Se acaban, cocineras tradicionales de Santa María Xochixtlapilco, Oaxaca
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Se acaban, cocineras tradicionales de Santa María Xochixtlapilco, Oaxaca

Celebran la fiesta anual de San Diego de Alcalá


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Durante una semana llena de color, sabor y cultura, la agencia municipal Santa María Xochixtlapilco celebró su fiesta anual en honor a la imagen católica de San Diego de Alcalá.

En esta comunidad fundada hace más de 100 años y que originalmente ocupaba terrenos donde hoy se encuentra la agencia La Estancia, conviven personas con raíces indígenas del pueblo afromexicano y mixtecos que fueron desplazándose a la ciudad con el paso del tiempo.
La fiesta en honor a San Diego de Alcalá se celebra cada 13 de noviembre; atrae a más de 2 mil 500 comensales por día al comedor San Diego, ubicado a un costado del templo de Nuestra Señora de la Encarnación.

Todos los años la comida que se ofrece a partir del 10 de noviembre, es preparada por las mujeres con mayor experiencia en la cultura gastronómica, costumbre que a la mujer moderna le ha costado adaptar.

Las señoras Concepción, Edith y Rosa son las únicas tres cocinas tradicionales que le quedan a Santa María Xochixtlapilco y que, durante las últimas festividades, han deleitado los paladares de miles de personas que han sido testigos de esta explosión de sensaciones generada por el multiculturalismo en un ambiente rural y urbano.

FIELES COCINERAS

En 1982, Concepción Rodríguez Acevedo, originaria de Xochixtlapilco, comenzó a involucrarse en los trabajos de cocina para celebrar a “San Dieguito”, como llaman los habitantes al santo patrono.

“Fui mayordoma de las fiestas en los años 92, 95, 99, 2008, 2009 y 2013. En esta ocasión no formo parte de la mayordomía, pero me llamaron para ayudar, lo hago con mucha devoción. San Diego ha hecho muchos milagros a la gente”, expresó.

Con la voz quebrada, recordó que en año 2002 su esposo enfermó de gravedad. Estuvo a punto de morir. Pero luego de encomendarse a San Diego, su pareja logró salir adelante para seguir acompañándola.

“Ahora mi esposo ya está bien. Me siento muy contenta porque estuvimos apoyando este año al comité. Aquí preparamos chileajo, mole dulce, arroz, pasta con salta original y frijolitos de olla”, contó.

Doña Conchita dijo que actualmente sólo quedan tres señoras que se encargan de preparar todos los alimentos para la fiesta patronal. Las demás mujeres ayudan a repartir, algunas hacen tortilla con maíz de la misma comunidad y otros colaboran haciendo las compras.

Explicó que la pasta de mole para más de 2 mil 500 personas para el último día de la festividad, fue preparada la noche anterior, para que en la mañana ya estuviera lista para servir junto a los frijoles y el arroz.

“Con lo poco que enseñamos a los jóvenes es suficiente. Así nosotros aprendimos. Ojalá las niñas se sigan preparando para que no se pierda el trabajo en el comedor”, indicó.

La cocinera Edith Valle comentó que cada año es invitada por las mayordomías de la feria para seguir brindando su sazón que distingue a los alimentos que se brindan durante esta fecha.

“Me da mucha satisfacción poder apoyar en la comida. Todos le tienen mucha fe a San Diego, por eso puede ver como hay de gente. Lo quieren mucho, ha hecho muchos milagros”.

La señora Edith contó que un día fue bendecida por el santo cuando una de sus hermanas se puso muy grave estando embarazada.
“Mi hermana estando en cinta se fue para Putla de Guerrero. El camino estaba muy feo y tuvo a su bebé adentro del carro. Iba muy mal de salud, los doctores dijeron que no meterían la mano”, recordó.

Dijo que, en ese entonces, tenía poco tiempo de haber llegado a Santa María, lugar que cambió por Acatlán de Osorio, Puebla, su tierra natal.
“Mi cuñado iba con mi hermana y me habló para decirme que ella se había puesto muy grave, que estaba a punto de morir. Aunque era nueva en la comunidad, de corazón le pedí San Diego que salvara a mi hermana. Le dije que dejaba todo en sus manos y mi hermana logró salir adelante”.

Edith apuntó que algo que llenaría de orgullo a las últimas cocineras, es que los jóvenes aprendieran a cocinar como antes se hacía. A pesar de ello, dijo que algunas jovencitas empiezan a mostrar interés por participar en el comedor.

Señaló que ahora la mayoría de los adolescentes prefieren las drogas en lugar de seguir fomentando la cultura. “Uno que más quisiera que aprendieran lo poco que sabemos”.

Consideró que el ser mayordomo de la fiesta es una experiencia única en Santa María, pero que ahora pocos quieren vivir. “Muchos no quieren entrarle porque es trabajo. Todos dicen sí vamos a entrarle, pero ya pocos se animan”.

Rosa López Hernández, originaria de Xochixtlapilco, lleva más de 20 años participando en la cofradía. Empezó como mayordoma de la Virgen de Guadalupe, desde que colocaron la primera piedra para la construcción de la capilla, hasta la actualidad.

Abundó que cuando fue abierto el comedor San Diego en 2009, fue invitada por el comité a cocinar para todos. Ahora en la festividad actual volvió a cumplir con el compromiso en honor a “San Dieguito”.

“Como católica me da gusto participar. Este año salimos bien con la comida que se ofreció desde el día 10, hasta el 13 de noviembre. Si mañana nos llaman seguiremos apoyando, si no, ahí se termina todo”.

Resaltó que cada domingo de misa el comedor está abierto para que la gente pueda llegar a degustar de diversos platillos que son vendidos a precios accesibles para seguir manteniendo el espacio.

“Me hablaron del comité para seguir ayudando en el comedor. Aquí prepararnos chiles rellenos, mole dulce, espagueti, frijoles, mole de chivo y muchos platillos. Aquí les vamos diciendo a las compañeras cómo se debe hacer para que la costumbre no se pierda”.

“Ahora este comité que estuvo quiso aprender. Ya las cocineras de antes se acabaron, sólo queda una señora que apenas y puede andar. Yo inicié en la cocina hace como 34 años, cuando estaba embarazada de mi primer hijo y seguimos hasta que fue construido todo el templo”, finalizó.

SAN DIEGO DE ALCALÁ, SANTO MILAGROSO

De acuerdo con los habitantes, originalmente la fiesta principal de Xochixtlapilco es la de Encarnación de Santa María, el 25 de marzo. Pero la fiesta de San Diego del 13 de noviembre sigue creciendo año con año gracias a la participación de muchos.

Se dice que la imagen de San Dieguito apareció en un pozo de agua en el paraje conocido como La Ermita. Desde ese momento los vecinos se organizaron para reunir fondos para la construcción de una pequeña capilla.

Desde 2003, los vecinos del barrio La Ermita se han sumado a la veneración de San Diego de Alcalá en la Octava que se realiza los días 29 y 30 de noviembre en el lugar de la aparición.


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