Reloj de la Catedral de Oaxaca, dejó de funcionar
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Especiales

Reloj de la Catedral de Oaxaca, dejó de funcionar

Hasta el momento se desconoce que esta joya catalogada a nivel mundial y considerada de gran valor histórico, vaya a ser arreglada


El antiguo reloj colocado en lo alto de la parte sur de la Catedral de Oaxaca, el cual hace más de tres siglos fue donado por la Corona de España a Antequera Oaxaca, por causas aún no determinadas dejó de funcionar. Sus manecillas se encuentran paralizadas y el sonido de sus campanas, así como la música que daban la hora a los oaxaqueños, calló y se desconoce si se volverán a escuchar.

Fieles católicos que asisten a los oficios religiosos que se llevan a cabo en el recinto ubicado frente a la Alameda de León, así como personas allegadas al templo, comentaron de manera informal, que la persona que la daba cuerda al reloj se fue y nadie más sabe cómo hacerlo, debido a eso dejó de funcionar.

Sin embargo, existe también la versión de que por la acción del tiempo que ha estado sin trabajar el reloj que ha sido mudo testigo de la vida de los oaxaqueños, el cual en diversas ocasionas ya había sido reparado, se encuentra descompuesto y requiere de un buen mantenimiento para hacerlo volver a funcionar.

DESPRECIO A SU VALOR

Ciudadanos recuerdan que cuando en la ciudad no existía tanto ruido, las campanadas del reloj y las notas musicales de la “hora parroquial”, se dejaban escuchar en los barrios y colonias, situación que poco a poco fue desapareciendo, debido al bullicio que ahora existe en la ciudad capital.

Don Manuel mencionó que el citado contador de tiempo se encuentra catalogado como una pieza colosal y propiedad de los templos a nivel universal. Además de que forma parte del catálogo habitual de relojes de Catedrales, “a pesar de que tiene ya muchos años, no se aprecia su valor histórico”.

“El sonido de sus campanas se escuchaba cada cuarto y a las 12 del día, desde hace tiempo no suena, pero sí trabajaba. Hace muchos años había una persona que acudía a darle mantenimiento, porque es de cuerda, “tiene un cable que sube y baja, se ignora si existe algún proyecto para que se arregle”.

UN REGALO DE ESPAÑA

De acuerdo con una publicación de la Casa de la Cultura Oaxaqueña (CCO), escrita por Efrén Díaz Cervantes, existen dos versiones sobre la fecha de colocación del reloj de Catedral: la primera, del historiador Don Ángel Taracena, quien en sus Efemérides Oaxaqueñas, dice que esto aconteció en el año de 1735. La segunda versión es de Don Andrés Portillo, en su libro Oaxaca en el Centenario de la Independencia, señala como fecha de colocación del reloj el año de 1752.

Sin embargo, se menciona que en un cuadro de cantería donde está colocada la carátula está escrito a cincel o pintado “1735”. Esto confirma lo escrito por Taracena que el reloj fue colocado dos años después de consagrada la Catedral y fue regalo del Rey Felipe V de España, quien por segunda ocasión reinó de 1724 a 1746, y en el caso de que lo asentado por Don Andrés Portillo fuera cierto —que señala el año de 1752 como fecha de la colocación— sería un regalo del Rey Fernando VI de España, quien reinó de1746 a 1759.

CUENTA LA LEYENDA…

“Cuentan que hace muchos años existía colocada en la torre de la iglesia de una ciudad de España, una de las campanas de nuestro reloj de Catedral… y sucedió que una noche, sin que hubiera motivo para ello y sin que nada la tocase, nuestra campana tocó con arrebato, agitada por manos invisibles.

“Alarmados y más que todo atemorizamos, los vecinos se dirigieron a hacer averiguaciones, sacando su conclusión que el Diablo la había tocado, por lo que el caso fue a parar al Tribunal del Santo Oficio, quien la sentenció a que le arrancaran el badajo para que nunca más volviera a sonar con él, convocando a los oficios diversos y que además fuera desterrada de España… y así fue como vino a parar a la ciudad de Oaxaca donde cumpliendo su sentencia, únicamente se utiliza para dar las horas o los cuartos; tocada con un mazo, como anteriormente se escuchaba”.