Podría empeorar crisis en sector salud en Oaxaca

La crisis financiera que dejó la pasada administración estatal en el sector salud, asciende a más de 4 mil millones de pesos y podría empeorar en los próximos meses advirtió el secretario de Salud, Celestino Alonso Álvarez.

Al comparecer ante el pleno de la 63 Legislatura, el funcionario señaló que de no solventarse de manera oportuna, los endeudamientos a terceros institucionales y no institucionales, laudos, recargos y multas por auditorías, ascendería en los próximos meses hasta en cinco mil 487 millones de pesos.

Expuso que ya se toman las medidas necesarias que permitan una liquidez para mantener los servicios en operación. “Se ha buscado sanear el pasivo e iniciar un proceso de regulación y reordenamiento de recursos financieros, humanos y materiales; ya que las condiciones heredadas han implicado que este 2017 no se hayan generado nuevos contratos, teniendo en este momento una plantilla laboral de 17 mil 813 trabajadores”, explicó.

Sobre el tema de las obras inconclusas que quedaron pendientes desde la administración de Ulises Ruiz Ortiz, el funcionario señaló que al concluir el gobierno de Gabino Cué, se recibieron 114 obras inconclusas, de ellas sólo el 70 por ciento cuentan con certificado de procedencia y requieren para su terminación y equipamiento tres mil 58 millones de pesos, de los cuales se han autorizado 439 millones 268 mil pesos, de los cuales corresponden 325 millones 518 mil pesos a la Federación y 113 millones 750 mil pesos al Estado.

Referente al problema por desabasto de medicamentos que enfrentan los centros de salud, dijo que ya se ha solventado en un 70 por ciento, por lo que se prevé que al concluir este año ya se supere un porcentaje del 85 por ciento.

A cuestionamiento de los legisladores sobre la entrega de medicamentos donados por la sociedad civil durante la contingencia en el Istmo de Tehuantepec, el titular de los SSO reconoció que fueron entregados en el Hospital de Pinotepa Nacional, ya que existía un excedente en la zona devastada y en la mayoría de los insumos tenían fechas a punto de caducar “por lo que no hubiera sido peor desperdiciar los medicamentos”, manifestó.