Bicimovilidad, una odisea en Oaxaca
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Bicimovilidad, una odisea en Oaxaca

Los usuarios de bicis como medio de transporte tienen muchos obstáculos para movilizarse con fluidez.


Bicimovilidad, una odisea en Oaxaca | El Imparcial de Oaxaca

¿Usar la bicicleta como medio de transporte en la ciudad de Oaxaca? Tal vez no sea lo más conveniente. Una pregunta que de convertirse en propuesta sería una estupenda idea, por el momento sigue siendo prácticamente un sueño y significa una odisea para quienes se mueven en un vehículo de dos ruedas.

La movilidad y el tránsito vehicular, en conjunto, son una problemática de todos los días que viven las personas que transitan por la ciudad, misma que afecta y pone en desventaja sobre todo a los usuarios de este ecológico vehículo.

La bicicleta, al igual que los automóviles, son considerados vehículos, sin embargo, los usuarios del de dos ruedas parecieran estar relegados por una equívoca creencia en relación al poder adquisitivo de la persona, y por tanto, su derecho a transitar de manera igualitaria por las calles y avenidas se ve usurpado por los automóviles y sus conductores.

Con escasas ciclovías —11, 35 kilómetros existentes, para ser exactos—, que además están en pésimo estado o mal señalizadas, los ciclistas tienen que transitar a la par de los automovilistas, quienes ni siquiera respetan el metro y medio de distancia para pasar junto a ellos.

La bicicleta deja expuesto y vulnerable a quien la conduce, sobre todo en una ciudad donde escasea la cultura vial. Por ello, muchos accidentes han tenido desenlaces fatales al momento de un encontronazo entre una bicicleta y un auto o camión de transporte público.

La comodidad de quienes manejan sus vehículos hace que vean en una ciclovía un buen espacio para estacionarse lo más cerca posible de su destino, obligando al ciclista a salirse del espacio asignado al bicitransporte y manejar en el arroyo vehicular, muchas veces en sentido contrario, lo que aumenta el riesgo de sufrir un accidente.

Boyas separadoras y reflejantes desprendidas del pavimento, por el efecto del peso de los autos que pasan sobre ellas, al invadir esos carriles y líneas divisoras casi borradas, hacen de las ciclovías un espacio con deficiencias, sin embargo, aumenta su intransitabilidad quienes estacionan su vehículo en ellas durante horas, sin siquiera ser infraccionados por esa falta al reglamento de Tránsito.

Aunque hay cientos de personas que usan la bicicleta como su medio de transporte diario, es una realidad que las condiciones tanto de infraestructura, como de reglamentación y respeto, así como de cultura vial, siguen siendo deficientes para garantizar la seguridad a la que también los ciclistas tienen derecho.


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