, haber votado en una casilla especial. Más vale esperar unas horas que aguantar otros seis años, respondió otro.

Guardan un minuto de silencio por 139 homicidios en elección

Con 139 asesinatos, 48 de ellos de candidatos, cierra el proceso electoral 2017-2018, el que mayor violencia política ha registrado en la historia del país, por lo que al arranque de la jornada electoral dominical a petición de los partidos políticos el presidente consejero del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, pidió un minuto de silencio.

Oaxaca y Guerrero fueron los estados en donde más homicidios relacionados con la contienda electoral se cometieron. Antes de la elección se registraron 544 agresiones contra políticos o integrantes de equipos de campaña o autoridades. También 120 candidatos denunciaron amenazas.

Por otra parte, Córdova descartó al inicio de la jornada que en México no hay espacio para el fraude, los votos se emiten en libertad y los contaron un millón 400 mil ciudadanos seleccionados aleatoriamente y debidamente capacitados. “Ellos son la principal garantía del respeto del voto”, aseguró.

De igual forma se refirió a las protestas por la poca cantidad de boletas disponibles en casillas especiales en todo el país.

“Yo creo que esta elección puede ser una elección emblemática que empiece a revertir la crisis de confianza en torno al sistema electoral y que nos permita que en el futuro, por ejemplo, haya más casillas especiales, puede en ellas haber más boletas, porque finalmente, insisto, estos centros de votación son garantizados en la imparcialidad de su funcionamiento por las y los ciudadanos que son funcionarios de casilla”, señaló.


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