Sin espacios dignos, palmeadoras de Tlaxiaco
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Sin espacios dignos, palmeadoras de Tlaxiaco

Realizan sus ventas en los pasillos y en lugares donde son menospreciadas, sucios y sin condiciones de venta


  • Sin espacios dignos, palmeadoras de Tlaxiaco
  • Sin espacios dignos, palmeadoras de Tlaxiaco

En la historia de Tlaxiaco las mujeres palmeadoras nunca han tenido un lugar digno para la venta de sus tortillas. Realizan sus ventas en los pasillos y en lugares donde son menospreciadas, sucios y sin condiciones de venta.
Las mujeres cada día se esmeran por vender sus tortillas ante la llegada de más de 30 tortillerías que ya hay en la ciudad de Tlaxiaco; sin embargo, gracias al trueque que todavía se acostumbra en la ciudad de Tlaxiaco, ellas logran colocar el producto.

SOBRE EL OFICIO

Hace aproximadamente seis años lograron organizarse, en Unión de Mujeres Palmeadoras; con ello, se pretende sólo tener una representatividad y para que este oficio prevalezca por muchos años, ya que las mujeres palmeadoras son las principales proveedoras económicas en sus respectivos hogares.

Desde luego que ser palmeadora, vender tortillas y vivir de este oficio es una labor que, por lo menos, deja para irla pasando, Alguien que se dedica a hacer tortillas vive en la pobreza, hay múltiples carencias, pero se trata también de conservar una tradición alimentaria.

Las mujeres han aguantado sostener este oficio, ya que actualmente hay 80 mujeres en promedio que hacen la labor; sin embargo, hace más de 10 años eran más de 200 las que se dedicaban a hacer tortillas.

CONDICIONES LABORALES

La mitad no tienen molino propio y 79 por ciento utiliza fogones sin chimenea, invirtiendo hasta 12 horas diarias, en promedio, para la elaboración y venta de tortillas. Estas condiciones de trabajo afectan su salud, ya que el humo, el calor de la lumbre y otros factores hacen que les surjan diversas enfermedades.

Petra González Cruz dio a conocer que sería bueno que surgieran varios programas de crédito a la palabra para que las mujeres adquieran su propio molino, diseñar —en colaboración con las palmeadoras— hornillas con chimenea para evitar enfermedades que generan el calor y el humo.

REQUIEREN APOYO

Para que esta labor y cultura alimentaria prevalezca, las autoridades deberían tomar cartas en el asunto en la creación de espacios dignos para la venta de las tortillas; por ejemplo, la construcción de un muro donde se coloquen los tenates de tortillas, colocación de mesas y sillas, es decir, acondicionar los lugares para la venta.

En los últimos años se ha visto que las mujeres que hacen tortillas han ido falleciendo debido a diversas enfermedades, principalmente pulmonía, ante el humo de la leña, los dolores de huesos, reumas, cataratas, ceguera, pero a pesar de esto, ellas sieguen en la labor todos los días como buenas guerreras.