Prohibición de plástico en centros comerciales castiga a los “cerillos”
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Prohibición de plástico en centros comerciales castiga a los “cerillos”

Para los adultos mayores que laboran como empacadores voluntarios en los centros comerciales de la ciudad, las propinas casi desaparecieron desde que se implementó la medida ecológica.


Prohibición de plástico en centros comerciales castiga a los “cerillos” | El Imparcial de Oaxaca

Don Manuel se levantó ayer como de costumbre; se bañó, almorzó algo ligero, para después enfilar rumbo a una tienda departamental, en donde desde hace meses se desempeña como “cerillo”, con la esperanza de que le fuera bien, ya que últimamente le ha ido mal debido a que ya no dan bolsas de plástico en los centros comerciales.

Alrededor de las 8 de la mañana con su camisa blanca y su chaleco para cubrirse del frío, llegó al local comercial. Con una sonrisa a flor de labios saludó a sus demás compañeros que ya se encontraban en el interior, en espera de que las cajas empezaran a prestar su servicio.

El hombre quien anteriormente se desempeñaba como obrero, espera pacientemente su turno; “ahora ya no es lo mismo bajaron las propinas, aunque sale para comer; la situación para nosotros está muy difícil ya nadie nos da trabajo, por lo menos aquí tenemos para irla pasando”, comentó.

“Se tienen que implementar algunas estrategias para que la gente pueda llevar sus productos, porque quienes no llevan su bolsa, se las llevan en las manos, al final de cuentas quienes salen ganando con esto son las empresas que subieron el precio sus bolsas ecológicas de 10 pesos a 18 pesos”, señaló don Elías.

Sale muy poco, se quejan
Varias personas de la tercera edad, entre ellas mujeres, acuden diariamente a este tipo de empresas en espera de realizar sus actividades; “ojalá que nos vaya bien, ahora que quitaron las bolsas de plástico nos afectaron demasiado, sale muy poco”, se quejó doña Carmen.

Antes, añadió la mujer, salía para apoyar la economía de nuestros hogares, pero desde que tomaron la medida de quitar las bolsas ya no tenemos que empaquetar y la gente nos da una moneda “como limosna”, el gobierno no pensó en el daño que nos iban a causar a los adultos mayores con esa decisión.

Por su parte, Don Julio dijo que está bien que ahora piensen en el daño que se le estamos ocasionando al planeta, pero que también se vea la forma de apoyar a los “viejos”, que en ningún lugar les dan trabajo, “de algo tenemos que vivir”.

“Aunque es un trabajo voluntario, tenemos siquiera algo para comer, varios de nosotros no somos pensionados, jubilados, ni tampoco gozamos de prospera, llegamos a la edad adulta y no tenemos cómo sobrevivir, nuestros hijos ya tienen su vida, su familia es su prioridad”, finalizó.

No todos son afectados
En un recorrido por los centros comerciales ubicados en distinto puntos de la ciudad, en algunos lugares se sigue entregando a los clientes bolsas de plástico, motivo por el cual la prohibición que entró en vigor el 1 de agosto del año pasado en la capital, no afecta a los “cerillos”.

Mauro García, entrevistado en un negocio sobre Símbolos Patrios, hizo hincapié que en algunos centros comerciales, aunque los cajeros no entregan bolsas de plástico, la gente lleva las suyas para el acarreo de sus productos, por lo que los empaquetadores hacen su trabajo y no ven afectados sus ingresos.

Cuando realizaba sus compras en un negocios de Periférico, Alma de los Santos comentó que ha notado que en varias partes los empacadores siguen realizando su trabajo, solo que ahora lo hacen en las bolsas que llevan los compradores, por lo que reciben su propina.

Los “cerillos” principalmente los adultos mayores, lo único que hacen es colocar los productos en los carritos, y la gente si quiere les regala algo, ya no es como antes que embolsaban todo, y al término era casi obligatorio darles una moneda, concluyó el ama de casa.