Rancho Viejo, una colonia en Zaachila invisible para el gobierno
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Rancho Viejo, una colonia en Zaachila invisible para el gobierno

En esta población, por 10 años han pasado dos administraciones estatales y tres municipales, pero el apoyo llega a cuenta gotas y el único servicio básico con el que cuentan es la electrificación.


Rancho Viejo, una colonia en Zaachila invisible para el gobierno | El Imparcial de Oaxaca

A pesar de que se ubica en la zona conurbada de la ciudad de Oaxaca, la colonia Rancho Viejo, fundada por migrantes oaxaqueños que huyeron de la pobreza en sus comunidades, carece de servicios básicos como agua potable, salud, drenaje y escuelas desde hace más de 10 años.

Este asentamiento humano forma parte del cinturón de pobreza que se ha extendido en los alrededores de los municipios de la Zona Metropolitana de Oaxaca (ZMO), donde habitan personas de escasos recursos y ante el abono oficial, a través de la organización comunitaria han salido hacia delante.

Rancho Viejo
La colonia Rancho Viejo, pertenece a la agencia municipal de Vicente Guerrero, Zaachila, fue fundada en 2008 por un grupo de ciudadanos de escasos recursos que llegaron de las diferentes regiones de Oaxaca, en busca de mejores condiciones de vida.

“Empieza a tener registro desde 2008, aunque la población ya se estaba asentándose desde 2004, con el crecimiento acelerado de la población ahora son más de 380 familias que viven en esta zona”, explicó el presidente de la colonia Rancho Viejo, Jesús Niño Morales.

En 10 años han pasado dos administraciones estatales y tres municipales, pero el apoyo llega a cuenta gotas, el único servicio básico que se ha extendido hasta en un 45 por ciento de la población es la electrificación, el resto únicamente ha quedado en promesas de las autoridades.

“La problemática más fuertes que tenemos es la falta de agua, hace dos años cuando se suscitó el conflicto, fue un compromiso del gobernador Alejandro Murat Hinojosa, atender estas demandas, pero únicamente quedó en promesa y en el olvido, eso para nosotros no es novedad siempre hemos estado en una situación muy lejana de apoyos, prioridades y acercamiento”.

La falta de servicios básicos como el agua, agudiza en las temporadas de estiaje y obliga a los ciudadanos a buscar el vital líquido entre la tierra, haciendo pozos en busca de filtraciones de los arroyos que bajan desde la zona del basurero municipal.

“El gobierno nunca nos acompaña, la situación del agua es un problema muy fuerte, sobre todo en esta temporada de sequía que es cuando realmente se ve la cruda realizad de la zona, no hay agua”.

El presidente de la colonia detalló que por necesidad y por desesperación, “la gente construye pozos, les hemos dicho que no lo hagan pero la necesidad de tener agua es mucha, se sufre mucho, hace algunos días se suscitó un accidente en un lote baldío donde alguien buscó agua, escarbó para hacer un pozo y una persona de la tercera edad no se percató y cayó en el agujero”.

“Sabemos que la solución no es que todos hagamos pozo para tener agua, sino hacer el proyecto para que tengamos agua potable porque es un derecho humano vital y urgente que el gobierno nos ha negado”.

Niño Morales, detalló que otra de las principales demandas es la atención médica. “El único centro de atención que tenemos está en la González Guardado, pero ya está rebasado, en el último censo que se hizo en 2010, ese módulo de atención tenía que atender a mil 500 familias, a 9 años sigue operando con el mismo personal e infraestructura pero ahora la población se ha triplicado”.

Para que los comuneros puedan recibir atención médica, tienen que trasladarse hasta Zimatlán de Álvarez, o bien solicitar fichas para ser atendidos en los próximos dos o tres días, lo que genera grandes repercusiones en la salud de los niños.

“Estamos como en el norte del país donde se van todos los migrantes, la zona sur del municipio de Zaachila, pareciera que se está integrando de puros migrantes que provienen de las Ocho Regiones, estamos dentro del cinturón de la pobreza, nos dicen fuereños, avecindados porque estamos carente de todo”.

La contaminación que genera el basurero municipal donde se vierten los desechos de 28 municipios conurbados de la ciudad de Oaxaca, afecta severamente la salud de los ciudadanos. “Se le debe dar la prioridad y atención que requiere el tratamiento de la basura, nos ha hecho un impacto brutal y por eso no se ha podido avanzar mucho en el tema del agua por la contaminación del subsuelo y los mantos acuíferos”, apuntó el representante de la colonia.

10 años de olvido
El abandono que padecen estas colonias impacta de manera importante en la vida de las familias humildes que llegaron en busca de mejores condiciones de vida, Citlali Jiménez Cruz, proveniente del municipio de San Carlos Yautepec, expuso que los servicios más demandados son la atención médica y el abastecimiento de agua potable.

“Desde hace 10 años que llegamos nunca han atendido a la colonia, sufrimos mucho de agua a veces nos quedamos 2 hasta 3 días sin agua porque luego le hablamos los que venden en pipas y no llegan”

“También los servicios médicos urge porque vamos a la colonia Guardado pero ya está muy saturado, si queremos alcanzar ficha tenemos que ir a dormir a fuera del centro de salud desde muy temprano, a veces nos atienden hasta el siguiente día y cuando los niños se enferman se les complica la enfermedad por falta de atención”.

