Sin agua, en el Panteón San Miguel y General
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Sin agua, en el Panteón San Miguel y General

A lo largo del recorrido se observan algunos montones de basura y desechos sobre las calles aledañas al lugar, aunado al escombro que se ha quedado en las afueras derivado de los trabajos.


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  • Sin agua, en el Panteón San Miguel y General

Personas que acuden al Panteón General y San Miguel a realizar la limpieza de las tumbas de sus difuntos se encontraron con la sorpresa de que el agua es escasa, a unos días para las festividades de Todos Santos.

De igual manera, los camposantos con una cantidad superior a las 22 mil tumbas mantienen trabajos de remodelación de sus accesos y fachada principal, lo cual ha limitado la entrada a los visitantes.

A lo largo del recorrido se observan algunos montones de basura y desechos sobre las calles aledañas al lugar, aunado al escombro que se ha quedado en las afueras derivado de los trabajos.

“Tal vez terminemos para la otra semana, ya estamos en chinga porque se atrasó un poco la talacha en la fachada y adentro, pero la gente sí va a poder pasar para muertos”, confía uno de los trabajadores.

Una cuadrilla de trabajadores de la construcción va y viene de un lado a otro de la barda principal para repillar y dar los últimos acabados a la obra de reconstrucción que se lleva a cabo en uno de los panteones con mayor presencia de personas el primero y dos de noviembre.

Y es que el Panteón San Miguel es un monumento histórico que tiene construcciones de los siglos XVIII y XIX, y en donde se registran afectaciones en más del 85 por ciento de la infraestructura.

Por ello, cerca de 22 mil tumbas en dichos panteones podrán ser visitadas, luego de que se llevaran a cabo acciones de reconstrucción por parte de las autoridades municipales.

No obstante, los visitantes —quienes acuden a temprana hora a preparar las tumbas de sus difuntos para los días primero y dos de noviembre— se muestran molestos por la cantidad de basura, escombro y polvo.

“Apoyamos las obras, pero han dejado botado por todos lados madera, cemento y piedras que han utilizado, ahora lo más importante es el agua y esa no hay en estos momentos, a pesar de pagar por esos servicios”, lanza Eugenia Martínez.

Su molestia proviene cuando al abrir la llave de paso del agua potable no sale ni una gota, lo que la obligó a salir a la tienda cercana a comprar un bote de agua para dejar las flores que llevó a su padre con un poco de humedad.

“Por el trabajo voy a regresar en una semana, pero quería adelantar y limpiar la lápida, pero al no haber agua, eso no lo pudimos hacer y tendremos que venir otra vez, a ver si ya tenemos suerte y hay agua en el grifo”, dice.

Trabajadores del panteón van y vienen por los andadores del camposanto recogiendo basura y limpiando las piletas que lucen secas, “para fin de semana ya ponemos agua, pero parece que estará muy restringida por los moscos”, revela.


aa

 

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