Clama por apoyos IP de Nochixtlán
El gobierno ignora a los comerciantes, que fueron los primeros damnificados por el conflicto
El otro sector de Asunción Nochixtlán, el de los comerciantes afectados por las manifestaciones que han disminuido la presencia de los paseantes, también exigió el apoyo del gobierno y de Organismos No Gubernamentales.
Después de los actos conmemorativos por el primer aniversario de los hechos violentos del 19 de junio de 2016, la actividad comercial de este pueblo mixteco se desarrolló normal. La gente caminó tranquila en las calles.
En un par de negocios se observaron letreros con leyendas que no todos apoyaban al movimiento magisterial ni al Comité de Víctimas “por justicia y paz”. “Queremos vivir en paz”, coincidían los ciudadanos de esta comunidad.
En el parque central, la gente era ajena al movimiento, contó que hubo un conflicto, pero esperaba no volviera a pasar.
La prestadora de servicios, Josefina Garzón, dijo que este sector, el más afectado, no tiene militancia en ninguna organización ni en la Sección 22, no encontró apoyo en los visitadores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), tampoco de organismos internacionales.
Ella sufrió la afectación de su hotel y aunque una comitiva acudió a evaluar los daños, a un año de distancia, no volvieron. “Mi negocio se quemó, le rompieron los vidrios, mi patrimonio se perdió”, dijo.
Fue por medio de préstamos que logró reabrir su negocio, sin el apoyo de ninguna dependencia estatal o federal. “Vinieron al hotel, vieron las pérdidas y afectaciones, pero no volvieron”, señaló.
El fin de semana que pasó acudieron a esta comunidad de la Mixteca, organismos de derechos humanos para hablar con algunos de los familiares de las víctimas del 19 de junio y visitaron la colonia 20 de Noviembre, uno de los espacios afectados, sin llegar a ver a la otra parte que clama alto a las movilizaciones.
Al establecimiento de la señora Josefina Garzón, llegaron el año pasado a tomar fotografías, entrevistaron a los trabajadores, filmaron los daños, pero nadie hizo nada por esa pérdida económica.
La prestadora de servicios observó que a raíz de los sucesos violentos disminuyó el turismo de los domingos y la gente, todavía con recelo, llega a este municipio, mientras que los hechos de inseguridad aumentaron. “Que haya vigilancia, que vuelva la normalidad”, urgió.
