En Oaxaca, la pobreza trunca el aprendizaje
A sólo unos minutos de la ciudad se encuentra esta colonia donde lo único que abunda son las carencias, quienes más las padecen son los menores que tienen que reciclar para cumplir con las tareas y caminar largos trayectos para llegar a la escuela
Colonia Impulso, Zaachila.
Iván está en el patio de la escuela primaria Miguel Hidalgo, da zancadas para llegar a su compañero de la escuela, en sus lozanos rostros se observan las precariedades que padecen, pero su inocencia no la pierden.
Hay más alumnos a su alrededor, muchos de los niños y niñas calzan zapatitos desgastados y ropa que les donaron o que con mucho esfuerzo adquirieron sus padres.
Y es así como entre el hambre y las carencias unos 60 alumnos asisten al preescolar y a la primaria de esta colonia localizada a un costado de la carretera federal, en la Cuesta de Ocotlán.
Hoy algunos menores han faltado a la escuela por enfermedades diarreicas o febriles debido a las condiciones en las que viven las familias; se exponen a los rayos del sol o al frio y en tiempo de lluvia, al agua.
A un costado de la calle de terracería se encuentra la primaria Miguel Hidalgo con clave del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), la cual alberga a 40 estudiantes de entre los 7 y 11 años de edad, quienes en ocasiones no asisten por problemas personales o de salud, según reportaron las docentes.
El plantel cuenta con una directora y una profesora, quienes atienden a los grupos en la modalidad de multigrados; 3 salones cada una, otra profesora se ocupa de 20 menores de entre 3 a 6 años que asisten al nivel preescolar.
De acuerdo con especialistas, la pobreza y la marginación son los factores para el abandono escolar y son limitantes para el aprendizaje de los estudiantes.
Estimaciones oficiales apuntan que 4 de cada 10 alumnos desertan de la educación básica debido a los conflictos que enfrentan para continuar con sus actividades escolares.
“Los papás, en su mayoría son los que se hacen responsables de la cuestión económica y las mamás vienen a dejar a sus hijos a la escuela, están pendientes de su alimentación”, dijo la directora Susana Medina Cruz.
Las aulas pintadas de azul apenas cuentan con lo necesario para la enseñanza, mientras los niños asisten con la ilusión de concluir sus estudios de primaria.
Al lado de los dos salones que es en donde los menores acuden a realizar sus necesidades fisiológicas. Hace un par de meses, una organización no gubernamental destinó recursos para la construcción de sanitarios y dignificar en un aspecto la estancia.
“Estamos muy emocionadas porque nuestros hijos tendrán un lugar donde ir al baño”, dijo Ema Cruz una madre de familia quien asistió a la escuela por su niño.
Por su lado, el preescolar consta de un solo salón y aunque no está reconocido, los padres y madres, así como representantes de la colonia consideraron como una necesidad dicho funcionamiento.
Cuando la edad de los niños rebasa el grado escolar, las docentes les ayudan para lo elemental de la lecto- escritura, principalmente.
La pobreza, una limitante
“Todos le echan ganas pero las condiciones de donde viven les hace no asistir a la escuela, como el caso de unos menores que están muy lejos y tienen que caminar unos 40 minutos para llegar y para irse el mismo tiempo”, dijo la directora.
Los escolares han ideado brechas para llegar más rápido a casa porque el sol intenso o el fuerte viento hacen más cansado el traslado.
La colonia Impulso que pertenece a la Villa de Zaachila y está conformada por unas 50 viviendas, las cuales carecen de servicios básicos como agua, drenaje y energía eléctrica.
Hace algunos meses, cuando esta demarcación entró en conflicto con integrantes de la organización 14 de Junio – enfrentamientos en los que habitantes de esta zona también participaron- a raíz del suceso, el gobernador Alejandro Murat les prometió apoyarlos en su escuela y demás necesidades, pero siguen esperando el apoyo.
“Después de ese compromiso, al gobierno se le olvidó, seguimos en las mismas y con las mismas carencias. Compramos agua, compramos un panel del luz, no tenemos pavimentación ni nada”, explicó el presidente de la colonia, Apolinar Trujillo Álvarez.
Los moradores acordaron colocar cadena en la entrada a su territorio ante el temor de sufrir algún hecho ilícito como robos o que se preste a la inseguridad de los niños.
Reciclan para realizar la tarea
Con la finalidad de que los 40 estudiantes de la primaria Miguel Hidalgo continúen con sus actividades académicas, las docentes convocan a todo tipo de donaciones y para recolectar los materiales para las tareas.
La falta de luz hace que los niños y niñas estén alejados de la tecnología, no tienen acceso a una computadora, menos al internet; los trabajos de investigación se les dificulta por la condición en donde viven.
“Les traigo láminas para la investigación de sus trabajos, desde hace dos ciclos que estoy acá, estamos sumando por los alumnos”, expresó la directora.
Los padres de familia de los escolares carecen de un trabajo fijo, situación que les complica la manutención de la familia, los gastos de los hijos y el gastar en la enseñanza básica.
La tierra de esta zona se observa árida, en tiempo de lluvia el lodo chicloso obstaculiza el caminar en las calles de la colonia Impulso.