A quienes buscan una mejor atención médica, se ven obligados a viajar hasta la ciudad de Oaxaca para pagar este servicio en consultas particulares. “Los que no tenemos dinero tenemos que aguantarnos, los niños se han enfermado de gripa, tos y calentura, se quedan 3 hasta 4 días así, sin medicamento y sin atención”.

Esta es la misma demanda de la señora Rosa Robles Santiago, originaria de San Baltazar Chichicapan, quien exige a las autoridades estatales extender los servicios de salud hacia toda la población oaxaqueña.

“Llevo 10 años en la colonia, desde ese tiempo el gobierno no ha hecho nada, hay muchas carencias, queremos agua, tenemos que ir hasta Oaxaca para buscar atención médica, en los hospitales que están cerca como el Hospital de Especialidades no nos atienden, mucho menos en los centros de salud que están en las colonias aledañas”.

“Una vez fuimos en la colonia Campo Real porque mi nieto se puso muy mal, saqué la ficha y cuando iba a pasar la enfermera me dijo que no pertenecía a la colonia y no quisieron atender a mi nieto cuando tenía mucha calentura, ni modo no podemos dejar morir a nuestros hijos, tuvimos que ir a buscar un particular, se sufre mucho al vivir en estas condiciones”, señaló doña Rosa.

Al igual que su esposo Hilario San Juan, desde hace 10 años sortean las carencias que se viven en esta colonia, con la esperanza de que algún día el gobierno pueda voltear los ojos hacia las zonas más marginadas.

Teresita Zurita, fue una de las primeras habitantes de esta colonia, con 12 años de residencia ha sido testigo de las promesas de las autoridades, que siguen sin aterrizar para mejorar sus condiciones de vida.

“Desde ese tiempo hemos estado comprando agua, somos varios integrantes en la familia y tenemos que pagar de dos a tres veces a la semana para que nos llenen el rotoplas de 1100 litros que nos cuesta 90 pesos, no entendemos por qué nos tienen tan abandonados”, refirió.

Educar entre la marginación
A pesar del abandono y marginación en la colonia, los representantes y padres de familia, así como la profesora Aleidin Ramos Osorio, han hecho lo posible por sacar hacia adelante la educación inicial de los niños.

Con la apertura de una extensión de un Jardín de Niños donde se atienden a los menores que cursan primero, segundo y tercero de preescolar, buscan apoyar a las familias que ya no encuentran espacios en las colonias aledañas.

“Debido a la saturación del jardín de niños que se ubica en la agencia, desde 2012 se abrió esta escuela, se ha solicitado el apoyo de las autoridades educativas dicen que no pueden construir aulas porque se requiere de más espacio”.

La educadora mencionó que la construcción de un aula con paredes y techo de lámina, se realizó con el apoyo de los padres de familia, de la asociación civil Amigos de Pimpollo y representantes de la colonia.

“Se han hecho solicitudes para que construyan la escuela pero nos dicen que el terreno no es suficiente ya se compró otro lote, la colonia es muy gran y después va haber más demanda, desde hace 5 años la población ha crecido mucho, iniciamos con 8 niños ahora ya son 21, porque vienen de otras colonias que no encuentran espacios en la agencia”.

“Todo es mano de obra de los padres y nada del gobierno, para ellos no existimos, no tenemos clave, las trabas administrativas nos detienen, se presta atención a los niños pero desafortunadamente no hay apoyo”, reiteró.

Ramos Osorio dijo que todas las colonias que se ubican en la agencia de Vicente Guerrero, son multiculturales “los habitantes vienen de todas las regiones, hay niños que sus condiciones son precarias, tienen familias numerosas y sus papás se van a trabajar desde muy temprano a la ciudad”.

En esta temporada de sequía, los niños padecen del extremo calor y en temporada invernal, “las paredes de lámina se congelan, por eso los niños a veces sufren mucho cuando se enferman, otro de los problemas es la contaminación que genera el basurero, el olor llega hasta el salón y ha provocado enfermedades en la piel de los pequeñines”, apuntó.

Actualmente el Jardín de Niños, atiende a 21 niños y para el siguiente ciclo escolar se inscribieron 28, por ello derivado de la falta de apoyo de las autoridades estatales, los padres de familia hicieron un llamado a la ciudadanía para donar algún libro o material didáctico para los niños.

Entre los materiales que se requieren son libros, cuadernos o bien ropa escolar para los pequeñines.

“Estamos haciendo un proyecto para que los niños tengan un área de juegos, así que si hay alguien que quiera apoyarnos con pintura de aceite para pintar las llantas o con algún juego, serán bienvenidos”, expuso Ramos Osorio.

Para poder llegar a la colonia se transita por la carretera federal 175, pasando el crucero conocido como la Y griega, a unos 500 metros se ubica el primer puente peatonal y a unos 50 metros se encuentra una calle de terracería hacia la colonia Rancho Viejo.


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