Gabriela, una mujer decidida que trabaja en un taller de motocicletas
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Gabriela, una mujer decidida que trabaja en un taller de motocicletas

Por el uso de gasolina, aceite y las herramientas para desarmar las unidades, el glamour se pierde durante el transcurso del día


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Para Gabriela Ramírez Martínez, una joven de 22 años de edad que labora en un taller de reparación de motocicletas, las oportunidades para que las mujeres logren colocarse en el sector laboral, es cuestión de superación y dedicación al trabajo.

Aunque desde niña le nació el gusto por las unidades de motor, su sueño era estudiar la carrera de medicina, pero por falta de recursos económicos sólo terminó el bachillerato.

“Quería ser médico cirujano pero ya no hubo dinero para seguir estudiando, pensé en otras opciones y como desde chiquita me gustaban los coches y las motos, empecé a buscar trabajo en algo que tuviera relación con eso”, afirmó.

Comentó que por varios años laboró en una refaccionaria con venta de accesorios para motocicletas. Su interés por las motos la llevó a experimentar otros caminos como aprender a conducirla y rodar en las carreteras.

“Cuando me enteré que un taller estaban buscando un chalán no dudé en venir a pedir trabajo, porque quería saber algo más de las motos, afortunadamente las puertas se me abrieron y fue así como llegué en mi actual empleo”.

Sin importar las complicaciones que podría enfrentar, le dedicó tiempo y profesionalismo a su nuevo empleo, donde desde hace 7 meses ha logrado aprender las reglas básicas que componen la compostura de una unidad de dos ruedas.

“El maestro me dio la oportunidad y poco a poco fui aprendiendo, ahora ya sé dar un servicio completo para motos; es pesado, las primeras veces me quemaba porque no tenía el cuidado necesario”.

En su trabajo, las pinturas de las uñas y el maquillaje duran apenas unas horas; el uso de gasolina, aceite y las herramientas para desarmar las unidades hacen que el glamour se pierda durante el transcurso del día.

Reconoció que a la fecha los clientes y ciudadanos que la ven trabajando, se sorprenden al ver a una mujer en un taller mecánico, donde estos espacios eran normalmente ocupados por los hombres.

Gracias a la excelente adaptación que tuvo en el taller, nuevamente las puertas para seguir sus estudios se le abrieron aunque no precisamente en la medicina, sino en el ámbito de la mecánica automotriz.

“Me gustaría estudiar mecánica y después abrir mi propio taller, nada es imposible el que no arriesga no gana”, expuso la joven.

El maestro Jorge Arturo Quintas, propietario del taller “Moto Servicios Quintas”, calificó como extraordinario el trabajo que realiza Gabriela, pues desde su llegada su único interés fue aprender y ofrecer un buen servicio a los clientes.

“Es lo mejor que le pudo haber pasado, ser mecánico de motociclista, eso es lo que ella demuestra, ser muy detallista, observadora y por eso ya se la da la confianza de realizar y darle servicio a las motos”.

Arturo Quintas expuso que desde hace más de 35 años que apertura el taller, Gabriela es la primera mujer chalán que se acercó a solicitar empleo, “se le dio la oportunidad y también es la empleada más profesional que hemos tenido”.

Refirió que en años anteriores llegaron jóvenes con la intención de trabajar “pero la mayoría llega sin interés y no realizan de manera adecuada su trabajo, todo el tiempo se la pasaban en el celular y ella no es así, primero saca la chamba”.

El maestro comentó que desde hace más de una década la demanda en el taller ha aumentado considerablemente, de los 2 a 4 servicios que atendían diariamente, ahora son de 5 a 7 servicios diarios.

Vicente Quinta Vázquez, quien fundó el taller en el Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca, destacó que ante el crecimiento poblacional el uso de las motocicletas aumentó considerablemente.

“Desde los 90 creció el parque de las motos, como la ciudad es chiquita el tráfico aumentó con los coches y ahora por todas partes vemos motos, después ya vamos a ver talleres donde dirijan las mujeres porque todo va cambiando”, apuntó.

Gabriela considera que no existen barreras cuando las mujeres se deciden a salir hacia delante, ejemplo de ello es la excelente labor que realiza en su empleo, ganándose el reconocimiento de sus maestros y clientes.