Ante los daños que presenta el templo católico de la Virgen de Guadalupe, el recinto se encuentra cerrado por lo que los oficios religiosos se llevan a cabo en la explanada del lugar. Asimismo, la zona se encuentra acordonada para evitar que la gente ingrese al lugar y pueda suscitarse un accidente.

En un recorrido por el lugar se pudo constatar que el templo católico que se localiza en la calle Licenciado Verdad, entre la Avenida Juárez y la calle de Pino Suarez, las puertas, así como el lugar donde se encontraban las oficinas se mantienen cerrados.

Frente a la puerta lateral que da a la calle de Licenciado Verdad, fue colocado un enorme módulo de lona, en el cual está instalado de manera provisional el altar donde se encuentra la Virgen Morena del Tepeyac. De igual manera la zona —incluido el Parque Hidalgo— está delimitado por vallas metálicas.

En otros años en los pasillos de este lugar uno de los cuales da a la entrada principal del templo donde los fotógrafos colocaban sus escenografías para retratar a los niños ataviados con ropas de Juan Diego montado en un burro y de las niñas con sus atuendos de inditas en un metate moliendo.

REINA INCERTIDUMBRE

Con motivo de la festividad de cada año en este lugar se instalan gran cantidad de comerciantes de diversos giros; sin embargo, hasta entrada la tarde de ayer las autoridades municipales no habían definido el lugar donde se van a instalar los comerciantes.

La mañana del lunes, varios vendedores se encontraban visiblemente desconcertados sobre la calle de Licenciado Verdad en espera de que las autoridades de la Dirección de Comercio en el Vía Pública les marcaran sus espacios para la instalación de sus puestos.

Una decena de inspectores municipales encabezados por mandos menores de la citada dependencia municipal desde muy temprano se encontraban en el lugar a la expectativa; sin embargo, la situación se mantenía tranquila, en espera de una solución al problema.

De manera extraoficial se logró establecer entre los mismos vendedores que las autoridades eclesiásticas del templo ya no van a permitir que ningún puesto se instale en el área, “las autoridades municipales serán las que determinen dónde nos vamos a colocar”, citó doña Teresa.

COORDINAN ACCIONES

El director de Protección Civil del Municipio de Oaxaca de Juárez, Marino Hernández López, confirmó que por los daños las actividades religiosas que se lleven a cabo el 11 y 12 de diciembre se van a coordinar con el padre y la policía estatal y municipal.

Explicó que se tiene un reporte de afectaciones por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) por lo que ya se realizan trabajos de apuntamiento en las zonas dañadas, lo cual obliga a estar pendientes y dar el cuidado necesario a los peregrinos y la gente que acude al lugar.

Asimismo, llamó a la gente principalmente que acude al lugar para que extremen sus precauciones porque las temperaturas han descendido, abrigarse bien y tener especial cuidado en los niños y las personas de la tercera edad, además de hacer caso de las indicaciones que se den en el lugar.

Al final dijo que la dirección de Protección Civil Municipal se mantiene pendiente sobre todo en este mes que se llevan a cabo muchas actividades religiosas, tal es el caso de la festividad de la Virgen de Juquila, “estamos pendientes en las diferentes áreas”, concluyó.

BREVE HISTORIA

Santuario de nuestra Señora de Guadalupe y capilla de Belén el templo y hospital de Nuestra Señora de Guadalupe fueron bendecidos en 1660 años; después fue donada por el Obispo Cuevas la imagen de la guadalupana que en 1665 sobrevivió milagrosamente a un incendio.

El convento Metlemita fue bendecido en 1707 y la capilla de nuestra señora de Belén construida con una donación del señor Manuel Capitán fue bendecida en 1807 estando en Oaxaca el general José María Morelos, dispuso que la imagen fuera sacada en solemne procesión a la catedral en donde él mismo y sus tropas, y el pueblo le rindieron culto.

En 1821 las cortes españolas suprimieron la orden Metlemita y el conjunto pasó a manos del Gobierno del estado, funcionando como Hospital Civil y luego como leprosorio y asilo para mendigos, diversos terremotos afectaron los inmuebles por lo que fueron vendidos cuando el arzobispo Guillón los adquirió encabezó su restauración pasando a ser sede del colegio seminario que funcionó hasta 1916 el templo y la capilla siguieron abiertos al culto en tanto el convento pasaría a ser habilitado como internado y luego como escuela, actualmente en la parte oriente se encuentran las oficinas del INAH.