Santa Inés Yatzeche en Oaxaca, bajo el agua
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Santa Inés Yatzeche en Oaxaca, bajo el agua

En menos de 10 años esta comunidad perteneciente a los Valles Centrales se ha inundado tres veces a causa del desbordamiento del río Atoyac, sin embargo, poco se ha hecho para solucionar la problemática que ha provocado numerosas pérdidas


Santa Inés Yatzeche en Oaxaca, bajo el agua | El Imparcial de Oaxaca

En menos de 10 años esta comunidad se ha inundado en tres ocasiones por el desbordamiento del Río Atoyac, afectando a cientos de familias y arrasando con cultivos, animales de corral y artículos domésticos.

La primera gran inundación que sufrió Santa Inés ocurrió en 2010 con las lluvias extraordinarias que azotaron la región de los Valles Centrales; la segunda, de menor magnitud, sucedió en 2012 y la tercera comenzó durante la tarde de este domingo tras la fisura de uno de los bordos del Atoyac.

De acuerdo con los habitantes de esta comunidad ubicada en el valle de Zimatlán de Álvarez, a escasos 20 kilómetros de la ciudad de Oaxaca, durante los últimos años, las autoridades municipales y estatales no contemplaron proyectos para la construcción de un bordo que evitara el desbordamiento del río.

“Cuando se dio la primera inundación debieron ejecutar obras para construir una barda de contención y así evitar estas afectaciones. No se hizo nada y por eso estamos nuevamente bajo el agua como hace 5 años y así seguiremos mientras no se ejecuten proyectos que eviten estos riesgos”, señalaron los comuneros.

En esta zona el río cuenta con varias desviaciones y su nivel se encuentra a la misma altura que la población, por ello se requiere un proyecto integral para evitar su desbordamiento ya que en el bordo que colapsó durante la tarde de este domingo solamente se colocó arena y tierra.

Parecía que estaban tocando la puerta

María Cruz, una de las ciudadanas afectadas comentó que el desbordamiento del Atoyac comenzó alrededor de las 16:00 horas de este domingo, en la misma zona donde hace 5 y 7 años derribó el bordo.

“Cuando empezó a abrirse la tierra la autoridad alertó a la población que ya venía el agua, nosotros estábamos comiendo y apenas nos dio tiempo de colocar algunos costales de arena que nos dejaron, pero todo se lo llevó la corriente”.

“El agua bajó con mucha fuerza y así como fue creciendo parecía que alguien estaba tocando la puerta, cada vez se azotaba con más fuerza hasta que se venció el portón y se abrió, corrimos porque venía con mucha fuerza”.

Doña María detalló que la corriente arrasó con sus animales de corral como pollos, marranos y guajolotes, también con la cosecha que tenía en su patio que en cuestión de minutos se convirtió en un enorme río.

“Tuvimos que salir corriendo, mis familiares apenas lograron sacar a los becerros y tres marranitos, fue lo único que logramos salvar porque lo demás se lo llevó el agua, se fueron tres marranitos y se echaron a perder muchas cosas como el refrigerador, la cama, todo”.

Al igual que la señora María Cruz, don Heliodoro Martínez, quien es su familiar observa con gran tristeza la devastación que dejó el desbordamiento del río, este lunes los restos de sus animales de corral aún se observaban flotando entre la corriente.

Las autoridades municipales informaron que el agua inundó el 60 por ciento de la población, por lo que la Telesecundaria se habilitó como refugio temporal para más de 500 familias que se vieron obligadas a dejar sus viviendas.

Otras familias como la de Don Joel se mantuvieron en la explanada municipal, donde también acudieron los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), quienes implementaron el Plan DNIII en auxilio a la población.

“Ojalá se acuerden de nosotros”

“Los únicos que han llegado a ayudarnos son los soldados, ellos nos han ofrecido su apoyo y han estado con nosotros, pero hasta el momento las autoridades estatales no nos han traído aunque sea un bote de agua, tuvimos que pasar la noche en el piso”, mencionaron los afectados.

Don Joel comentó que su sustento diario es la cosecha de maíz y frijol que a diario recoge en su campo, pero debido a la inundación no pudo realizar sus actividades cotidianas.

“No sabemos si vaya a ver ayuda del gobierno, a lo mejor no nos vienen a ver porque así ha pasado, tenemos que esperar hasta que baje el agua porque mi parcela también se inundó, ojalá se acuerden de nosotros aunque sea que nos manden una pequeña despensa”, señaló el ciudadano.

Del total de los damnificados al menos el 50 por ciento, son campesinos como don Joel, viven del campo y no cuentan con otros ingresos adicionales, por lo que es necesario la solidaridad de los oaxaqueños para extender una mano a estas personas de escasos recursos que lo perdieron todo con el desbordamiento del afluente.

Afortunadamente en las últimas horas el río disminuyó su nivel y fuerza, en tanto las autoridades municipales y estatales intentan reconstruir el bordo colapsado con costales de arena y tierra para evitar que las aguas del Atoyac sigan inundando las calles y casas de esta localidad.

Monitorean  los ríos

 

Tras confirmar que los niveles de los ríos Atoyac, Salado y San Felipe no representan riesgo para los habitantes de Oaxaca de Juárez, el presidente Municipal, José Antonio Hernández Fraguas aseguró que se mantiene permanente monitoreo en las afluentes para estar preparados ante cualquier contingencia.

Luego de recorrer los puentes del Tecnológico y Bicentenario, convocó a la ciudadanía mantenerse atenta e informada a través de los distintos medios de comunicación sobre los boletines meteorológicos que emita el Servicio Meteorológico Nacional, así como Protección Civil Estatal y Municipal.

A pesar de que el cauce del río Atoyac registraba un nivel de 3.2 centímetros sobre su nivel normal, lo que no representa ningún riesgo de desbordamiento, el río San Felipe registraba un nivel de 0.3 metros y el Salado un nivel de 2.4 metros, dijo que existe un monitoreo permanente.

Además, se ha reforzado la comunicación con los agentes municipales y de policía, con los cuerpos de auxilio, con el propósito de estar preparados ante una emergencia.

Así mismo la autoridades advirtieron que un porcentaje considerable de la población del municipio, así como parte de su infraestructura, están asentados sobre sitios que presentan diferentes grados de peligro asociados con los fenómenos naturales antes mencionados, lo cual genera escenarios de riesgo.

Las recomendaciones ante las fuerte lluvias:

  • Si vive en zonas bajas, casa de palma, carrizo o adobe, es preferible refugiarse en lugares más seguros, como una escuela, el templo o la agencia municipal (si están fuera de peligro).
  • Permanezca bien informado por las autoridades y los medios de comunicación.
  • Cuando sea notificado de una inundación que pueda afectar la zona donde usted vive, desconecte los servicios de electricidad y gas.
  • Si la evacuación de la zona es necesaria ¡Prepárese y hágalo! Lleve consigo sólo lo indispensable.

Datos:

SANTA INÉS YATZECHE

  • 16:00 hora en que se desbordó el río Atoyac
  • 60%  por ciento de la comunidad sufrió inundaciones
  • 500 familias resultaron perjudicadas
  • 50%  de los damnificados son campesinos


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