Emperadores de la Mixteca, la nueva música sureña
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Emperadores de la Mixteca, la nueva música sureña

Tres jóvenes de la montaña se olvidaron del miedo y de las burlas para cumplir sus sueños


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En lo alto de la montaña de la Mixteca de Oaxaca, surge un grupo de mujeres adolescentes atraídas por los ritmos, por el amor y por el deseo de llegar a la cima del mundo.

A inicios del 2019 Arleth, Esmeralda y Lucía, convivían como cualquier grupo de jóvenes y se reunían cotidianamente a platicar de los problemas del hogar, de la escuela y del amor. Las tres tenían algo en común que estaba a punto de sellar su amistad, todas crecieron escuchando los sonidos de la montaña y de las nubes en San Martín Peras, Santiago Juxtlahuaca.

 

EL COMIENZO UN SUEÑO

Con el impulso de sus familias y el acompañamiento de otros músicos de la comunidad, las tres amigas decidieron iniciarse formalmente en la música sureña, tocando chilenas mixtecas y ritmos costeños, así fue como surge Los Emperadores de la Mixteca, agrupación que enseguida comenzó a participar en las fiestas de pueblos cercanos como Escopeta, Chiñón y Ahuejutlá.

Arleth Sofía tenía 13 años cuando su interés por la música que sonaba en el pueblo comenzó a crecer. “Me gusta escuchar corridos, la música de banda y el rap. Me gustan las canciones de Ariel Camacho, Virlán García y de la Banda MS”.

“Cuando estoy en el escenario ante el público comienzo a temblar, pero cuando a la gente le gusta nuestra música me animo más. Nuestras canciones hablan de amor, de nuestra tierra y de nuestros exnovios (sueltan las risas). Actualmente, toco el teclado y me gustaría seguir aprendiendo a tocar otros instrumentos. A los jóvenes que les interesa la música les diría que comiencen con algo pequeño para poder ir dejando el miedo”.

Esmeralda Salazar nunca creyó que a sus 17 años su vida cambiaría al vivir las emociones y la experiencia que provoca la música. Desde los 12 años su atracción por los sonidos fue surgiendo al ver y escuchar a su papá tocando la guitarra, el teclado y el bajo. “Mi papá toca varios instrumentos en el grupo Brillantes de San Martín Peras, por eso me gusta mucho escuchar la música mixteca y las cumbias de Los Sepulteros. A los 12 años comencé a cantar y a conocer los sonidos de la montaña. Ahora toco el teclado y canto con mis amigas, siempre hay que echarle ganas y no tener pena”.

Contagiada por las ganas de soñar de sus amigas, Lucía Rivera comenzó a sentir atracción por la música mixteca, principalmente por las chilenas que tocan agrupaciones de la comunidad como El Nuevo Amanecer, Desafío Sureño, Juan Vargas y principalmente de la Banda Pereña, donde su papá se gana la vida.

“Desde niña crecí en el mundo de la música al igual que mi papá, quien toca el clarinete, el saxofón y la trompeta. Tengo 16 años y al inicio del 2019 decidí soñar al lado de mis amigas Arleth y Esmeralda. Siento muchos nervios cuando estoy en un escenario, pero también siento mucha felicidad de que todos conozcan nuestra música porque la música de la Mixteca es algo único en el mundo”.

 

LOS RITMOS DE LA MONTAÑA

En comunidades de la Mixteca como San Martín Peras, donde la lengua materna resiste, la música de viento es un elemento que no puede faltar en las fiestas patronales, en las bodas, quince años, en sepelios y en toda fecha especial. A pesar de no contar con una preparación, en el pueblo habitan maestros filarmónicos que aprendieron la armonía de la música de forma natural, creando sonidos que expresan el misticismo y la cosmovisión de la vida en la montaña.

En estos pueblos de la lluvia y de las nubes los niños crecen disfrutando del sonido de los metales y de la madera en cada fiesta. La mayoría toca su primer instrumento desde los cinco años, cuando ya tienen fuerza para tocar la tarola y soplarle a la trompeta. La música se convierte en un instrumento de paz y de colectividad, ya que las bandas de viento y las agrupaciones de percusión constantemente visitan otras comunidades para llenarlas de ritmo en fiestas patronales o privadas.

 

VENCIENDO EL MIEDO

La primera participación de Los Emperadores de la Mixteca en un evento comunitario fue el pasado mes de octubre durante la celebración pública de arte y cultura denominada Jolgorio, donde además de poder mostrar su música, las tres jóvenes pudieron compartir sus experiencias con otros músicos de la región y participar en talleres de artesanías para preservar la cultura de San Martín Peras.

Actualmente Arleth, Esmeralda y Lucía, cursan el bachillerato en San Martín Peras y siguen subiendo al escenario los fines de semana y en vacaciones, haciendo a un lado toda la discriminación y el bullying, principalmente ejercido por sus compañeros de escuela. La hermandad que une a estas amigas ha sido más fuerte que cualquier barrera, siendo el amor y la amistad lo que más inspira a este nuevo grupo de música sureña de la Mixteca de Oaxaca.


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