Preparan celebración de 100 años de los matachines

Alfredo Pérez Ramírez, músico y gestor cultural en el municipio, informó que el próximo mes de marzo el barrio de más bullanguero de la ciudad, San José, realizará una magna fiesta popular para celebrar 100 años que los matachines llegaron a Huajuapan desde el Barrio de San Sebastián, Tezoatlán de Segura y Luna.

“Estamos sobre los 100 años de los tradicionales matachines, queremos hacer un evento en grande. Se pretende hacer un folleto o revista que tenga toda la información sobre este elemento cultural que nos da identidad. Yo soy de San José y junto al presidente del Consejo de Laicos, José Luis, con Vinicio González y con el presidente del Comité de Fiesta, Juan Manuel Mora, estamos preparando todo para brindar la información”, mencionó.

Comentó que actualmente en el barrio hay dificultades para derribar la torre del Templo de San José que quedó dañada luego del sismo del 19 del septiembre del 2017, para lo cual los vecinos y organizadores se están preparando para que la próxima fiesta sea igual de espectacular que todos los años.

Adelantó que durante la fiesta mostrarán fotografías antiguas de los primeros matachines que llegaron a Huajuapan. También habrá números culturales, musicales y los tradicionales paseos con los matachines que recorren las principales calles de la ciudad junto a la banda de viento.

En el Barrio de Sebastián, Tezoatlán de Segura y Luna, cada 21 de enero la gente celebra a su santo patrono con el tradicional paseo de Los monos o matachines, quienes el primer día de fiesta son vestidos por los mayordomos, mismos que al final del recorrido ofrecen una comida para los asistentes y un nuevo cambio de ropa para los monos.

De acuerdo con la historia del barrio, en 1919 el párroco José Cantú Corro, fue quien se encargó de pedir prestados los monos de San Sebastián para celebrar la fiesta de San José. Desde ese momento la gente se apropió de esta expresión cultural que sigue vigente después de 100 años.

La cabeza original del matachín es elaborada con madera del árbol del “pipi”, lleva un huacal de madera y puede representar a doncellas, payasos, diablos, bufones, indios, cazadores, entre diversos personajes que representan la lucha entre el bien y el mal, lo cual con el tiempo adaptaron los pueblos indígenas para burlarse de los invasores europeos.