Crónica: “Nadie le repondrá su dinero”
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Crónica: “Nadie le repondrá su dinero”

Don Hilarión y su hijo viajaron 15 horas para llegar a la ciudad de Oaxaca y encontraron el Hospital Civil en paro


Crónica: “Nadie le repondrá su dinero” | El Imparcial de Oaxaca

A don Hilarión le queda apenas lo del pasaje.

De Santiago Amoltepec, el hombre de complexión delgada se mantiene de pie frente al acceso principal del Hospital Civil junto a su menor hijo, con quien viajó 15 horas para llegar a la ciudad de Oaxaca.

Apenas llegó el martes al nosocomio para unos estudios del cráneo que requería el menor, porque hace un mes fue arrastrado por un caballo cuando intentaba detener su huida con un mecate.

“Vuelva mañana, el aparato no sirve”, le dijeron al hombre de 36 años de edad, que acudió este miércoles desde las 7:00 horas con la confianza de regresar “temprano” a su pueblo.

Un guardia de seguridad se acerca después de varias horas, mientras decenas contemplan las mantas y cartulinas que anuncian un paro de labores.

“Lo siento señores, hasta nuevo aviso…quizá el lunes”, señala sin dar más explicaciones, al mismo tiempo de darse la vuelta y regresar a las instalaciones donde los trabajadores realizan una asamblea.

Don Hilarión se queda pensativo por algunos minutos. Indica a su hijo que se siente en la banqueta mientras agarra fuerte una bolsa negra que trae sus documentos.

El niño lleva un suéter con gorro que todo el tiempo le cubre la cabeza; una gran cicatriz con algunos clavos se observan por la frente. Su padre dice que no le duele, pero “uno nunca sabe”.

Trabajador del campo, don Hilarión dejó en Santiago Amoltepec a su esposa y a sus otros tres hijos, que no van a la escuela por falta de dinero.

La noche del martes se quedó en la Estancia Fraternidad, a unas calles del Hospital, pero poco le queda para pagar otra noche más, que bien le serviría para comida.

De 12 años de edad, el hijo de don Hilarión luce cansado. Se sienta cerca de otras personas que también esperan. Ambos se quedarán otros días más frente al Hospital, “por si abren” en ese tiempo.

“Nos vamos a quedar aquí otros días más porque es mucho dinero ir y regresar”, expresa el padre de cuatro menores, que ignora lo que ha dicho el guardia de un paro que podría terminar hasta la próxima semana.

Para viajar a la ciudad de Oaxaca, el hombre de piel morena pagó 800 pesos de pasaje en Suburban. De ahí pidieron un taxi que les cobró 50 pesos más. Hospedarse en la Estancia le costó 80 pesos, que también pudo pagar con los ahorros y los préstamos que pidió para poder viajar.

Don Hilarión no se irá por algunos días; nadie le repondrá su dinero.


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